Cultura

Ramón Vargas celebra 40 años de trayectoria con emotiva gala operística en Bellas Artes

Lo más bello que tiene mi profesión es la posibilidad de poder compartir las emociones, añade el tenor 

recital

Ramón Vargas y María Katzarava.

Inba

El tenor Ramón Vargas mostró su amor a México la noche del jueves cuando después de interpretar las arias programadas en la gala que ofreció en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, atendió los aplausos constantes del público y salió tres veces al escenario para agradecer a quienes siguen su trayectoria desde hace 40 años.

“Quiero agradecer a Ángel Rodríguez (pianista) y al Coro de Bellas Artes que hemos trabajado muchos años juntos y a quienes les tengo un cariño especial. Quería encontrar un adjetivo para este concierto, pero sólo le puedo llamar íntimo porque estamos contando historias que duran 3 o 4 minutos, y buscando compartir estas emociones, lo más bello que tiene mi profesión es la posibilidad de poder compartir las emociones”, expresó el tenor en la última parte del concierto.

Esta gala que celebra los 90 años del Palacio de Bellas Artes y los 40 años de trayectoria de Ramón Vargas, inició con dos clásicos del repertorio de Donizetti: “Una lagrima” y “Una furtiva lagrima”, esta última obra arrancó las primeras ovaciones del público.

Después, el tenor interpretó arias de Rossini para cerrar la primera parte con Verdi, siendo “La mia letizia infondere” de las más esperadas. En la segunda parte, interpretó piezas de Paolo Tosti para finalizar con un repertorio mexicano, al que se refirió como merecedor de ser interpretado “por la importancia cultural a nuestro país”.

Con arreglos hechos por el pianista Ángel Rodríguez, Vargas cantó “Amor de mis amores” y “Oración Caribe” de Agustín Lara; “Alma mía”, de María Grever; “Que seas feliz”, de Consuelo Velázquez; un popurrí de “Somos novios” y “Esta tarde vi llover”, de Armando Manzanero.

Al final, Vargas se despidió con tres canciones más, una de ellas y de las más aplaudidas fue “Libiamo, ne’lieti calici”, de “La Traviata” que interpretó con la soprano María Katzarava, acompañados del Coro del Teatro Bellas Artes.

Ramón Vargas (Ciudad de México, 1960) es uno de los principales tenores a nivel mundial. Su carrera comenzó cuando el director de orquesta mexicano Eduardo Mata le contrató para cantar Fenton en “Falstaff” de Verdi, y más tarde Don Ottavio en “Don Giovanni”.

Después de ganar el concurso Enrico Caruso de Milán en 1986, se trasladó a Austria, donde completó sus estudios vocales en el Wiener Staatsoper Opera Studio, bajo la guía de Leo Müller. Posteriormente debutó en Europa en el Luzerner Theater en 1988 como Edgardo en “Lucia di Lammermoor” de Gaetano Donizetti. En 1990, conoce en Milán al renombrado maestro Rodolfo Celletti, que se convierte en su profesor de canto.

El debut de Ramón Vargas en The Metropolitan Opera House fue en 1992, cantando el papel de Edgardo mientras sustituye a Luciano Pavarotti en “Lucia di Lammermoor” junto a June Anderson.

Poco después, debutó en el Teatro alla Scala, en 1993, donde interpretó a Fenton en la nueva producción de Strehler que celebraba el centenario de “Falstaff”, bajo la dirección de Riccardo Muti. En la actualidad, se presenta con regularidad en los principales teatros de ópera del mundo.