Cultura

México a las puertas del futuro espacial

El Colegio Nacional nos comparte este artículo del Proyecto Colmena, misión espacial encabezada por la UNAM y que será motivo de un encuentro este lunes en la institución 

el colegio nacional

El Proyecto Colmena consiste en cinco microrobots, cada uno con 57 gramos de peso.

UNAM

                    ¡Preparados para conquistar la Luna!

En agosto de 2023, México llegará a la Luna mediante el Proyecto Colmena, la primera misión espacial 100% mexicana desarrollada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El viaje se realizará a bordo de la nave Peregrine de la empresa estadounidense Astrobotic.

El Proyecto Colmena consiste en cinco microrobots, cada uno con 57 gramos de peso, que serán colocados en la superficie lunar para actuar de forma autónoma y coordinada como exploradores y mineros espaciales. Esta misión permitirá enfrentar los desafíos de la minería en el espacio, como la radiación, la temperatura y el polvo lunar (regolito).

Gustavo Medina Tanco, jefe del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM y líder del Proyecto Colmena, explica en una entrevista para Crónica que ésta es la primera misión lunar mexicana, incluso latinoamericana, y que representa una estrategia de desarrollo a largo plazo para el sector espacial mexicano. Esta estrategia abarca desde órbitas bajas hasta la exploración lunar y es fundamental para el desarrollo de la ciencia básica en México, en el ámbito de la exploración espacial.

Este proyecto inició hace seis años a raíz del desarrollo del concepto Espacio 4.0 por parte de la Agencia Espacial Europea. Este enfoque se caracteriza por la reducción de costos en la tecnología espacial y los lanzamientos al espacio, lo que ha permitido la participación de actores más pequeños en el sector espacial, como startups y la academia, como es el caso de LINX, según explica Medina Tanco.

Lee también

Alista México misión a la Luna; enviará cinco mini robots autónomos

ANTIMIO CRUZ

Este cambio global permitirá el desarrollo de una serie de nuevos servicios y actividades tanto en la órbita baja de la Tierra como en la superficie de la Luna, y más adelante, en asteroides cercanos a nuestro planeta con fines científicos y económicos.

"Se avecina una época de gran actividad comercial e innovación tecnológica asociada con la exploración espacial. Es muy similar a lo que ocurrió hace poco más de dos décadas con Internet", señala el investigador del Departamento de Física de Altas Energías de la UNAM.

México busca destacar en esta revolución tecnológica. En este sentido, el Proyecto Colmena tiene como objetivo demostrar la capacidad de operar enjambres de pequeños robots para realizar tareas científicas y, eventualmente, mineras. Según Medina Tanco, esta misión es la primera de una serie de tres misiones que planean llevar a cabo hasta 2030.

"Hasta ahora, nadie en el mundo ha desarrollado robots tan pequeños para ser utilizados en el espacio, y en particular, en la superficie lunar. Por lo tanto, hay una serie de desafíos científicos y tecnológicos. Esta primera misión se dedicará a investigar estos problemas (radiación, temperatura y regolito) para desarrollar misiones futuras", destaca.

DE LA TIERRA A LA LUNA.

Medina Tanco se siente feliz pero ansioso. No es gratuito el cúmulo de emociones: la culminación de muchos años de esfuerzo siempre conlleva riesgos. En este momento, el cohete que llevará al Proyecto Colmena a la Luna está siendo sometido a diversas pruebas para evaluar su resistencia, pues deberá recorrer los 384,400 kilómetros que separan a la Tierra de nuestro satélite natural. "En este momento, lo único que puedo decir es que el despegue ocurrirá en algún momento a partir de agosto", dice cautelosamente el investigador argentino.

Los pequeños robots, a los que Medina Tanco cariñosamente llama "robotcitos", experimentarán el mayor estrés durante el despegue, ya que su electrónica se someterá a la radiación espacial al abandonar la superficie terrestre. Una vez que lleguen al terreno lunar y el regolito se disipe, el contenedor y sistema de telecomunicaciones (TTDM) liberará a los microrobots.

Una vez liberados comenzarán a recopilar información sobre radiación, temperatura y una serie de mediciones sobre las propiedades de los diminutos granos de polvo que aún no han sido estudiados. Luego, enviarán esta información a la nave lunar.

Lee también

“Muchos de nuestros átomos se formaron en otra galaxia”

Isaac Torres cruz

"Desde esa nave, la información se transmitirá a una red de estaciones ubicadas en la Tierra. Para establecer comunicación con la Luna, la información será enviada a Pittsburgh y desde allí se transmitirá hasta nuestro centro de control, ubicado en el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, donde se encuentra el laboratorio de instrumentación espacial y desde donde controlamos la misión", explica.

La tarde del lunes 19 de junio, a las 6:00 p. m., Gustavo Medina Tanco participará en la mesa "México llega a la Luna. Colmena, tecnología de microbots de la UNAM", que se llevará a cabo en el Aula Mayor de El Colegio Nacional (Donceles 104, Centro Histórico, CDMX). La mesa redonda, coordinada por el colegiado Alejandro Frank, abordará los desafíos y oportunidades del Proyecto Colmena.

En la mesa también participarán Roberto Briano Borunda, miembro de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados; y Gustavo Cabrera Rodríguez, adscrito a la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio, instituciones indispensables para llevar a México a la Luna.

Cartelera de este lunes en El Colegio Nacional.