Cultura

Megan Marshall: “La poeta Elizabeth Bishop siempre escondió algo de su biografía ante los demás”

Para ella escribir poesía era pensar con los sentimientos y buscó crear un poema inmortal, añade su biógrafa

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Bishop era tan exacta y tan ambiciosa al redactar poemas que expresaba sus sentimientos más profundos, señala Megan Marshall.

Para Elizabeth Bishop (Estados Unidos, 1911-1979) escribir poesía era pensar con los sentimientos y desde adolescente siempre buscó crear un poema inmortal, así lo narró Megan Marshall, autora de “Elizabeth Bishop. Un milagro para el desayuno”, biografía que da a la luz pasajes poco conocidos de la poeta, como su amor hacia las mujeres y de su solitaria infancia.

Este libro ganador del Premio Pulitzer 2014 llega al país gracias a la editorial Vaso Roto y a la traducción al español de Laura de la Parra Fernández, además es una obra que busca que el mayor número de lectores entiendan qué es la poesía.

“Bishop ganó todos los premios por haber, fue la primera mujer en recibir el Premio Internacional de Literatura de Neustadt y, después de que falleció, en 1979 a la edad de 68 años fue interesante que su reputación se alzó porque se publicó una colección de sus cartas con Robert Lowell”, comentó Marshall quien fuera alumna de la poeta.

La autora hizo la biografía a partir de escribir los poemas de Bishop y darles vida. “Era tan exacta y tan ambiciosa al redactar poemas que expresaba sus sentimientos más profundos. Decía que escribir poesía era pensar con tus sentimientos y desde el principio dijo que si se pudiera escribir nada más un poema que fuera inmortal, eso sería todo lo que ella perseguiría”, señaló.

La poesía de Bishop recurría a sus recuerdos de la infancia porque para ella los versos debían de mostrar la mente en acción.

“Eso es algo que ella hacía muy bien, es típico de sus poemas corregirse a sí misma, son conversacionales y eso lo aprendió de Marianne Moore que fue su mentora, una mujer poeta de mayor de edad, y también T.S. Eliot, pero la voz de Elizabeth siempre fue su voz, hay pocos poemas que hablan en voz de alguien más”, indicó.

Marshall comentó se realizó una biografía de Bishop en los años 90, pero se publicó en un momento en el que no se podía escribir abiertamente sobre los romances entre personas del mismo sexo.

“Para el momento en que estaba escribiendo, había más cartas de Elizabeth que intercambió con sus amantes, hubo una serie de cartas que había escrito a su psicoanalista en los años 40 que revelaban mucho sobre su infancia tan dolorosa, un tío que abusaba de ella y su despertar sexual. Había muchísimo material que trabajar, se necesitaba escribir una nueva biografía y debido a que la conocí, sentí que podía dar una perspectiva más amplia”, expresó.

El libro.

El padre de Bishop murió cuando ella era un bebé y después, su madre fue diagnosticada con demencia, por lo que quedó al cuidado de sus tías y tíos, sin embargo, siempre se sintió una huérfana temerosa y solitaria.

“Necesitaba gente para levantarla y eso es lo que estaba haciendo con sus relaciones, encontrar a gente que podría apoyarla. En un lugar estaba viviendo con sus tíos y uno era abusivo, estaba en un internado y luego fue al campamento y ahí había una consejera que la sedujo, ella tenía 13 años y le gustó la atención que recibía, pero se dio cuenta que eso era inapropiado. Todo esto es material nuevo en este libro”, dijo la autora.

Marshall comentó su felicidad con la traducción al español de su libro, en especial, porque “no todos creen que pueden entender la poesía y ésa mi meta del libro; entrelacé mi historia de conocerla como mi maestra para que el lector se identifique conmigo, con universitaria aprendiendo sobre poesía”.

La autora indicó que a Bishop le importaba mucho el español. “Lo estudió en los 30 y viajó a México, estuvo seis meses y conoció a Pablo Neruda, el 1942, fueron amigos cercanos, además tradujo varios de los poemas de Octavio Paz, (aún) no publicados, y un poema de Miguel Hernández, poeta español que murió en prisión al final de la Guerra Civil Española”.

Marshall detalló que Bishop siempre escondió algo de su biografía ante los demás: la historia de sus papás, a sus amantes y su alcoholismo; sin embargo, la poesía fue su balsa salvavidas.

“Era una mujer muy privada y quería respetar esa parte, pero también quería mostrar que la pasión que tenía por las mujeres en su vida y eso ha sido conmovedor para la gente, encontrar estas relaciones que ella describía como amigas eran las más profundas y fieles e intensas”, comentó.