Cultura

El pueblo La Candelaria, en Coyoacán, conserva su nomenclatura original 

En su panteón comunitario sólo pueden depositarse los restos de las personas nacidas en ese barrio, explican 

traza original

En la conferencia Pueblo La Candelaria: historias y tradiciones en la FILCO.

Reyna Paz Avendaño

El pueblo La Candelaria, ubicado en Coyoacán, conserva su nomenclatura original, su traza novohispana, una capilla con vestigios del siglo XVI y un panteón comunitario donde sólo pueden depositarse los restos de las personas nacidas en ese barrio, además es un pueblo que aglomera a un sinfín de artesanos.

En la conferencia Pueblo La Candelaria: historias y tradiciones, Yahir Sosa Luna, integrante del colectivo Candelarita chinampa de mis amores, explicó que existen tres manifestaciones culturales que identifican a los candeleros: la elaboración de tapetes de aserrín, la confección de portadas de flores y la representación de Semana Santa con actores profesionales.

“Es importante mencionar la riqueza de artesanos que sigue hoy siendo muy latente, ellos elaboran portadas con flor natural y una de las procesiones relevantes del pueblo donde vemos ese trabajo es en la Despedida del Señor de la Misericordia, una de las actividades más antiguas que involucra al pueblo de Los Reyes Hueytilac”, dijo en el marco de la Feria Internacional del Libro en Coyoacán (FILCO).

Otra de las manifestaciones culturales que ponen en alto el nombre de La Candelaria es la elaboración de alfombras de aserrín. “Cuentan los abuelos que anteriormente se realizaban con pétalos de flores, con hojas de la misma vegetación”, agregó Sosa Luna.

El expositor detalló que la Virgen de La Candelaria llegó a Coyoacán durante el periodo de la conquista.

“Llegó del sur de América, pasó a Yucatán, posteriormente a la Villa Rica de la Veracruz para después quedarse en la villa de Coyoacán. Esta imagen la traía el brazo derecho de Hernán Cortés y cuando empezó a fundar la villa de Coyoacán mandó a traer a esa persona que se encontraba en Veracruz, obviamente tardó un poquito, pero sí llegó”, platicó.

Sosa Luna comentó que en tiempos prehispánicos, en este pueblo, se veneraba a Chalchiuhtlicue, deidad femenina del agua, patrona de zanjas, ríos, lagos y, por lo regular, de aguas dulces.

“La Virgen de la Candelaria suplió a esa deidad y por eso en su vestido siempre vamos a encontrar el color azul y engalanada con flores. La fiesta (2 de febrero) inicia con una danza como parte del sincretismo”, destacó.

Otras tradiciones que se unen a esta fiesta es la presencia de pirotecnia y la gastronomía ya que se tuesta maíz para hacer atole de pinole, además de que se preparan tamales para todo el pueblo.

Semana Santa

Arturo Curro, integrante del Centro de Investigación y. Documentación Histórica y Cultural de Coyoacán, explicó que la celebración de Semana Santa es otra fiesta importante para los candeleros ya que tiene una tradición de 74 años de representarse.

“La Candelaria durante los años 40 y 50 del siglo pasado era un pueblo floricultor, tenía cultivos familiares, con el tiempo se fue desecando toda su agua en cierta medida por la instalación de las bombas para la extracción del agua para la Ciudad de México, eso provocó que la producción de autoconsumo desapareciera y que no hubiera manera de regar cultivos”, narró.

Lo anterior generó que los habitantes se ocuparan en otros sectores productivos, uno de ellos, el teatro. Curro indicó que los vecinos crearon el grupo de Teatro Salvador Novo para preservar dinámicas identitarias y el sentido de comunidad.

“Llevan 74 años de existencia y la representación de Semana Santa es referente en la vida de quienes habitan La Candelaria, basta con preguntarle a cualquiera en sus calles para darse cuenta de que es un elemento de identidad y orgullo en su barrio”, dijo.

Lilia Rosas, también integrante del centro de documentación, comentó que la representación de la Pasión de Cristo en Coyoacán es antiquísima, desde 1587 se realiza ya que la parroquia de San Juan Bautista era la cabecera de la entonces villa de Coyoacán.

“En el pueblo de La Candelaria se escenifica desde 1950 y comenzó con una promesa religiosa hecha por José Martínez Zúñiga quien, en conjunto con otros vecinos y vecinas como Aurora luna Soriano y José de la Luz Villagrán Cervantes, con un libreto adquirido en una librería de segunda mano comenzó esta tradición popular que tiene ya más de siete décadas”, destacó.

La representación es organizada por laicos. “Son los diferentes vecinos que han compuesto a lo largo del tiempo al grupo de Teatro Salvador Novo y no del párroco en turno como se acostumbra en la mayoría de las comunidades coyoacanenses”, dijo.