Escenario

Lorenzo Vigas: “El cine se tiene que acercar a la vida y no maquillarla”

ENTREVISTA. El cineasta ganador del León de Oro de Venecia en 2015 forma parte de la tercera muestra de cine venezolano en la Ciudad de México, Venezcine

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Imagen del cineasta en la muestra de Venezcine.

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La tercera muestra de cine venezolano en la Ciudad de México, Venezcine, comenzó sus actividades en la Facultad de Cine, nueva sede para este festín cinematográfico que busca fortalecer los lazos entre Venezuela y México a través del séptimo arte. La primera cinta elegida para este ciclo fue La caja, de Lorenzo Vigas, realizador y guionista nominado al Ariel este año y ganador del León de Oro en el Festival Internacional de Cine de Venecia en 2015 gracias a su filme Desde allá. En Crónica Escenario charlamos con el artista acerca de la fuerza del arte, su más reciente cinta y esos vínculos necesarios entre la comunidad latina.

Este lugar se ha convertido en la capital cultural de Latinoamérica como lo fue en su momento Sao Paulo o Buenos Aires. Es muy interesante poder ver esta mezcla cultural derivada de la efervescencia viva que existe en esta ciudad por todo el mundo que converge en ella. Esa realidad hay que plasmarla en eventos como éste, que son una consecuencia de toda la riqueza que ya tiene la Ciudad de México”, comenzó reflexionando Vigas acerca de la importancia de Venezcine.

“Cuando llegué aquí hace 22 años, no había un solo venezolano, me parece que fui si no el primero que llegó acá, sí uno de ellos. Pero yo no salí de mi país por motivos políticos, sino porque quería aprender y estudiar para crecer. Recuerdo mis clases con Guillermo Arriaga y otros grandes que me ayudaron a hacer cine. Pero la realidad ahora es que cada vez hay más venezolanos aquí y que la comunidad pueda verse plasmada en eventos como éste me parece buenísimo”, añadió el artista.

La industria cinematográfica de Venezuela parece vivir un ‘boom’ en cuanto a sus historias, resonando a través del mundo. Al respecto, Lorenzo opinó: “No es un secreto que Venezuela ha atravesado momentos muy duros. Es en esos lugares donde la realidad es cruda donde a veces existe un miedo a expresarse. Por ello, los artistas de esos países están obligados a contar historias, algo que no es nuevo”, dijo.

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“Hay que recordar cómo en la España más jodida fue que nacieron los grandes nombres españoles, cineastas y pintores, toda esa ola de artistas que surgió de ese sufrimiento. En Venezuela hay algo que está produciendo creadores, no solamente cineastas, muy interesantes y es grato saber que hay muestras como Venezcine que le ofrezcan un lugar a estas obras para poder verlas”, agregó.

Asimismo, es innegable para el director y guionista que este intercambio ha producido frutos para ambas naciones. “Creo que hay una cosa del venezolano que llega a México y se enriquece con la cultura de aquí, pero es curioso porque también le ofrece al país toda esa cosa del caribe que trae Venezuela, esa mezcla afroindígena que es también muy rica. Es una situación donde todos ganamos pues nos han recibido acá muy generosamente”, señaló.

Me formé como director aquí, he hecho grandes amistades y colegas como Arriaga, Franco, Juan Carlos Rulfo, por lo que tengo mucho que agradecerles pero también el país se beneficia de esta migración con lo que traje”, añadió.

Un ejemplo de ello es La caja, cinta que ha tenido una corrida importante en festivales internacionales y que es la primera que Vigas filma fuera de su país natal, resaltando esos lazos con grandes compañeros de la industria como Michel Franco y Paula Markovitch.

Era un pendiente que tenía, filmar acá. Me han comentado que parece un proyecto filmado por un mexicano, que honestamente, creo que ya lo soy. Para mí, el cine es un trabajo donde las colaboraciones son sumamente importantes. En mi caso, creo en aquellas que son a largo plazo y que comienzan siendo amistades que trascienden y permean en algo más profundo”, explicó.

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Lo que pasó entre Michel y yo fue que comenzamos casi al mismo tiempo haciendo cortos y algo entre nuestra sensibilidad hizo que nos uniéramos. Además tenemos una visión similar de lo que debe ser el cine, lo cual es importantísimo porque este tipo de asociaciones después le dan fuerza a la obra. Hay una relación entre sus películas y las mías y me parece que eso es bueno aunque cada uno tiene sus obsesiones diferentes, pero hay algo que tiene que ver con un movimiento, en donde metería también a Amat Escalante, que tiene que ver con un cine con un corazón similar”, confesó.

“En el caso de Paula, el guion de La caja lo trabajamos en un principio junto a Laura Santullo. Pero fue con Markovitch que terminamos de elaborar el guion que fue toda una aventura porque yo tenía una idea que salió de ver un noticiero de televisión. Veía cómo había gente que iba a buscar a sus seres queridos y les entregaban sus restos. Inmediatamente me plantee la interrogante de un niño que va a buscar a su padre pero que ve a un hombre similar a él y lo que pasaría después con ello. Ese fue el punto de partida, después desarrollamos la historia donde entendimos mejor a los personajes”, agregó Vigas.

Hablando de la construcción de ese emotivo pero duro relato que es La caja, Lorenzo manifestó la importancia de sus protagonistas para lograr que el relato funcione. “Estoy muy contento con el resultado que dio el personaje de Mario, interpretado por Hernán Mendoza, porque es muy complejo en el sentido de que puedes verlo como el villano pero también es una víctima del propio sistema. Es una persona humana dentro de este círculo perverso de las cosas que tiene que hacer, pero además es un padre de familia. Paula fue fundamental en ese proceso”.

Con Haztín Navarrete también me alegra haberlo encontrado y que realmente encarnara en carne propia a este personaje que estaba escrito. Pero él mismo tenía toda una cantidad de experiencias, sufrimiento y situaciones que le dieron una vida real al rol. Esa combinación de ambos funcionó muy bien para la historia”, complementó.

Fotograma de 'La Caja'

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Algo característico del cine de Lorenzo Vigas es, justamente, ese espectro de humanidad donde las etiquetas de buenos y malos no existen en sus personajes. “Es muy interesante para mí presentar roles que, como espectador, te puedas identificar con ellos. Todos somos algo malvados y algo generosos, aunque algunos son más lo primero”, expresó.

Pero al final, incluso los más malos tienen un lado bueno y me parece importante, siendo bombardeados de contenido donde se estereotipa a la gente, el hacer cine donde ellos sean de carne y hueso sin caer en estereotipos fáciles. El cine se tiene que acercar a la vida y no maquillarla. La experiencia debe ser catártica y no la consigues a través de un producto así, sino con una conexión emocional interior, aunque la misma sea molesta, rechazada o algo por el estilo”, acotó.

Pero uno de los más grandes retos fue la locación, ni más ni menos que el estado de Chihuahua, para dar vida a todo lo que rodea a La caja. “Eran condiciones muy complicadas junto a las locaciones tan alejadas entre sí. La maquiladora está en Ciudad Juárez, pero también estuvimos en Creel, en San Juanito, entre otros. Recorrimos todo el estado tratando de conseguir que hubiera una belleza estética que contrastara con la realidad tan dura que el niño estaba viviendo”, afirmó el venezolano.

El tema de las y los buscadores de desaparecidos en el país también permea en el relato de La caja, pero curiosamente es algo que, de inicio, no se presentaba realmente en el guion de Vigas y Paula.

Cuando empecé a entender la realidad del norte, de las maquiladoras y todo lo que implica, me dije que tenía que estar en la película. Fue algo que entró de forma muy orgánica pues el filme habla más sobre la identidad de este chico que la está buscando, pero también está la identidad de los desaparecidos. Es una temática presente en todo el filme. Al final todo se resuelve en la decisión de Huatzín que la acepta o rechaza. Por eso el tema de las desaparecidas no se siente como algo forzado, pues es una dura realidad del lugar”, aseveró el director.

Finalmente, Lorenzo nos adelantó emocionado un poco de la exposición que comenzará el próximo 12 de octubre en el Museo de Arte Moderno acerca de su padre, Oswaldo Vigas, que será acompañada con la exhibición del estreno en la Cineteca Nacional del documental El vendedor de orquídeas, dirigido por él, a partir del viernes 13.

Estoy muy feliz de ello, quisimos que la película y la exposición estuvieran a la par, similar a lo sucedido recientemente con Remedios Varo. Me entusiasma que podamos conocer más de su obra que es profundamente americanista y muy cercana a México”, apuntó.

En los años 50, los artistas buscaban tendencias estéticas más internacionales, pero existían otros que miraban hacia adentro, por eso se llama así la exposición. Oswaldo miró hacia dentro de este continente, así que estoy muy alegre de que se conozca aquí el trabajo de mi padre y que puedan ver este proyecto documental que hice en colaboración con Valentina Leduc, que fue importantísima en el proceso pues, como la cinta es tan personal ya que hablo de mi familia e historia, es difícil tener la frialdad de darse cuenta lo que funciona y no. Fui muy afortunado de poder hacer este viaje con ella”, concluyó entusiasmado el ganador del León de Oro.