La policía capitalina realizó un operativo para remover a personas en situación de calle que habían colocado un campamento en la Glorieta de Insurgentes, esto tras las múltiples denuncias por los crímenes y delitos que se cometieron en el sitio durante las últimas semanas.

Además, tres personas de 27, 35 y 45 años de edad fueron detenidas, pues se les aseguraron tres mochilas que contenían 47 bolsitas de plástico transparente con marihuana, así como una navaja, una pipa de cristal, dos frascos con posible solvente, un reloj de pulso, una cadena y dinero en efectivo.

El secretario de Seguridad Ciudadana (SSC), Pablo Vázquez, comentó que la recuperación de los espacios públicos contribuirá a la prevención de delitos y la reconstrucción del tejido social en la zona.

La Secretaría de Bienestar e Igualdad Social (SEBIEN) ofreció a seis personas en situación vulnerable, que pernoctaban en el bajo puente de la Glorieta, se trasladados a un albergue ubicado en la colonia Viaducto Piedad, en la alcaldía Iztacalco; sin embargo decidieron retirarse por sus propios medios a otros lugares. De inmediato, los oficiales clausuraron la zona para que 50 elementos de limpia retiraran 50.7 toneladas de desechos sólidos.

Además, la presencia policial en la zona será permanente, con la finalidad de inhibir los delitos que en los últimos meses se cometieron, ya que diversas denuncias ciudadanadas apuntaban a que el sitio había sido tomado por el crimen organizado e ilegalidades como la venta de droga y la prostitución se realizaban a cualquier hora.

En semanas previas, una transeúnte fue lesionada en la espalda por una indigente que le clavó un cuchillo, a partir de ello, varias personas se sumaron a denunciar los robos y agresiones que ahí suceden, así como la insalubridad y abandono en la que permanece la Glorieta.

Según los transeúntes, el sitio donde ocurrían la mayor cantidad de crímenes era el túnel donde estaba instalado el campamento, que es a unos pasos del edificio de la SSC y debajo de las instalaciones del Metrobús. Sumado a la incidencia delictiva, la fauna nociva como ratas, perros y gatos de calle, sumado al olor fétido, volvía desagradable el paso por el desnivel.

Gracias al diálogo y generación de acuerdos con los colectivos y grupos sociales que mantenían ocupado el bajo puente de la Glorieta de los Insurgentes, el emblemático lugar será rehabilitado en beneficio de las y los habitantes de la capital, a fin de garantizar el derecho a la movilidad y el disfrute del espacio público.

La Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos Humanos se encargó de supervisar que se respetarán los derechos y se ofreciera otro espacio para las personas de la diversidad sexual, que permanecían en el bajo puente de la Glorieta y que ejercían el comercio en la zona.