‘Divina Comida’, un reality donde se sinceran las celebridades desde los recuerdos del paladar
ENTREVISTA. En Crónica Escenario charlamos con Karla Camacho y Luis Fernando Peña, dos de los anfitriones de esta entrega, quienes compartieron la mesa al lado de Julio Cesar Chávez y Yeri Mua
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Imagen de 'Divina Comida' en la temporada 3.
La mesa está más que puesta, nuevas conversaciones llegan a Divina Comida temporada 3, conversamos en Crónica Escenario con Karla Camacho y Luis Fernando Peña, dos de los anfitriones de esta entrega, quienes compartieron la mesa al lado de Julio César Chávez y Yeri Mua.
“He sido fan de realities shows de comida, pero realmente no cocino tanto, pero la experiencia tiene consigo un contraste interesante, el poder sentarte a la mesa y convivir con demás personas y, sobre todo, que puedan probar lo que tú haces, es algo nuevo para todos”, dijo Karla.
La serie se encuentra disponible en Max y Home & Healt, la cual, consideran un experimento, más que social, es de intimidad, ya que abren las puertas de su hogar a personas completamente opuestos a ellos, y que muchas veces conocían solo por verlos mediante una pantalla.
“Eso es lo más grande de este programa, que mostramos una intimidad de cada uno de nosotros, la cocina es un toque de vulnerabilidad, ya que al menos en mi caso, es una forma de expresar muchas cosas, el cómo sirves, lo que cocinas y cómo es que recibes a cada una de estas personas”, señaló Luis Fernando.
Divina comida ha logrado reunir a distintas personalidades en etapas anteriores, tales como Alex Lora, Belinda, Emmanuel, Rafa Márquez, Itatí Cantoral, por mencionar algunas, y esta tercera entrega viene cargada de talentos de todo tipo como Jaime Maussan, Mariana Ochoa, Mara Escalante, Alex Fernández y más.
“Es un formato cómodo y divertido tanto para el invitado, como para el anfitrión, no había otra manera de hacerlo. Suelen salir anécdotas muy padres y recibir a gente que admiras y has visto en la tele, desde que yo era chiquita, y ahora poder abrir las puertas de mi casa, fue brutal”, señala Karla.
Mientras que, para Peña uno de los momentos que más se gozó fue, “las conversaciones que se generan, donde no hay guiones, no hay máscaras, ni personajes que cuidar; además de la brecha generacional en cada uno de nosotros, eso es lo que le termina dando el sabor a la mesa”, subrayó.
Divina Comida ha sido un encuentro de conversaciones, mismas que se generan a raíz de sentarse en la mesa, literalmente a comer, así como la llamada sobremesa.