Cultura

La UV reeditará obras de Emilio Carballido que están fuera de compilaciones

El proyecto editorial inicia con los títulos “La hebra de oro” y la “Fotografía en la playa”, anuncia Héctor Herrera

legado

El escritor Emilio Carballido.

BUAP

“La hebra de oro” es una obra de teatro escrita por Emilio Carballido (1925-2008) hace casi 70 años y desde entonces no ha visto la luz en libros ni en escenarios, es por ello que ahora la Universidad Veracruzana (UV) la reedita junto con uno de los guiones más representados del dramaturgo mexicano: “Fotografía en la playa”.

En entrevista, Héctor Herrera, director de la revista “Tramoya” y del Festival Emilio Carballido, explica que la universidad lanza con este primer volumen, el proyecto Teatro Emilio Carballido, donde se publicarán obras del creador que no están reunidas en compilaciones de actual circulación.

“Los textos que lanzará la Veracruzana son obras que no están incluidas en los tomos de la obra de Carballido, la gran mayoría los edita el Fondo de Cultura Económica, entonces iniciamos con estas dos y hay alrededor de 20 que tiene la universidad. Pondremos a la disposición de los especialistas, de los actores y de los directores las obras de Carballido que no están circulando en los libros ya publicados”, expresa.

Sobre “La hebra de oro”, Herrera detalla que fue escrita en 1955, definida por su autor como un auto sacramental dividido en tres jornadas, se estrenó en el Teatro del Seguro Social en 1956 bajo la dirección de Luisa Rooner y fue publicada un año más tarde por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Desde entonces, no había vuelto a circular.

“Muy poca gente la conoce, es una obra muy curiosa porque sucede en tres jornadas, es una familia normal que en dos actos aparecen en una dinámica de relaciones y con algunas discusiones, pero en el intermedio, en la segunda jornada, la obra se vuelve onírica, entra un mago con un asistente y empieza a prender luces de colores, a transformar el escenario y hace actos de magia”, señala Herrera.

Esta obra es cercana a la primera época de Carballido, cuando escribió “Medusa”, añade, por lo tanto, comparte, le interesa la interpretación de nuevas generaciones y de la lectura que puedan hacer especialistas como Luis Martín Garza.

Éxito teatral

Sobre “Fotografía en la playa”, Herrera comenta que es una de las obras más representadas de Carballido desde 1977 cuando se dio a conocer; actualmente ha sido traducida al inglés, francés y alemán.

“Ha estado montada bastante entre profesionales y grupos a lo mejor no tan profesionales, la montan muchísimo. Se estrenó en la Casa Teatro de la Paz de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), después la presentó la Compañía Nacional de Teatro con muy buen reparto, en Monterrey la montó Luis Martín Garza y después la llevó a Nuevo Laredo en los 80”, destaca.

El argumento de “Fotografía en la playa”, como su nombre lo dice, es la recreación de un momento que quiere congelar una familia, sin embargo, bajo el pretexto del retrato se empieza a narrar la relación que existe entre los integrantes, en especial, de la figura de la abuela, la raíz familiar y quien señala que esa fotografía es para que después empiecen a contar a los muertos.

¿Para ambas obras, realizaron correcciones o cambios?

Se publicaron tal cual como fueron escritas. En “La hebra de oro” tuvimos dos o tres dudas, pero fueron temas que no cambiaban el sentido de la obra, eran dudas sobre palabras o frases porque en la revisión final del texto dice: revisión hecha por Augusto Monterroso. Entonces quisimos dejarlo tal cual, no quisimos meterle mano a los textos para respetar la autoría original.

¿Hoy se lee poco teatro?

Siempre me preguntan ¿cómo leer el teatro? La respuesta que les doy es que deben abrirse un poco más, estar más perceptivos porque la obra te va dando acotaciones. No es algo difícil. Es como cuando platicas, dos personas establecen un diálogo, está sucediendo algo y lo mismo pasa con estas dramaturgias.

Si no se publican las obras, ¿cómo van a llegar a un escenario si no conocen? Es un círculo vicioso que hay que romper para llegar a un público más amplio, para que se enteren los directores y los críticos, para que las conozcan las nuevas generaciones.