Escenario

Kesmar aborda el lado positivo de la insatisfacción en ‘Always Chasing Rainbows’

RESEÑA. El compositor australiano muestra su evolución musical con el disco más exitoso de su carrera hasta ahora

música

El cantante Kesmar.

CORTESIA

Con dos EP en su haber, Kesmar acaba de lanzar su álbum debut, Always Chasing Rainbows, y con ello, nos da su perspectiva de la insatisfacción con un tono positivo de crecimiento personal. El compositor y productor australiano, de nombre real Nathan Hawes, ha estado perfeccionando constantemente su oficio durante los últimos años, pero Always Chasing Rainbows, publicado a través de Arts & Crafts México, marca su lanzamiento más exitoso hasta la fecha, habiendo profundizado más que nunca en su oficio de producción y proceso de composición, anclado por su amor por todo lo analógico.

Basándose en los sonidos de tonos suaves de la década de 1970, escuchar Always Chasing Rainbows es como dar un paseo por la tarde a través de un jardín mientras se comen hongos (los pájaros cantan, el sol brilla, las vacas cercanas mastican). Rebosante de cálidos sonidos analógicos, riffs de guitarra mantecosos y estribillos que te derretirán en el oído, Kesmar pinta con una paleta de tonos dorados en ocho pistas alegres, donde cada canción podría ser la banda sonora de un montaje de película donde el protagonista es un hippie divertido. O algo así.

Tras el lanzamiento de su segundo EP, Forever Holiday, en 2021, Kesmar originalmente planeó grabar una vez más el álbum con el productor Tobias Priddle (a quien le da crédito por haberle enseñado cómo juntar las “piezas del rompecabezas” cuando se trata de ingeniería). Pero cuando golpeó su bloqueo, decidió tomar el asunto en sus propias manos.

Portada del disco ‘Always Chasing Rainbows’.

CORTESIA

Cuenta el músico que se quedaba despierto toda la noche y leía entrevistas sobre cómo se grababan los álbumes clásicos y luego llevaba esas ideas al estudio. Fue así que empezó a acercarse al sonido que había escuchado en su cabeza todos estos años. Para Kesmar, un enfoque analógico era primordial, lo que le permitía explorar la paleta sónica de esos discos del pasado en un contexto moderno, creando un sonido atemporal. Grabar en cinta es una práctica casi diaria para el compositor, que encuentra consuelo en el proceso, donde (a diferencia de la grabación digital) las imperfecciones no se pueden borrar fácilmente y, como consecuencia, cada toma se vuelve especial a su manera.

Es un ciclo constante, una forma de grabación increíblemente simple que lleva muchos meses aprender, pero al australiano le encanta el elemento de interpretación de la grabación en cinta. Para Kesmar, este proceso de perfeccionamiento constante es lo que alimenta su amor por la música, y de lo que se trata realmente Always Chasing Rainbows.

El álbum trata de ese sentimiento de estar constantemente insatisfecho, en el buen sentido. Los artistas siempre están persiguiendo algo más, y para él es esa canción la que captura un sentimiento que espero tener para siempre. Sin embargo, dentro del disco, está insatisfacción no se ve como algo malo, sino como un constante viaje de aprendizaje y evolución. La pregunta de “¿qué sigue?” tiene un potencial infinito para el compositor, para quien siempre existe la promesa de otra canción, otro arcoíris a la vuelta de la esquina.