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La Castañeda, la “locura creativa” del rock mexicano, entre el festejo y el “adiós”

ENTREVISTA. La emblemática banda mexicana se encuentra en la gira de despedida y celebración de sus 35 años de historia

música

La banda se presenta este viernes en el Pepsi Center.

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La legendaria banda de rock mexicano, La Castañeda, continúa con su festejo de 35 años de carrera que explotará con sus locos en el Pepsi Center. Sin embargo, la celebración dará paso a la lenta demolición de este manicomio sonoro que ha guardado las locuras de muchos amantes de sus letras, cerrando así sus puertas para siempre.

Pero antes de ese triste momento, la fiesta continúa para la agrupación y Crónica Escenario charló con Oswaldo y Omar D’León, con quienes hablamos del presente y pasado de la aclamada banda.

Treinta y cinco años de historia se dicen fáciles, pero basta con remontarnos hacia esa primera tocada en la Casa de la Cultura en el Parque Naucalli, donde La Castañeda se presentó por ver primera en su historia, para ver que el camino ha sido intenso:

Habíamos tenido presentaciones antes pero no habíamos decidido el nombre y habían pasado algunos músicos por acá que ensayaron en algunas ocasiones y que anduvieron por ahí tratando de quedarse en la alineación. Pero como La Castañeda y los integrantes originales de ese entonces, fue esa tocada”, recordó Oswaldo.

Pero ahí, en esa misma tocada, se acercó una persona que resultó muy importante porque fue quien nos invitó al Festival de Viena. Recuerdo que estuvimos en un Rockotitlán unas tres semanas después y se concretó eso. Cuando recibimos ese fax de la invitación ya oficial, para nosotros fue como un inicio completo pues la tocada traía torta bajo el brazo”, siguió.

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Que el rock mexicano se presentara en un festival cultural de esta magnitud y que no había ido ninguna banda a hacer una presentación de ese tipo antes, fue histórico”, continuó rememorando el artista.

Pero tampoco fue tan sencillo para La Castañeda concretar el viaje que cambiaría toda su historia. “Por lo general, en aquel entonces, los artistas invitados tenían el apoyo de tu gobierno e instituciones culturales. Pero en México no sucedía. Fue toda una aventura hacer posible ese viaje, porque por otro lado, no queríamos ir solamente a tocar en el festival y regresarnos, sino que buscamos tocar en todos los lugares donde fuera posible”, aseveró D’León.

De alguna forma, esta experiencia fuera de nuestro país influyó directamente en la identidad de la banda. “Cuando vimos este tipo de espectáculos realmente vanguardistas, nos dijimos a nosotros mismos que lo que nosotros veníamos pensando, de desarrollar un concepto con el nombre de un antiguo manicomio y que tuviera como bandera la locura creativa, se podía hacer, aunque en nuestro país no había antecedentes de ello. Nos quedamos entonces tres meses rolando por ahí, todo gracias a esa primera tocada”, añadió el guitarrista de La Castañeda.

El siguiente gran paso para este legado de 35 años fue, sin duda, la grabación de uno de los discos de rock nacional más emblemáticos: Servicios Generales I y II. “La Castañeda ya tenía cierta inercia de estar tocando, la gente ya acudía a vernos”, recordó.

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Estando en Los Ángeles, nos contacta Humberto Calderón y nos pidió una cita para grabar un disco ya con una disquera transnacional y un buen presupuesto en todo este gran proyecto que fue Culebra. Nosotros formábamos parte de todo un movimiento que creo que no se ha repetido de nuevo, donde había una escena que las mismas bandas formábamos”, mencionó Omar.

El público estaba muy sediento y a la expectativa y esa escena se construyó así, entre el público y las bandas. Con Culebra grabamos entonces el Servicios Generales, pero ya con tiempo, no en dos días. Esta fue nuestra primera incursión a estos grandes estudios que están en vías de extinción, donde se habían grabado las grandes estrellas de rock”, continuó.

Para nosotros era muy impactante estar en una sala donde había estado cantando Robert Plant o los Doors. Así que lo grabamos como la primera vez e incluimos como cinco o seis temas más que no había dado chance de incluirlos en el primer acetato”, agregó uno de los miembros fundadores de la banda.

De este álbum se desprenden varias anécdotas pero una en específico nos remite a la creación de uno de sus más grandes himnos. “Recuerdo que habíamos terminado nuestro tiempo asignado y el ingeniero nos dijo: ‘tienen cerca de dos horas más de estudio antes de salir de grabación e irnos a la mezcla, ¿quieren hacer algo más? Y había una canción se compuso en un sótano en Viena, que se llama ‘Transfusión’”, recapituló D’León.

Como ya no daba tanto tiempo para grabarla toda la banda y con toda la instrumentación, Edmundo, nuestro bajista y compositor, empezó a tocar la canción y la empezaron a grabar de manera espontánea. Entonces, así fue que entró uno de los grandes himnos de La Castañeda. Por eso está grabada a bajo y voz. Fue una toma muy natural, muy emotiva, muy sentida, que después nos daría una gran sorpresa por el impacto y el recibimiento que tuvo entre la gente”, añadió.

Imagen de uno de los primeros shows de la banda.

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Algo que también marca a la banda es el tema de la locura, algo notorio desde el mismo nombre de La Castañeda. “Nosotros fuimos bautizados. No fue un nombre que inventamos o que pensamos. Nos dijeron: ‘ustedes están como para La Castañeda. Ese viejo dicho que implicaba que estabas demente”, dijo Omar.

“Entonces, dentro de todo el concepto que nosotros tenemos, queríamos desarrollarlo con todo el antecedente que teníamos de estar trabajando con espectáculos que querían ir más allá. Y la locura era un tema que nos daba mucha tela de dónde cortar. Con el que de inmediato nos identificamos”, declaró.

“Ese concepto fue evolucionando a la par de las letras, la música y en él cabe todo. La Castañeda está llena de diversidad. Entre nosotros tenemos gustos muy distintos, a veces opuestos. Y decidimos que todos iban a tener un lugar dentro de la banda”, explicó.

Es por eso que somos difíciles de clasificar, porque no somos estrictamente rock, ni urbano, ni rock latino. Somos una banda que amalgama todo este equipaje musical que traemos entre los tres y que ha sido toda una aventura y reto tratar de conjuntarlo. Ese es uno de varios logros que tenemos”, señaló el multifacético artista.

Así fuimos tomando nuestra propia personalidad, un poco desobedeciéndonos. Nosotros seguíamos el camino que nos presentaba la misma banda. Después todo empezó a evolucionar también visualmente, después de los primeros experimentos que eran terribles y donde la gente de repente se enojaba en los conciertos por lo que veía porque estábamos experimentando con cosas muy transgresoras visualmente”, dijo.

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“Todo esto empezó a agarrar su propia forma, de tal manera que cuando llegamos a la grabación del Globo Negro ya habíamos experimentado todas estas primeras incumbencias y le estábamos dando más forma a nuestro concepto, abriendo otra etapa muy importante para La Castañeda”, apuntó el músico capitalino.

Pero la banda que guarda las llaves de este manicomio musical también ha hecho covers interesantes, destacando uno que también se convertiría en un himno para ellos: “El loco”, de Javier Solis. “Mucha gente estaba enojada cuando escuchó la rola, sobre todo la gente de la generación predecesora a nosotros. Y todo salió porque Chava siempre tuvo una fuerte influencia de Javier Solís y obviamente todos estamos permeados por la música tradicional mexicana”, comentó.

“Entonces hicimos este arreglo especial para la canción y también fue una gran sorpresa de varias maneras porque así como mucha gente se indignó por cómo estábamos tratando ese tema tan tradicional mexicano, recuerdo que fue la primera vez que yo realmente vi desde afuera el impacto que estaba teniendo La Castañeda”, evocó Omar.

“Fue un cover muy afortunado, creo que el arreglo está muy bien logrado y recientemente hicimos una reversión del mismo para el espectáculo de Trióptica, que también está muy muy interesante porque tuvo varias versiones y no es el único cover que hemos hecho pero ‘El loco’ ha sido sin duda el más emblemático que tiene la banda”, manifestó.

A mí me llama la atención que a través de esta rola y su versión en rock, se juntaron generaciones. Porque el jefe de la casa la escuchó con Javier Solís pero el chavo la oye con La Castañeda”, explicó Oswaldo.

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Y en nuestros conciertos muchos papás van con sus hijos a los conciertos y nos han dicho que a través de esas dos versiones, ellos tuvieron un acercamiento que unió a generaciones de padres e hijos a través de una canción”, sumó.

Si bien el término es algo que le encanta abordar a estos gitanos dementes, es cierto que su percepción al respecto no es tan tajante o común.

Hay muchas cosas que calificamos como locura y que sí es algo grave cuando es un tema clínico, pero el concepto de La Castañeda es ver la delgada línea en dónde puede uno estar loco o dónde tú puedes cuestionarte qué tan normal eres con tu vida cotidiana y qué tan loco estoy yo con mi locura, con mi onda”, rememoró el guitarrista de la banda.

“Recuerdo una que vez fuimos a tocar al psiquiátrico del Fray Bernardino y la idea era que los internos salieran al patio a cierta hora y nosotros teníamos que estar ya listos con todo”, comentó.

“Pero después de la tocada, estuvimos platicando con algunos de los internos, pero no se me olvida alguien que nos dijo: ‘¿ustedes saben para qué están esas paredes ahí? no es para que nosotros no nos salgamos, es para que los de afuera no se metan. Eso define mucho el concepto de cómo tratamos nosotros a la locura”, afirmó ‘Oz’.

Y es que la locura forma parte de esa generación que escuchó y fue marcada por ese movimiento rockero de tantas bandas como La Castañeda misma y otros exponentes que, de alguna manera, eran vistos como parias por sus gustos musicales, algo que también ha cambiado en estos 35 años.

Foto de su presentación en el Vive Latino 2024.

Cortesía/OCESA

En los últimos años, se acercan muchos chavos que agradecen mucho cuando hay conciertos que son para todas las edades porque de repente se quedan afuera y nada más nos ven a través de las redes. Pero la mejor manera de conocernos es en un concierto en vivo. Es bonito ver que ahora llega ya otra, otra nueva generación que dice que su tío o su papá nos escuchaba”, expuso Omar.

“Y hay muchísimas anécdotas, muchísimas pláticas, algunas muy intensas porque curiosamente, cuando pasas por un momento de tu vida difícil, siempre la música te acompaña. Además están esos adolescentes curiosos que siempre están buscando y escarbando”, dijo.

“Y de repente se encuentran con una rola que no conocían y para ellos es nueva, descubriendo que esa canción probablemente tiene más años que ellos mismos. Ahí se forma un puente muy padre que se ha ido estrechando durante los últimos años”, acotó.

Esa evolución del rock y su percepción es algo que La Castañeda ha vivido en su carrera de forma activa y que comenzó desde hace tiempo en las tocadas masivas de Ciudad Universitaria.

Ahí fue cuando el rock mexicano y la escena de todas estas bandas que lo conformábamos, nos paramos a decir lo nuestro, a soltar nuestra postura y a demostrar que el rock no era ningún paria, ni era un género clandestino o algo que tuviera que esconderse con vergüenza”, expresó el músico.

“Con estos masivos que convocaban a tanta banda, a tantos artistas, a tanta gente de los medios, todos unidos para simplemente hacer los conciertos y romper con esta satanización que había”, reveló D’León.

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“De ahí, pudimos acceder a escenarios como el Monumento a la Revolución. Me acuerdo un par de grandes conciertos ahí, que en ese entonces ni soñarlo, Tuvimos por ahí una tocada con Santa Sabina, estaba lloviendo intensamente y la gente no se movió y siguió todo el concierto así, de una manera más”, comentó.

“Posteriormente accederíamos al Zócalo, y una de esas veces fue un aniversario de La Castañeda un Día de Muertos, donde convocamos a esta gran ofrenda por parte de la gente y de nosotros, convirtiendo el lugar en un gran altar de muertos, algo muy significativo”, confesó el artista.

Finalmente, La Castañeda habló del inesperado adiós que anunciaron, dejando la puerta abierta a esta demolición para tiempo después de la celebración de tres décadas y media de música.

“La verdad apenas se está planeando la despedida. Estamos ahorita enfocados en terminar de hacer este 35 aniversario que empezó desde el Vive Latino y ahora va la conmemoración oficial, en donde ya no estás en un festival, sino en un concierto totalmente de La Castañeda. La demolición del manicomio todavía tardará para que se finiquite por ahí del 2025”, reconoció Oswaldo.

“La continuación del festejo en el Pepsi Center la tenemos el 13 de septiembre, y como todos los años, los conciertos de aniversario son especiales. Son ediciones especiales. Ahorita justamente estamos en pláticas para definir la lista de canciones. Estamos tomando muy en cuenta al público”, expresó.

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Hay temas que no pueden faltar y son obvios, pero también nos gusta integrar algunas cosas que no hemos presentado antes. Tratamos de que cada show sea mejor y que tenga un giro distinto al anterior. Entonces, sí va a haber algunos cambios, va a haber algunas sorpresas. Y ningún concierto es igual. Ahorita vamos paso a paso. Los planes a mediano y largo plazo siempre son muy nebulosos”, reconoció Omar.

“En mi experiencia, La Castañeda ha hecho planes detalladamente que han salido completamente distintos. La vida te lleva por caminos que no esperabas. Y a veces son mucho mejores”, mencionó.

Pero ahorita, lo que estamos viendo, nuestro objetivo directo principal, es esta tocada y la celebración que viene acompañada de varios conciertos más. Vamos a estar en Estados Unidos, luego en algunas plazas del interior de la ciudad. Luego daremos paso a lo que venga el año que viene”, dijo.

Y es que el manicomio aún tiene un par de temas que cantarle a la locura a sus eternos reclusos.

“A la par de ‘Vapor’, grabamos varios temas más y esperaría que pudiéramos dar a conocer algunos de ellos que están ahí grabados y esperando ver la luz. Porque se grabaron como cinco temas más donde ninguno es igual al otro. Esto solo fue una muestra, lo demás es completamente distinto pero forma parte de la esencia de La Castañeda y el tener esta diversidad musical”, concluyó el guitarrista de la banda.