Es un lugar común decir que alguien como Ramón Xirau, “con tantas facetas en su labor intelectual, tantos gustos, pasiones y que ha desarrollado tantas ramas del pensamiento se le diga ‘hombre del Renacimiento’”, de acuerdo con el historiador y jurista Fernando Serrano Migallón, a quien no le gusta este término en una persona como Xirau.

“Porque tanto en su preocupación como los motivos de su creación intelectual, no está algo antiguo como el renacimiento, sino que era un hombre actual, actuante y beligerante en el mundo que le tocó vivir”, expresó en homenaje al poeta, traductor, filósofo y docente Ramón Xirau (Barcelona, 1924-Ciudad de México, 2017)

Para él, Xirau fue un hombre de su tiempo que “conociendo el pasado, unió pasado con presente, con premoniciones del futuro”.

Durante una transmisión en vivo desde sus canales en redes sociales, en la que además de Fernando Serrano Migallón participaron Adolfo Castañón, Eduardo Matos Moctezuma y Angelina Muñiz-Huberman, la Academia Mexicana de la Lengua (AML) recordó el centenario de natalicio del escritor e intelectual mexicano, nacido en España.

“Ramón Xirau siendo de origen catalán-español, habiendo vivido en Francia y llegado a México, se formó en la Universidad (UNAM) y eso es lo que lo hizo fundamentalmente mexicano”, consideró Fernando Serrano Migallón

Los académicos hablaron del homenajeado como un eminente representante creativo del exilio español en México, emblema de integración y capacidad de adaptación.

“Ramón Xirau es autor de una obra plural y versátil; ejemplo de la forma en que las humanidades han cimentado la cultura hispanoamericana contemporánea; enciclopedista que sabía dialogar con su sombra poética”, subrayó Adolfo Castañón al presentar a los académicos e investigadores mencionados.

Por su parte, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma (Premio Crónica) recordó las visitas y comidas celebradas en casa del poeta, donde él mismo coincidió con personalidades como Miguel León-Portilla y Mario Lavista; así como el dolor que dejó en su compañera de vida, la pintora mexicana Ana María Icaza.

“Ramón llenó su vida de amor, poesía y filosofía”, relató el arqueólogo y atribuyó a quien fue su maestro y amigo “una concepción de un mundo en que el pensamiento es clave fundamental, parte de siglos en el que otros hombres marcaron con palabras indelebles su paso fugaz por la Tierra”.

Entre las obras de Xirau, Matos Moctezuma destacó la “Introducción a la historia de la filosofía”.

“Su ejemplo perdura y está ahí para que las nuevas generaciones se contemplen en la imagen de quien supo realizar su travesía para llegar a destinos promisorios. Con su muerte Ramón Xirau alcanzaba presencias más allá de la vida y me hace pensar en sus palabras, cuando escribió: la muerte no es muerte”, agregó.

En su participación, Angelina Muñiz-Huberman también ahondó en sus memorias de momentos compartidos con Ramón Xirau y destacó el rigor y la humildad en su obra.

“Ramon Xirau convirtió la melancolía en amor de vida y amor místico, gran lector y expositor de filósofos”, opinó

También le pareció que la poesía de Ramón combina la armónica medida con la sabiduría que confiere el camino de la vida y repasó algunas de sus obras: los ensayos “Entre la poesía y el conocimiento”; “Ciudades”, libro de un viaje a Italia; o “Genio y figura de Sor Juana Inés de la Cruz”.

“Ramón Xirau está aquí, entre todos los que aún somos nosotros”, manifestó

HOMBRE PUENTE

Para el miembro de número de la AML, Fernando Serrano Migallón, una de las características de Ramón Xirau fue haber tenido una formación en distintos países y la capacidad de integrarse a una sociedad que “nunca pensó fuera a ser la suya definitiva. Con el paso del tiempo se tuvo que adaptar”.

Desde su perspectiva, es posible que esto le haya dado una cualidad unificadora, era “un hombre canal”.

“Decía Octavio Paz de él que era un hombre puente, que unía diferentes países, ideologías. Siguiendo la idea, yo creo que más bien es un hombre canal, por donde han circulado y concurrido muchos puntos de vista y formas de incorporación de unos a otros”.

Primero, Xirau fue canal entre Cataluña y España; entre España y México; “entre la modernidad y el modernismo”.

Su manera de expresarlo en diferentes idiomas y maneras deja ver una preferencia por el catalán para su obra poética; y uso del castellano para otros tipos de escritura.

Asimismo, el poeta fue canal que presentó evidencia en México de una moral laica.

“Hasta ese momento, en la mayor parte –no se puede generalizar- la idea de moral iba con la religión. Xirau era un hombre éticamente impoluto, pero con una concepción agnóstica de la vida; era un agnóstico creyente, juntaba estas dos facetas que pueden parecer contradictorias, pero que en el fondo se pueden complementar por esa concepción verdaderamente laica, con sentido ético profundo”, añadió.

La transmisión completa del homenaje se encuentra disponible en el canal youtube y página de Facebook de la Academia Mexicana de la Lengua (AML).