Escenario

La Mostra recuerda a precursoras del porno italiano con ‘Diva Futura’

COBERTURA. El filme dirigido por Giulia Louise Steigerwalt, no solo muestra el origen de esta industria en Italia, sino también el deseo oculto de los italianos, gobernados casi siempre por la Democracia Cristiana

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Pietro Castellitto, Giulia Louise Steigerwalt y Barbara Ronchi en la presentación de ‘Diva Futura’ en Venecia.

EFE/EPA/ FABIO FRUSTACI

El Festival de Venecia rememoró este miércoles los orígenes de la industria pornográfica italiana y a sus “mitos” como la actriz Cicciolina con la película Diva Futura, desvelando un fenómeno y los “deseos ocultos” de toda una sociedad para competir por el León de Oro.

He decidido contar ese mundo porque fue muy sorprendente para mí, me esperaba de todo menos eso. Profundizando he hallado temas extremadamente contemporáneos y actuales”, explicó en una rueda de prensa la directora de la cinta, Giulia Louise Steigerwalt.

Diva Futura es el nombre de una productora de películas y otros formatos eróticos y pornográficos fundada en 1983 por el empresario Riccardo Schicchi y su esposa, la actriz y “gurú del amor” Ilona Staller, mundialmente conocida como Cicciolina.

La película, producida en colaboración con Netflix, recuerda cómo aquella empresa de actrices y actores logró revolucionar la cultura de masas italiana introduciendo un nuevo fenómeno, el porno, inspirado en la utopía del amor libre.

Diva Futura hizo que actrices como Cicciolina, Moana Pozzi o Eva Henger se convirtieran enseguida en ‘pornostars’, divas de fama mundial, aprovechando la expansión de las televisiones en las casas de los italianos y de las grabadoras.

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Pero la película, marcada por la comicidad de su protagonista, Pietro Castellitto, que hace el papel del empresario, desemboca en los distintos finales que tuvieron cada uno de los personajes de esta “familia”, en palabras de la realizadora.

Se muestra aquella parábola maravillosa y brillante que luego derivó en lo opuesto de lo que se quería crear al inicio”, explicó.

Cicciolina llegaría incluso a diputada por el Partido del Amor, fundado con Schicchi, mientras que Moana lanzaba su candidatura como alcaldesa de Roma (moriría con solo 33 años a causa de un cáncer, aunque la rumorología sugirió que fue víctima de sus relaciones con gente poderosa de medio mundo).

La cineasta explicó que la intención de aquella industria neonata y en particular de Schicchi, fallecido en 2012 en Roma, era presentar un erotismo “contrario a la violencia”.

Y esto, a su parecer, no tiene nada que ver con lo que ocurre en la actualidad.

Ahora asistimos a una difusión de la pornografía enorme. Antes se difundía con VHS y ahora tenemos datos que apuntan a que el primer contacto con este material es a los 12 años. Y la mayor parte del porno es violento o plantea en la mente de las personas modelos extremadamente negativos en los que la violencia, generalmente sobre mujeres, es algo silencioso que ocurre y de lo que no se habla”, denunció.

Diva Futura, narrada a través de la mirada de la secretaria de la agencia, no solo muestra el origen de esta industria en Italia, sino también el deseo oculto de los italianos, gobernados casi siempre por la Democracia Cristiana y con el Vaticano como centro neurálgico del país desde hace dos milenios.