Escenario

Zoé desata la psicodelia entre un mar de canto, luces y “karmática resonancia”

COBERTURA El Palacio de los Deportes fue el recinto donde la agrupación comandada por León Larregui demostró la conexión del público con su música

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La banda tuvo regreso triunfal en el Domo de Cobre.

ADRIÁN CONTRERAS

A casi 25 años de su formación, Zoé mantiene en sus letras y sonidos aquello que lo convirtió en uno de los grupos de rock neo-psicodélico más importantes en la industria mexicana; con siete álbumes de estudio, la banda ha logrado conectar a lo largo del tiempo con cientos de almas alrededor del mundo a través de sus canciones.

Ya sea por la poesía que forman sus letras, la cualidad sanadora y reconfortante de sus canciones o la personalidad aparentemente despreocupada de sus integrantes, no hay duda alguna respecto a la genialidad musical detrás de Zoé.

La serie de conciertos realizados el 10, 11 y 12 de noviembre en el Palacio de los Deportes fue para los músicos, la primera vez que tocaron tres noches seguidas sobre dicho escenario, con lo que además consiguieron un triple sold out que delata su grandeza.

Ángel Mosqueda en el bajo.

ADRIÁN CONTRERAS

Sin conocer aún sobre la tragedia a las afueras de metro Velódromo, donde fallecieron dos jóvenes fanáticas del grupo que se dirigían al “domo de cobre” para disfrutar de sus ídolos, al caer por una coladera destapada, la energía detrás de cada uno de los integrantes de la agrupación fue notoria desde el momento en que entonaron las primeras notas de “Velur” al surgir de entre una luminosa niebla morada.

Sin detenerse en palabras, Zoé continuó con “Karmadame”, de su último material discográfico Sonidos de Karmática Resonancia (2021), donde la audiencia estalló en un coro que se mantuvo a lo largo de todo el evento. Entre varias “muchas gracias” por parte del vocalista León Larregui, se entonaron “No hay mal que dure” y “Últimos días”.

El recinto se llenó de un “Arrullo de estrellas” cuando los presentes encendieron las linternas de sus celulares al comenzar las primeras notas de la romántica interpretación.

Sergio Acosta en la guitarra.

ADRIÁN CONTRERAS

Pero así como hay amor, se encuentra la melancolía por el desamor y esta llegó con “Azul”, canción que destapa las fibras sensibles a niveles masivos, pues parecía que el público hubiera recolectado en su mente sus recuerdos más dolorosos para entonar:

“Estoy cayéndome a pedazos por tu ausencia/ Y lo peor es que no quiero verte nunca/ Estoy hundiéndome en el hábito de amarte/ Y tú ya me olvidaste”.

Sin embargo, quizás una de las canciones más cantadas de la noche fue “Paula”, uno de lo tantos éxitos que se han convertido ya en un clásico para la agrupación y donde se explota al máximo la tristeza detrás de la ausencia de alguien tras el final de una relación por fallar en esta sin dejar de amar a la persona, una sensación que posiblemente todos hemos experimentado en algún momento.

León Larregui y su banda ofrecieron una velada memorable.

ADRIÁN CONTRERAS

El público se adueñó de canciones como “Nada”, “10 AM” y “Vía Láctea” al superar con su canto al unísono al sonido del escenario, lo cual terminaba por convertir a la audiencia en parte del espectáculo por la fuerza detrás de la unión colectiva.

Si bien la música habló por todos los presentes a lo largo de la presentación, León Larregui no terminó el concierto sin antes agradecer la presencia de nuevas generaciones entre el público, así como “la energía y los cánticos que siempre dan”y destacar que junto a sus fanáticos “son una familia”.

“Love” fue la cereza del pastel que cerró la brillante noche de Zoé en Palacio de los Deportes.