Cultura

Raúl Tamez incursiona en el teatro con el estreno de “Niños Chocasangre”

La obra fue escrita en tiempo real mientras realizamos los ensayos con los actores, señala el bailarín

La pieza se estrena el 24 de mayo en el Teatro Varsovia, anuncia Raúl Tamez.

El sociólogo, bailarín y coreógrafo Raúl Tamez se interna en la dramaturgia con la propuesta “Niños Chocasangre”, que fue escribiendo en tiempo real junto al elenco, durante el proceso de montaje.

Se estrenará el próximo miércoles 24 de mayo en el Teatro Varsovia, sede de la Infinita Compañía en la colonia Juárez de la Ciudad de México, a unos pasos del Ángel de la Independencia.

“No es que la obra ya existía y nos sentamos a leer el libreto y montarlo, sino que lo fuimos construyendo conforme las necesidades del montaje lo pedían. Hasta la fecha, aunque ya tenemos el final, hay un par de escenas previas que se están construyendo todavía, a pocas semanas de estrenar”, relata Raúl Tamez, autor de la obra y director de la Infinita Compañía.

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En conversación por esta propuesta de estética “retro-futurista”, el creador destaca que, aunque siempre existen dificultades para mantener un espacio como el #9 de la calle Varsovia es un privilegio disponer del teatral para que la compañía desarrolle estos proyectos.

“No es sencillo, el espacio lo rentamos y tenemos que sobrevivir mes a mes, pero tener una sede, experimentar en ese sitio y hacer obra específica para ese espacio es algo que no todos pueden hacer y es maravilloso”.

“En México hay muy pocas compañías residentes, es decir que trabajan en el espacio donde se presentan día con día. Es una tradición bella que todavía ocurría hace 20 o 30 años, entonces ibas al espacio de la compañía a ver su trabajo, a pesar de que se presentaran otras en el mismo lugar. Eso es algo muy peculiar que tiene la Infinita Compañía: la vas a ver en su sede, donde todos los días ensaya y donde se ha preparado durante 6 meses para este montaje”, continúa.

LA PROPUESTA.

Niños Chocasangre es una obra en dos actos que fusionan la danza y el teatro para abordar el regreso a la naturaleza, el retorno al cuerpo, al contacto físico, la aceptación de la dualidad, el inicio de un proceso retro patriarcal, la manipulación de las masas, el repudio al color de la piel y la hipertecnologización.

Originalmente, la intención de Raúl Tamez era crear una obra dancística con textos reconstruidos a partir de sus escritos del pasado.

“Todo empezó a volverse más grande hasta que sentí que quería trabajar con actores y fue creciendo el elenco. Ya que estábamos todos juntos no pensé que fuéramos hacer una obra tan teatral, con una dramaturgia literal, pero la misma obra lo fue solicitando”, recuerda respecto del proceso de montaje.

El resultado es un libreto teatral registrado, al que el autor planea volver en algún momento y que considera un bonito legado. “A quienes hacemos danza es difícil que fuera del video trasciendan las obras coreográficas, pero con el texto se queda a posteridad”.

Sobre la escenografía adelanta que todo se desarrolla en medio de la naturaleza. El vestuario corresponde a una situación adversa y precaria, desgastado por todo lo que hay que hacer para sobrevivir.

“Hay algo de tierra y elementos en el escenario, también usamos un proyector para subtitulaje y generar ambientes muy sugeridos -nada de mapping- y algunos desniveles en escenario que son interesantes, por lo demás es minimalista”.

La historia tiene una estructura teatral tradicional, con principio, clímax y desenlace contados a través de 16 intérpretes (7 actores y nueve bailarines).

Está sonorizada con una investigación etnomusical y con autores como Murcof (nombre artístico del músico electrónico mexicano Fernando Corona) y la artista y compositora estadunidense Holly Herndon, entre otros.

“Es interesante porque en general son piezas de etnomusicología que casi no se encuentran. De hecho, algunas no están ni siquiera en spotify ni youtube, son piezas que he recabado de bibliotecas y librerías web de universidades que hacen investigaciones de etnomusicogía y, por ejemplo, tienen grabaciones de la ex Yugoslavia o ciertas regiones en África, incluso cantos tzotziles polifónicos en Chiapas”, agrega Tamez.

La temporada de Niños Chocasangre será del 24 de mayo al 11 de junio, con funciones los miércoles, jueves y viernes, 20:00 horas; sábado, 19:00 horas y domingo, 18:00 horas. Los boletos ($240) se pueden adquirir en la taquilla del Teatro Varsovia y en Ticketmaster.