‘Niños polvo’, una consciente mirada al universo de la niñez en tiempos de guerra
ENTREVISTA. El dramaturgo veracruzano Zaid Rolva presenta una puesta en escena sobre la pérdida y la infancia con base en la visión imaginativa de los niños en el Nuevo Teatro Versalles
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Se presentará los siguientes cinco domingos a partir del 12 de marzo en el Nuevo Teatro Versalles.
Infancia, recuerdos, memoria, guerra, realidades fantásticas, soledad y duelo son algunos de los temas que se pueden encontrar en la puesta en escena Niños polvo, escrita y dirigida por el dramaturgo veracruzano Zaid Rolva, con quien Crónica Escenario mantuvo una plática amena sobre la obra de teatro y la inspiración que condujo a la creación de la misma así como los pormenores de la nueva temporada.
“Esta temática salió de algo muy personal, la pérdida de dos niños en mi familia, muy cercanos que dejan este dolor de la pérdida, este duelo en lo particular, en este momento uno no sabe qué hacer, luego después de unos años llega esta noticia, en el 2018, de tantas muertes de niños en Siria, esto llega a redes y se vuelve muy impactante para mi, en particular una de las imágenes donde hay niños que salen de los escombros y están totalmente cubiertos de polvo, si fue por el hecho de recordar pero también por da un poco de voz a la situación”, recordó Rolva.
Luego de una difícil situación personal experimentada y de observar imágenes de la guerra en Siria, en específico a los niños damnificados, Zaid Rodríguez Silva enfoca su sentir en la creación de la obra teatral Niños polvo, una epopeya fantástica sobre un par de hermanos sumergidos en la catástrofe de la guerra y separados por la misma, donde buscan encontrarse y no toparse con la terrible realidad.
La historia nace por la perdida familiar de dos niños del dramaturgo Zaid Rolva.
Samir de 12 años crea un mundo imaginario para proteger a Orión, su hermano menor de siete años. Pero el estallido de una bomba los separa y Orión dedica toda su energía en buscar a su hermano, transitando entre el doloroso mundo real y el fantástico universo imaginario, donde lo acompañan una frágil muñeca de porcelana, un libro parlante y un niño recolector, sin saber que en medio de su ardua búsqueda van a encontrarse con lo que más temen…
De esta forma lo describe la sinopsis oficial, pero la historia va más allá de lo que se puede describir en un párrafo, las temáticas tocadas por ella son mucho más profundas como en primera instancia lo es la guerra. Si bien está inspirado en primera instancia en los niños sobrevivientes en Siria, es innegable que es un espejo de todos los conflictos armados del mundo como en Ucrania actualmente.
“Esta obra es una cachetada con guante blanco para muchas personas adultas porque a fin de cuenta todas las experiencias y acciones buenas o malas son a partir de decisiones de los adultos y los que salen perdiendo son los niños, son regularmente las personas mas indefensas, queremos crear conciencia de que nosotros como adultos tenemos que poner nuestro granito de arena para que esto mejore y sea más positivo”, remarcó el actor Luis Baéz.
La historia está mezclada con la fantasía.
Pero no solo se queda ahí, el tema bélico y sus supervivientes también se traslada a otros ambientes donde estén involucrados infantes, como lo es el crimen organizado, la violencia intrafamiliar, el abandono, la pobreza y hasta el bullying, cuestiones que obligan a los niños a crear una forma de lidiar con esto, a veces real, a veces fantasia.
“Habla de los niños, pero no sólo de esta guerra o la de Ucrania, sino de los niños que han vivido las guerras, todas ellas, y sobre todo la situación que atraviesan tanto emocionalmente con la pérdida o con la orfandad y quise ser empático, no en lo material (...) aparte no solo estamos hablando de la guerra y de las bombas sino la guerra que viven los niños aquí en México, con el narcotráfico o las guerras que viven en sus propias casas y ver todo esto desde el juego, desde la empatía”, aseguró el creador.
Es precisamente esta característica de afrontar las dificultades la que dota de magia a la puesta, con la inclusión de personajes imaginarios que podrían representar valores sociales y morales como la perseverancia, la esperanza, la fe, pero también negativos como la traición, la venganza o la misma guerra.
Una parte destacada de la producción es el vestuario y caracterización de los personajes.
“Esta forma de afrontar las problemáticas fue un poco como lo que hacen en La vida es bella, donde el papá le crea al niño una idea de juego y sonreír, eso es Niños polvo también”, explicó Rolva. “Pero también los niños están conscientes que están en una guerra, crean está fantasía pero saben perfectamente lo que está pasando”, complementó la actriz Ana Lilia Herrera.
Según el creador de Niños polvo, la moraleja y el gran tema que se puede rescatar de la misma es la memoria, los recuerdos que siempre nos acompañan y que nos ayudan a sobrellevar las vicisitudes de la vida, hasta los más oscuros y peligrosos momentos.
Algo que es inevitable pensar sobre Niños polvo es la influencia que tiene de filmes con situaciones similares, como Pinocchio y El Laberinto del Fauno, de Guillermo del Toro, películas que tienen como tema principal la niñez, la guerra, los universos oníricos y desde luego las criaturas fantásticas.
Parte del arte de la obra se inspira en el cine de Guillermo del Toro.
“Soy muy fan de Del Toro, y claro que tiene toques del cineasta, si me inspiro y si hay guiños a él, es un homenaje tambien, aparte me gusta ese tipo de arte que vincula la fantasía con la oscuridad de la humanidad y resaltar, para hacer conciencia y que lo pueda ver cualquier público”
En este universo de criaturas fantásticas el elenco lo componen Zaid Soto quien da vida a Parlante un libro que habla y que alterna con Luis Báez; Ana Lilia Herrera interpreta a Mamá Cuervo; Claudia Olivia dota de vida a Siria y a la Muñeca de porcelana; Nara Hernández personifica a el hermano menor Orion; Zaid Rolva es el hermano mayo Samir así como al Rey Escorpion, uno de los antagonistas.
Finalmente la moraleja de la historia según la compañía teatral, Tembalí, se podría resumir en grandes temáticas, los recuerdos y su importancia, la dualidad y conciencia de la humanidad, que la gente no es desechable, la inocencia de la niñez, el duelo y poder soltar.
Una obra que sin duda tiene mucho corazón.
Niños polvo se presentará por una breve temporada los domingos 12, 19 y 26 de marzo, así como el 2 y 9 de abril, en el 4to piso del Nuevo Teatro Versalles, en la colonia Juárez, en punto de las 13:00 horas, venta de boletos en taquilla.