A partir del 15 de enero se volverán más severas las restricciones para fumar en México. Entre las modificaciones, se eliminarán las áreas para fumadores de los restaurantes, así como en los patios, balcones y terrazas. Sin embargo, negocios como las populares cocinas económicas y cafeterías fueron instaladas en patios y estacionamientos de casas, por lo que los trabajadores están preocupados en perder su clientela ya que a muchos de los comensales que acuden constantemente les agrada fumar mientras disfrutan de sus alimentos.

“No nos afecta que fumen aquí, está abierto y los fumadores se sientan en las mesas que están hasta afuera, pero a fuerza tenemos que poner el letrero de no fumar; me da miedo que se enojen y dejen de venir, porque a lo mejor piensan que es cosa de nosotros y no los queremos aquí, pero es obligatorio”, dijo el encargado de una cocina económica de la colonia Lindavista en la alcaldía Gustavo A. Madero.

El decreto de la Ley General de Control del Tabaco exige que los fumadores deben de estar físicamente separados e incomunicados de los espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco y emisiones y no ser paso obligado para las personas o encontrarse en los accesos o salidas de los inmuebles, así como también deberán de ubicarse en un cerco perimetral de al menos diez metros de las entradas, accesos, salidas o cualquier lugar obligado donde las personas pasen, así como también está prohibido el acceso y presencia de personas menores de edad donde se expida humo de cigarro.

“No tenemos dinero para ampliar el lugar, es un negocio chiquito con cinco meseras y una cocinera, esta zona es muy transitada porque hay oficinas. A los que vienen les gusta fumar mientras comen, otros traen a sus hijos que según a partir de la próxima semana no van a poder entrar si alguien fuma adentro”, expresó la encargada de una cafetería de la colonia Lindavista.

“Nunca hemos tenido quejas de que a alguien le moleste el humo porque los que fuman son conscientes y se sientan en las mesitas que están sobre la banqueta; cualquiera puede decidir y saber dónde fumar, pero con muchísima pena les tenemos que decir que si no apagan su cigarro no los podemos atender, a ver si no se enojan”, finalizó.