Dos mil personas se unieron este domingo a la lucha de Alessandra Rojo de la Vega, alcaldesa electa de la Cuauhtémoc, en defensa de la voluntad ciudadana expresada el pasado dos de junio y rechazar los intentos de la familia Monreal para anular la elección.

En la Diana Cazadora y acompañada por Lía Limón, alcaldesa de Álvaro Obregón y otros actores sociales, Rojo de la Vega, dejó claro que no permitirá que se ponga en duda la decisión de los ciudadanos.

"La Cuauhtémoc ya votó y votó por el cambio, y la voluntad de los ciudadanos es sagrada," afirmó, señalando que su triunfo electoral logrado hace 76 días, ha sido objeto de ataques de aquellos que no respetan la democracia.

"No nos queda ninguna duda, el tribunal local anulará la elección por una violencia basada en género, aunque es inexistente. La decisión recaerá en la Sala Regional, donde esperamos le corrijan la plana por tercera vez al magistrado Ambriz, o nos vamos a la sala superior”.

En ese sentido, se dirigió a la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum: “Morena obtuvo la victoria más amplia en la historia de México. Claudia Sheinbaum debe decidir si permite que los corruptos nepotistas, destruyan su victoria”, señaló.

También se refirió a la jefa de Gobierno electa, Clara Brugada y la cuestionó acerca de cómo va a ser recordada por la historia: como una persona con la capacidad de trabajar para todas y todos o como la mujer que se prestó para construir “alcaldesas paralelas”, para destruir el dialogo y la cordialidad entre gobierno y alcaldía en la ciudad.

Con estas palabras y en tono contundente, la alcaldesa electa acusó a actores políticos de ser "campeones olímpicos de la hipocresía" y de utilizar cualquier medio a su alcance para aferrarse al poder.

"Se aferran a la Cuauhtémoc, a los negocios mal habidos, a las extorsiones que golpean a nuestros vecinos, y quieren imponer un capricho por encima de la voluntad de cientos de miles," denunció.

Rojo de la Vega mencionó específicamente al presidente del Tribunal Electoral de la CDMX, Armando Ambriz y al magistrado Osiris, a quienes acusó de revivir quejas desechadas para intentar anular su elección.

La alcaldesa electa, hizo un llamado a la paz y subrayó la necesidad de dejar atrás las divisiones para avanzar en la construcción de una mejor sociedad.

"Debemos avanzar en la paz política, la campaña ya terminó. México no necesita más divisiones," declaró, destacando que el país requiere de una cooperación plena entre todos los niveles de gobierno para asegurar la prosperidad ciudadana.

"Estamos luchando para derrotar al sistema y devolverle el poder a la gente. En democracia, la gente manda y el gobierno obedece." Con esta afirmación, reiteró que no cederá ante los intentos de deslegitimar su victoria y que continuará su lucha por una Cuauhtémoc más inclusiva, justa y próspera.