Metrópoli

Fluirán a cuentagotas proyectos contra la sequía en la CDMX; Capuano asegura que hay crisis, pero no catastrófica

Será en los próximos meses cuando se vean los resultados de ambiciosas políticas públicas que nutran a la capital del país del servicio público. Llaman a los capitalinos a cuidar del recurso

gobierno capitalino

Roberto Capuano, asesor del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, en entrevista con Crónica.

Adrián Contreras

Al menos un año será el tiempo en que la Ciudad de México podrá ver mermada la amenaza de la falta de agua por la severa sequía que azota el país, y la apuesta del gobierno capitalino son dos proyectos que están en ciernes: uno es la presa Madín, ubicada en Naucalpan, Estado de México, y el otro es la presa del Bosque, en Michoacán –de donde se rescatará el agua que se pierde a través de los agricultores, por un "huachicoleo" permitido"– , de lo que apenas se obtendrá un metro cúbico, así lo explica Roberto Capuano, asesor del Sistema de Aguas y exdirector del sistema de transporte Metrobús.

Capuano le dice a Crónica que sí hay una crisis de abasto de agua potable que no es tan catastrófica, porque hay proyectos en marcha, y los que tienen a la vista son en el corto, mediano y largo plazos.

Por ahora, el gobierno de la 4T en la capital del país ha recurrido a medidas reactivas como pedir a diez empresas diez por ciento del agua que no utilizan para saciar un poco la demanda de 9 nueve millones de habitantes, "no 22 millones", en la metrópoli.

A cambio de eso, la administración de la Ciudad de México asumirá una parte del costo que las firmas como PepsiCo no pagarán por la concesión.

Capueno quiere dejar bien claro que esto se veía venir hace poco más de un lustro, y en el gobierno de Claudia Sheinbaum se empezó a diseñar un plan, desde 2019, que surtirá efecto a cuentagotas, porque, sin lugar a dudas, en la capital del país dependemos de las intensas lluvias que abastezcan a las tres presas de la red del Cutzamala para llevar el agua potable a todos los hogares.

- ¿Qué le hace falta a la Ciudad de México para disipar la amenaza de la falta de agua? ¬¬¬-se le pregunta al joven asesor, luego de que explica que este gobierno no llegó tarde para satisfacer el servicio potable.

- Hay proyectos que están por entrar, que deben estar puestos en marcha en la próxima época de estiaje. Uno es la presa Madín que nos va a traer agua con un megacircuito, otro es rescatar el agua que se pierde por los agricultores en Michoacán.

“Es crear un sistema de riego para los agricultores de la presa de bosque de donde estamos perdiendo mucha agua, porque los agricultores están usando agua que no es de ellos. Ese sistema de riego nos va a permitir traer a la Ciudad de México un metro cúbico adicional (equivalente a mil metros de agua).

En realidad, la Ciudad de México espera recibir a cuentagotas el recurso natural ante una crisis imparable, mientas las lluvias no sean tan abundantes que pongan de nuevo a su capacidad máxima al Sistema Cutzamala que llena con tres presas.

“De la presa del Bosque se obtendrá apenas un metro cúbico. Otro es del Lerma -la zona norte, principalmente-. La apuesta es el rebombeo, a nivel pozo y tubería. Esto nos puede dar mil litros por segundo adicionales que hoy no tenemos. Lo que esperamos para el próximo año mil litros más del Lerma-Cutzamala. De Zumpango esperamos en los próximos 18 meses -hoy son 500 litros- alrededor de mil 500 litros, eso que fluya por Chalmita para abastecer a Iztapalapa y Gustavo A. Madero”.

Y el asesor enfatiza mucho en que el agua es un bien finito, por lo que no se abstiene a hacer el llamado a la población a cuidar del recurso natural.

“No se pueden regar jardines, lo cual es un error. En este momento es muy importante, y que la gente lo tenga claro”, dice Roberto Capuano.

Advierte que no se necesita tener un doctorado para que la alerta permee en los capitalinos, por lo que las campañas no necesitan ser tan agresivas para que la gente cuide cómo consume el agua.

En los proyectos del gobierno capitalino también se tienen considerados los humedales para retener la captación de agua.

Y dentro de esto también es dotar a los hogares de dispositivos para que en las próximas fechas de lluvias se recolecte el agua que cae del cielo.

Por ahora, para que todas las viviendas gocen del agua, cuando no la tengan, es llamar a Locatel que podrá canalizar la queja por la falta del servicio y una pipa llegue al domicilio.

“Actualmente, desde el inicio de marzo, se recibían 600 llamadas con la demanda de agua potable que no se condiciona con nada. La gente debe saber que se tiene la disponibilidad para atender las denuncias”, dice Capuano.

Lo que queda es que Tláloc tenga fuerza suficiente para descargarse y llenar al sistema Cutzamala, de lo contrario, mientras los proyectos cobren vida la Ciudad de México y sus habitantes sentirán al rojo vivo los días de calor a lo largo de una primavera con apenas un mes de haberse estacionado en el calendario gregoriano.