Escenario

El Santo: Patrono omnipresente en 107 años dentro de la cultura popular mexicana

CORTE Y QUEDA CLASSICS. El pasado 23 de septiembre se conmemoró el nacimiento de la leyenda de la lucha libre, motivo por el cual recordamos su paso por el cine nacional

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Imagen de El Santo.

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Se dice que los santos, aun naciendo bajo el pecado original, fueron seres que supieron vencer todas las adversidades (carnales incluidas) que se les presentaban durante su vida pre-glorificación. Por supuesto que la vida mortal del festejado en este texto dista mucho de ser así porque nunca tuvo la intención o tendencia de pertenecer al gremio clerical.

Sin embargo, el personaje creado a partir de su alter ego en la lucha libre mexicana, lo elevó a categoría de leyenda trascendiendo el espacio-tiempo de la idiosincrasia mexicana: Rodolfo Guzmán Huerta mejor conocido como Santo, el Enmascarado de Plata que nació un 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo.

LA ARENA ESTABA DE BOTE EN BOTE

Inquieto desde niño, Rodolfo practica varios deportes, pero no fue sino hasta mediados de los años 30 que se inclina hacía la lucha libre. En 1936 toma el personaje enmascarado de El Hombre Rojo ganando algunas peleas.

En la década de los 40 nace El Santo, tal como lo conocemos, de la mano de Jesús Lomelí con quién Rodolfo Guzmán ya llevaba relaciones profesionales en el medio de la lucha mexicana. Al ir ganando luchas, el Santo se vuelve arrogante, lo que, combinado con su natural personalidad taciturna lo convierten en el blanco de los demás luchadores que pretendían ganarle a como diera lugar.

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Cuando El Santo se enfrenta a Black Shadow derrotándolo, pretende quitarle la máscara de forma antideportiva con lo que nace la rivalidad con otro gigante de la lucha: Blue Demon. Mismo con quién pierde el campeonato de forma humillante con dos caídas al hilo. Pero la vida pronto le iba a sonreír al Santo al tener la oportunidad de entrar al cine.

Aun cuando ya existía una película llamada El Enmascarado de Plata (1954) con el luchador Médico Asesino, no fue sino hasta 1962 que nace la leyenda en cine (aunada a la historieta de José G. Cruz que venía circulando desde hacía varios años) con la película Santo contra el rey del crimen dirigida por Federico Curiel “Pichirilo”.

A partir de esa película, la leyenda del enmascarado de plata crecería más allá de las fronteras convirtiéndolo en un ídolo del pueblo y termómetro de pasiones al dividir a la afición en dos: Los que lo seguían a él y los que seguían a Blue Demon, su eterno rival y solo amigo en la pantalla de cine.

Una de sus escenas de acción.

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Fueron 52 películas en las que enfrentó tanto científicos desquiciados como monstruos salidos de las más viscosas entrañas de la Universal Pictures adaptados para los terrores y divertimentos mexicanos.

Seres extraterrestres como zombies y desde luego bellas mujeres espías de naciones que atentaban contra la estabilidad mexicana de los sexenios que le tocó vivir. Y no importaba que apocalíptica fuese la situación a la que se enfrentara el Santo, siempre; Repito, ¡Siempre! Había el tiempo para darse una escapada a la Arena México y cumplir sus compromisos de lucha libre en el pancracio. Es decir, podría la ciudad estar siendo atacada por seres atroces, pero El Santo no faltaba a su compromiso de las 8 de la noche en la México.

Es así que con una trayectoria invicta en el cine nacional que lo elevó a estrella fuera del cuadrilátero, El Santo era una figura heroica y paladín indiscutible en la lucha contra seres salidos de la tortuosa y, eso sí, muy prolífica imaginación de guionistas y directores que buscaban enemigos y monstruos cada vez más creativos, garigoleados y sin compasión para ponerlos al nivel del enmascarado y que, por circunstancias que nadie sabe todavía, son sumamente aptos para la lucha libre y sus reglas aplicadas aún fuera del ring.

Y así pasaron décadas de pancracio y cine hasta que, una vez retirado completamente de la lucha, Santo muere el 5 de febrero de 1984 a la edad de 67 años víctima de un infarto; lo único que pudo derrotar al guerrero de plata en el plano terrenal.

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Y en estas fechas, a 107 años de su nacimiento, Santo, El enmascarado de plata, es un icono inamovible y venerado de la cultura popular mexicana de todos los tiempos incluso a nivel mundial.

Y en el hipotético caso de que llegaran extraterrestres (¡Espero sinceramente que sean Maura Monti o Eva Norvind!) a México y me pidieran que les mostrara solo 5 películas para entender al Santo y su mitología, me inclinaría, luego de mucho pensar y sacrificar varias, por estos títulos sin orden específico:

Santo en el museo de cera (Alfonso Corona Blake, 1963)

Una de las películas menos afortunadas (pero no por eso debe dejarse de ver) del Enmascarado de Plata que, en esta ocasión, retoma sus habilidades detectivescas para encontrar a su amiga fotógrafa Susana vista por última vez en el museo de cera del Prof. Karol. Las pesquisas llevan al Santo a descubrir un siniestro plan del Profesor que utiliza a sus víctimas para crear un ejército de monstruosidades de cera y conquistar el mundo (si no ¿Qué chiste?).

De las primeras películas del Santo en que reconocemos los elementos que lo llevarían a la cumbre de lo extravagante pero emocionante del cine de luchas; donde la historia si es primordial pero más aún llevar a cabo todo el imaginario y contexto donde el Enmascarado debe luchar por el bien contra los más aterradores monstruos de látex. 

El luchador también muestra simpatía en la pantalla.

ESPECIAL

El mundo de los muertos (Gilberto Martínez Solares, 1970)

Una película diferente a lo que estábamos acostumbrados del Santo y Blue Demon ya que, desde las primeras secuencias, nos ubican en el siglo XVII en medio de un juicio por brujería a los seguidores de la sacerdotisa satánica Damiana (la siempre sensual Pilar Pellicer) quien invoca al demoníaco Caballero Azul (Blue Demon por supuesto) para que la ayude a combatir al Caballero Enmascarado de Plata (A.K.A. El Santo) y permitir que los espantajos y almas del infierno dominen el México de finales del 1676 en adelante.

Don Gilberto es un artesano que echa mano de toda su creatividad para aprovechar los escenarios naturales de lugares coloniales y foros para reproducir la época y los infiernos, así como también de los extras que disfraza de brujos y demonios que dan el mejor contexto a la historia donde el bien y el mal se enfrentan durante siglos para llegar al enfrentamiento final donde el bien triunfa como debe ser si el santo está presente.

Santo contra las mujeres vampiro (Alfonso Corona Blake, 1962)

Corona Blake toma en sus manos esta historia que no solo mezclaba el terror con la lucha libre sino un salvaje erotismo al enfrentar al Santo contra Lorena Velázquez y su séquito de sensuales y “sabrosas” mujeres vampiro comandadas por la bella Ofelia Montesco.

Tenemos entonces la fórmula perfecta para convertir de manera inmediata una película en un éxito, sin embargo, lo que nadie en ese tiempo se imaginó fue que se convertiría en una película de culto que aún ahora, a 62 años de su estreno, sigue enganchando generaciones que quedan hipnotizadas en la pantalla al ver al luchador enfrentarse a este ejército de mujeres tan crueles como hermosas.

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Santo contra el espectro del estrangulador (Rene Cardona, 1966)

Extraordinaria continuación de la sui generis Santo vs El Estrangulador (1965) donde el plateado se enfrenta a uno de sus enemigos más formidables que regresa de la muerte para seguir haciéndole la vida de cuadros al llevarlo al límite de sus capacidades no solo físicas sino psicológicas.

Inspirada en El Fantasma de la Ópera, Don René dota al personaje del Estrangulador (interpretado de forma magnífica por Roberto Cañedo) de una maldad y creatividad criminal como ninguna otra en la historia cinematográfica del Santo quién en varias secuencias se ve rebasado y sin mucha idea de cómo derrotar a este perverso némesis cuyo regreso a la vida está basado en su sed de destrucción del teatro y todos los que trabajan ahí.

Si quieren ver al Santo realmente preocupado e inseguro en sus planes para derrotar al perverso bellaco conocido como El Estrangulador, esta es LA película que deben ver.

Santo y Blue Demon contra los monstruos (Gilberto Martínez Solares, 1969)

Si ustedes buscan en el diccionario la palabra “extravagante”, el título de esta película será uno de los sinónimos.

Una vez más, la sobresaliente creatividad kitsch del maestro Martínez Solares nos toma de la mano para llevarnos a una de las aventuras más estrafalarias del dueto formado por Santo y Blue Demon que deben enfrentarse al delirante Dr. Bruno Halder (el exquisito Carlos Ancira) quién ha sido regresado de la muerte (que fea costumbre tienen estos científicos locos de no morirse en paz) para dominar el mundo (otra fea costumbre de esta gente, caramba) con la ayuda de varios monstruos que trajo consigo de la otra vida.

El problema es que Blue Demon fue capturado y sometido para servir al Dr. Halder contra su amigo (en la película al menos) El Santo.

De resaltar no solo la teatral actuación de Ancira sino también el diseño de los monstruos que, de tan estrambóticos, trascendieron el común del cinéfilo mexicano para volverse culto incluso en forma de figuras de acción exclusivas.

Y por si esto fuera poco, muchos de los diálogos y secuencias son ya parte del léxico popular nacional y recientemente ya inmortalizados como memes.

En la pantalla también es todo un galán.

ESPECIAL

EN RESUMEN

¿Hay más películas del Enmascarado de Plata? ¡Desde luego que sí! Pero eso ya será cosa de cada quién decidir qué películas mostrarle a los que quieran saber del Santo bajo sus estándares.

En lo personal, mis sesiones de películas (con estas dos arrebatadoras extraterrestres) serían esas cinco para honrar la presencia del Santo en mi vida como cinéfilo y sobretodo, como mexicano.