A cinco días de que entrara en vigor el nuevo reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco, en la Ciudad de México los principales afectados han sido trabajadores de puestos ambulantes, pues aseguran que la venta de cigarros se ha reducido hasta 50 por ciento; además culpan a las autoridades de haberles arrebatado su fuente de empleo.

Aunque las cifras son reales, en donde se asegura que los locales ubicados en la calle ya no venden tanto tabaco como antes, lo notable es que los dueños de esos negocios se están pronunciando en contra de las nuevas disposiciones impuestas por el Gobierno Federal ya que comentan que las autoridades no previeron que su principal fuente de ingreso se vería afectada y hasta el momento no cuentan con otra alternativa para que su negocio prospere.

“Si antes vendía 40 cigarros ahora nada más 20, me iba muy bien, pero desde que lo prohibieron y a todo el mundo le da miedo fumar ha bajado mucho. Nos hubieran avisado porque me pega mucho en mi gasto, más que a los fumadores, nos afectan a los que salimos a trabajar porque es de lo que comemos todos los días”, comentó una trabajadora de un puesto ambulante de la estación del Metro Buenavista.

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“Nos hubieran dicho que vendiéramos otra cosa, nos tienen que ayudar, pero le están quitando el trabajo a mucha gente que tiene que completar gastos. No me quiero mover ni dejar esto porque a lo mejor pasa como con todas las leyes nuevas, al principio causa miedo, pero luego a todos se les olvida”, argumentó la mujer.