Escenario

Ozon abre el regreso de la Berlinale transmutado en su “hermano mayor”, Fassbinder

COBERTURA. El reconocido cineasta francés presentó Peter von Kant, una adaptación libre de Las amargas lágrimas de Petra von Kant, con la que busca conseguir el Oso de Oro

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El cineasta francés ganó un Oso de Plata Gran Premio del Jurado en el 2019 por su trabajo en Por la gracia de Dios.

EFE/Clemens Bilan

El director francés François Ozon se transmutó en Rainer Werner Fassbinder y dio así un toque muy franco-alemán a la apertura de la Berlinale, un festival que regresó algo aparatosamente a lo presencial, pero dispuesto a imprimir brío al cine.

Fassbinder (1945-1982) “forma parte de mi aprendizaje”, afirmó Ozón, en la que es su sexta Berlinale con un filme a competición, en este caso Peter von Kant. La última ocasión fue en 2019 con Grâce à Dieu (Por gracia de Dios), ganadora de un Oso de Plata Gran Premio del Jurado.

El cineasta alemán “fue una especie de hermano mayor para mí”, explicó Ozon, feliz de haber contado para ese acercamiento con Hanna Schygulla, musa del fallecido director.

Era la película inaugural de la 72 edición del festival, con 18 películas aspirantes a sus Osos. El Peter von Kant de Ozon es una “versión libre” de Las amargas lágrimas de Petra von Kant, en que Schygulla obviamente ya no es la seductora aspirante a modelo, sino la madre que acuna al bebé grande, Peter --Denis Ménochet”.

“Como ocurre con el teatro clásico, me inspiro en un texto, no me apropio de él”, explicó Ozon. Su Petra es el Peter de Ménochet, un cineasta déspota que esclaviza a su secretario -Stefan Crepon- hasta convertirlo en un siervo depauperado, pero se derrite ante el sensual Amir -Khalil Gharbia-.

Fassbinder estrenó sus Amargas lágrimas en la Berlinale de 1972.

EFE/Sascha Steinbach

Isabelle Adjani se convierte, bajo Ozon, en la estiradísima ex amante Sidone. De mamá Schygulla llega el consuelo en forma de nana, en alemán, al mortificado y obeso a golpes de gin-tonics Ménochet.

“Schygulla me transmitió uno de los conceptos de Fassbinder”, confesó Ozon. “El amor puro no existe”, añadió; en su película, como en el texto del alemán, el amor es un juego de dominio y manipulación.

Ozon no acudió a la presentación ante los medios ni con Adjani ni con Schygulla, aunque sí con Ménochet y Gharbia - “un talento natural”, explicó el cineasta-. La veterana actriz alemana se excusó, a través de una entrevista a un diario alemán, en el temor al contagio, pese a estar convenientemente vacunada y las estrictas medidas de higiene adoptadas por el festival.

Fassbinder estrenó sus Amargas lágrimas en la Berlinale de 1972, tras completar su rodaje en unas pocas semanas y con bajísimo presupuesto. El Peter von Kant de Ozon es un filme rodado en condiciones difíciles, como todos los que se verán, derivadas de la pandemia. Presenta a su personaje como un “confinado emocional”, enclaustrado en su lujoso apartamento.

Las restricciones marcarán también la presente edición de la Berlinale, que recupera el formato presencial después de haber quedado en mero festival virtual en 2021. El acceso a las proyecciones y ruedas de prensa solo es posible previo registro y se exige, además del pasaporte covid, test negativo del día.

DESAFÍOS LOGÍSTICOS Y COMPROMISO CON EL CINE

Alemania está en máximos de contagios e incidencia - este jueves se reportó un nuevo pico, con mil 465,4 contagios en siete días por 100 mil habitantes- y son muchos los desafíos que afrontan los codirectores de la Berlinale, Mariette Rissenbeek y Carlo Chatrian.

Ozon dijo que el rodaje fue complicado a causa de la pandemia.

EFE/Sascha Steinbach

Pero en la Berlinale se defiende que llegó el momento de “devolver el cine a la vida”, como afirmó el director estadounidense M. Night Shyamalan, presidente del jurado que el día 16 repartirá los Osos del festival.

A la apertura con el filme de Ozon seguirán en los próximos días varias aspirantes asimismo francesas: Avec amour et acharnement, de Claire Denis, interpretada por Juliette Binoche y Vincent Lindon; Les passagers de la nuit, de Mikhaël Hers, con Charlotte Gainsbourg; y La ligne, de Ursula Meier, aportará la presencia de Valeria Bruni Tedeschi.

El cine español estará en competición con dos películas: Alcarràs, dirigida por Carla Simón, premio a la mejor ópera prima de la Berlinale en 2017 con Estiu 1993, y Un año, una noche, de Isaki Lacuesta, con Nahuel Pérez Biscayart interpretando a un superviviente del atentado contra la sala parisina Bataclán.

Completa la presencia hispana el filme mexicano-argentino Robe of Gems, de la boliviana Natalia López Gallardo, mientras que por parte del cine alemán destaca Rabiye Kurnaz versus George W. Bush, de Andreas Dresen y centrada en el caso de un germano-turco, Murat Kurnaz, preso en Guantánamo.

Italia recorrerá con Leonora addio el viaje de las cenizas de Luigi Pirandello, de Roma a Sicilia, de la mano de Paolo Taviani, esta vez sin su hermano Vittorio. Y por parte de Estados Unidos acude Call Jane, de Phyllis Nagy, interpretada por Elizabeth Banks y Sigourney Weaver.

Asia tendrá una nutrida representación, con el coreano Hong Sang Soo y The novelist's film, la indonesia Nana, la china Return to Dust, de Li Ruijun, y Everything will be ok, del camboyano Pithy Panh.