Cultura

Museo del Eco inicia programa de exposiciones "Foro de Diseño"

Son dos proyectos: “Foro Eco de Diseño” y Monopolítico suspendido. Nuestras nuevas ruinas”, de Abraham González Pacheco

artes plásticas

Una vista del “Monopolítico suspendido. Nuestras nuevas ruinas”, de Abraham González Pacheco.

Este fin de semana el Museo Experimental del Eco inició el programa "Foro Eco de Diseño", que presenta dispositivos pedagógicos y ofrece un programa público de actividades que continuarán hasta el 8 de diciembre.

"A partir de esta emisión se hace una ampliación de la vocación del museo al diseño como fenómeno expositivo y como un espacio de análisis. Entonces tenemos 2 proyectos, uno es Monopolítico suspendido de Abraham González Pacheco corresponde al programa explosiones de arte; y El foro de diseño que es una Ágora y una plataforma en donde van a suceder diferentes talleres, pláticas, conversaciones y encuentros", explica David Miranda, curador del Museo Experimental del Eco.

En una conversación previa a la inauguración al público, David Miranda comenta que "Foro Eco de Diseño" es un ágora, con la cual el museo retoma el diseño como una línea curatorial, de investigación y experimentación. En esta ocasión, se invita a reflexionar sobre la relación entre diseño y educación.

De acuerdo con el curador, la tendencia actual han sido exposiciones de objetos de diseño en situación de objeto único -“más o menos como objetos de arte”- en las que el análisis se hace a partir de objetos coleccionables y sobre otros aspectos relevantes en términos estéticos.

“Nosotros queríamos hacer otra cosa, que tuviera que ver más bien con un espacio que favoreciera la conversación y discusión en torno a un elemento que distinguiría al diseño del objeto artístico: la función”, ahonda.

Desde su perspectiva, exponer un objeto de diseño de la misma manera que se haría con un objeto artístico es conflictivo porque le otorga un “Aura de objeto único”, y deja de lado lo más importante del diseño, que es la funcionalidad.

Por ello, la planta baja del Museo del Eco recibe al público con una instalación de mobiliario relacionado con la enseñanza, en la que se llevarán a cabo clases abiertas, charlas y mesas de diálogo sobre diseño y educación: el seminario Habitar Adentro impartido por Ingrid Quintana; un laboratorio y una serie de funciones de danza a cargo de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM; un taller de investigación por la Cátedra Gloria Contreras en Estudios de la Danza y sus Vínculos Interdisciplinarios de la UNAM; y la edición 2024 del Taller Interuniversitario de Diseño, entre otros.

Dicho inmobiliario integra la “Silla paleta”, diseñada por Ernesto Gómez Gallardo para las aulas de Ciudad Universitaria (UNAM). También sobresale Loto, dispositivo diseñado por el estudio de diseño industrial Tuux, para facilitar el aprendizaje centrado en el diálogo entre personas con perfiles y experiencias diferentes, y para llevar a cabo actividades de mediación colectiva.

“El diseño ha intervenido en la construcción social de la educación y de las pedagogías expandidas y de las pedagogías en México (...) Lo que estamos haciendo es la exposición de casos de estudio y una narrativa pública del México moderno al contemporáneo, a partir del diseño, de sus efectos en la enseñanza”, detalla David Miranda.

Asimismo, a través de posters se habla de dispositivos pedagógicos que van a contracorriente de la educación institucionalizada y apuntan a la diversidad de contextos de enseñanza y aprendizaje: la Carpa Popular desmontable de Carlos Leduc, creada en 1937 para la Unión de Artistas y Arquitectos socialistas (LEAR); la Biblioteca Móvil Alumnos 47 diseñada por Productora en 2013; y el Pabellón Cultural Migrante diseñado por Tuux en 2014.

MONOLÍTICO

Por otra parte, "Monopolítico suspendido. Nuestras nuevas ruinas" creado por el artista Abraham González Pacheco en conjunto con estudiantes de arte y arquitectura, es una composición de paisaje urbano derruido, realizado en los muros y piso de la sala Daniel Mont.

“Aquí hay otra gran diferencia en términos de modelos de exhibición: este montaje parte de un taller que Abraham dio a estudiantes de diseño y de arquitectura, para hacer recorridos en la ciudad y a partir de ahí buscar elementos que hablaran del fracaso de la modernidad, con las periferias y en términos urbanos. A partir de ahí ellos crearon una especie de paisaje de ruido para después construir esta intervención”, relata el curador sobre esta pieza.

El proceso de creación del artista consiste en manchar el espacio expositivo para, después, lijar la madera dispuesta en el suelo y tallar con grafito. Una suerte de tatuaje que David Miranda llama “exhumación de imágenes”.

“Eso es lo que genera este carácter pétreo, como si fuese una ruina”, considera.

La pieza está en el suelo y las paredes, se puede tocar y el curador destaca que su carácter efímero es como el de la memoria, que sólo pervive en el registro y el recuerdo.

MÁS DE VEINTE AÑOS

El próximo año, el Museo del Eco celebrará su 20 aniversario como institución perteneciente a la UNAM, que en 2004 compró el edificio, lo restauró y volvió a abrir en 2005, a modo de revivir su legado arquitectónico, artístico y pedagógico. Sin embargo, la historia del inmueble es más antigua.

El Museo del Eco fue creado en 1953 y es resultado de la iniciativa privada del empresario mexicano Daniel Mont y el artista Matías Goeritz

“Cuando nació el Eco, este pequeño espacio, modernito, chuequito, es el primer espacio diseñado ex-profeso para la exposición de arte y eso es algo bien importante en términos de nuestra historia museística y museográfica”, indica David Miranda.

Para él, lo más impactante en la historia de origen del recinto es que sucedió 10 años antes de que empezara el proyecto de modernización del país y la construcción de Museos dedicados al arte y la exhibición de piezas como los conocemos actualmente (ej: Museo de Antropología, Museo de Arte Moderno, etc)

“Antes sí estaban las galerías de la Academia de San Carlos, pero eran salones de pintura decimonónicos, no eran propiamente espacios diseñados para la exposición de arte. Estaba la sala de colecciones del Teatro Nacional -hoy Bellas Artes- … y el Eco”, apunta el curador.

Además, el espacio fue singular por presentar danza y música junto con artes visuales y literatura. “Goeritz inaugura con obras de Germán Cueto, de Henry Moore y de Carlos Mérida que se instala en el museo con un ballet experimental del coreógrafo y bailarín Walter Nicks”.

Tiempo después, el edificio pasó a ser cabaret, bar, y sede del Centro Libre de Experimentación Teatral (CLETA).

Cuando Matías Goeritz murió en 1990 tenía una consolidada trayectoria de 40 años, a lo largo de los cuales también fue docente e influyó en las mentes de jóvenes, quienes a su vez fueron influyentes en el ámbito más adelante.

“Cuando se enteraron que iban a demoler el mítico museo experimental dijeron: no inventes ahí fue esto fue esto y lo otro”, agrega David Miranda para explicar el rescate y remodelación del edificio.

VISITA

El Museo Experimental del Eco se ubica en Sullivan 43, colonia San Rafael, Cuauhtémoc, Ciudad de México. Se puede visitar de miércoles a domingo de 11 a 18 horas. La entrada es gratuita.

Para más información sobre la programación visita la página eleco.unam.mx y sus redes sociales (museoexperimentaleleco; museo_el_eco; @MuseoExperimentalelEco)