Escenario

OneRepublic en el Auditorio Nacional: Universos musicales únicos

COBERTURA. La espera no sólo fue mágica, sino que valió toda la pena, pese al poco tiempo de concierto

música

OneRepublic en el Auditorio Nacional.

ADRIÁN CONTRERAS

La banda oriunda de Colorado, OneRepublic, regresó a la Ciudad de México para cautivar y llevar a todos sus fans a universos qué sólo pueden encontrarse por medio de su música y shows en vivo.

Sin duda alguna el Auditorio Nacional ayudó a que la audiencia y la banda pudieran acercarse de una forma más íntima, amorosa y por supuesto con admiración y es que el público agotó la fecha de los músicos desde hace semanas y se pusieron de acuerdo para realizar diferentes actividades y proyectos dentro del concierto.

El área general de frente estaba abarrotada muy cerca del escenario, ya que acondicionaron para que los asistentes pudieran estar de pie, acción qué pocas veces sucede en el Coloso de Reforma. Terminaba “Toxic”, de Britney Spears, cuando los acordes iniciaron y las luces se apagaron.

Un espiral enorme giraba al fondo y “Artificial Paradise” sonaba, además de ser el nombre de este tour y dio inicio con estruendos, serpentinas amarillas y con un Ryan Tedder muy contento. Siguieron “What you wanted” y “Kids”.

La banda ofreció lo mejor de su repertorio.

ADRIÁN CONTRERAS

¿Saben? Esta fue de nuestras primeras canciones, espero se la sepan”, fueron las primeras palabras que ofrecieron y continuó “Stop and stare”, seguida de “Good life”.

Muchas gracias Ciudad de México, los quiero mucho. Esto es impresionante. Somos afortunados de estar aquí, en su ciudad esta noche. Todos han sido maravillosos, además de que ustedes tienen el mejor clima, la mejor comida, realmente México es la verga (sic)”, compartió Ryan, muy cerca del público.

Este concierto fue el primero de la gira sin ser parte de un festival. Lo cual dio paso a compartir más con el público y alargar canciones que incluían violonchelo, violín, metales y órgano. Los integrantes convivían en una fiesta interminable con el público y lograron conectar de manera íntima y personal, justo para llegar a la canciones melancólicas, tales como “Love runs out” y “Secrets”.

En “Rescue me”, Ryan aventó baquetas al público y dio paso a que los demás integrantes se tomaran un descanso.

El concierto fue corto pero enérgico y emotivo.

ADRIÁN CONTRERAS

Ryan Tedder, líder y fundador de OneRepublic no sólo es el creador de la banda, sino que ha sido parte fundamental de éxitos mundiales de muchos artistas y no perdió oportunidad de dar a conocer parte de estas canciones y decirle al mundo qué él escribió y compuso temas mundialmente virales.

Esta noche haremos algo que no hemos hecho en México. He estado 18 años en esta banda. Y por 20 años he escrito canciones para diferentes artistas qué ustedes conocen. Desde Taylor Swift, Justin Bieber, Ozzy Osbourne, Ed Sheeran, U2, The Killers. Siempre estoy escribiendo canciones, no puedo parar, así que les compartiré un poco de esto”, afirmó Tedder.

Tocó “Halo” en piano, canción que hizo conocida Beyoncé. Interpretó temas de The Jonas Brothers, Maroon 5 y Ed Sheeran.

El público cantó todas las canciones, logrando qué fuera emocionante para todos los presentes. El momento clave llegó después, pues el tema que los catapultó al estrellato a nivel mundial tomaba su momento, “Apologize” transformó el Auditorio en un estudio, donde todas las voces se volvieron una.

La banda agradeció la presencia de su público mexicano.

ADRIÁN CONTRERAS

A Ryan le aventaban fotos y firmó todo lo que le pasaron e hincado en el piso cantaba, mientras comenzaba “I lived”, donde los acompañó Mishaal Tamer, artista telonero de su gira.

El show terminó con “Counting stars” y “Lose myself”, famosa por ser un remix con el DJ y productor Alesso.

México. Absolutamente los amamos. Los amo mucho, desde el fondo de mi corazón. Cualquier cosa de ustedes, yo los amo. Son afortunados de vivir en este país. Siempre regresaremos a México. Siempre” fueron las últimas palabras que la banda ofreció como despedida en el show qué duró poco más de 80 minutos.

Una de las grandes postales de la noche.

ADRIÁN CONTRERAS