Mundo

Bombas y enfermedades: lo que está matando a las madres en Gaza

Al menos 37 mueren a diario, dos cada hora, por los bombardeos. 180 palestinas dan a luz cada día. Miles empeñan su vida para salvar la de sus hijos

dia de la madre

Las madres en Gaza libran una batalla contra enfermedades y la escasez de alimentos y agua

Foto tomada de aa.com

Sufren de deshidratación y hambre. Muchas, hacinadas en tiendas de campaña, padecen múltiples privaciones y falta de higiene. A diario deben esquivar la artillería israelí. A diario deben evitar el curso de las bombas.

Ser madre hoy día en la Franja de Gaza, donde todos los días el Ejército Israelí raja la tierra para sembrar la muerte, es descender al peor de los infiernos.

El mundo árabe celebró su Día de la Madre el pasado 21 de marzo, pero nada hubo que festejar.

Según el Comité Internacional de Rescate, al menos 37 madres mueren a diario, dos cada hora, en la Franja de Gaza como resultado de los bombardeos israelíes en la zona. Se cree que miles yacen muertas bajo los escombros.

El mismo organismo ha informado que al menos 60 mil embarazadas no cuentan con acceso a servicios prenatales. Y se estima que alrededor de 183 palestinas dan a luz cada día.

Un comunicado de Islamic Relief, agencia humanitaria que trabaja para salvar y transformar las vidas personas vulnerables del mundo, denuncia que las mujeres embarazadas están soportando cesáreas sin anestesia o analgésicos.

Recién nacidos mueren de hambre, y una escasez de materiales de higiene menstrual que lleva a que las mujeres y niñas desarrollen infecciones al recurrir a cualquier trozo de tela o ropa rota que puedan encontrar.

Aquellos que pagan el precio más alto en la guerra son las madres y los niños

GEC

En medio de una crisis humanitaria en espiral, las mujeres embarazadas o que han dado a luz recientemente se enfrentan a condiciones imposibles mientras luchan por cuidar a sus recién nacidos.

En vez de corear canciones y jugar con los niños, confrontan ataques aéreos y batallas en tierra. En lugar de preocuparse por biberones y alimentos para bebés, libran una batalla contra enfermedades y la escasez de alimentos y agua.

"Aquellos que pagan el precio más alto en la guerra son las madres y los niños", dice Hiba Tibi, directora del país de CARE, una organización de ayuda que ayuda a mujeres y niños en Gaza. "Están volviéndose menos esperanzadas. Se están rindiendo".

CARE es una de varias organizaciones de ayuda que capacitan a mujeres para ser parteras y ayudar a otras mujeres en los refugios a dar a luz.

Los partos y embarazos en medio de la guerra preocupan a múltiples organizaciones sociales, muchas alertan que las mujeres dan a luz lo hacen en un sistema de salud destruido. Muchas mujeres han tenido abortos involuntarios, debido a los altos niveles de estrés o incluso otras tienen partos sin anestesia.

Partos en refugios

No hay muchos lugares seguros para que las embarazadas den a luz en Gaza. De no llegar a una de las pocas camas de hospital que quedan, es probable den a luz en refugios abarrotados.

En una nota para NPR, Elissa Nadworny, reporta que en todo el enclave se vio a mujeres dando a luz en refugios abarrotados, algunos con hasta 80,000 personas apiñadas adentro.

"No hay privacidad. No hay dignidad", según comentó la líder de un equipo de médicos del Comité Internacional de Rescate en Gaza. "Literalmente tienes 1.5 metros de espacio, y ahí es donde se supone que las mujeres embarazadas deben dar a luz a los niños."

Lee también

Unicef advierte que incursión militar en Rafah sería "catastrófica" para miles de niños

efe

Vidas a costa de muerte

Los bebés en Gaza llegan a esta vida a veces a costa de una muerte. Como fue el caso de una nena nacida a finales de abril pasado en Rafah, y cuyo caso reportó BBC News.

Sabreen, una joven mamá gazatí, había llevado a su hija en el vientre durante siete meses y medio. Tras días y noches de miedo constante, ella esperaba que la suerte de la familia se mantuviera hasta que terminara la guerra.

Pero todo se desvaneció con el rugido y el fuego de una explosión una hora antes de la medianoche del 20 de abril. Los israelíes arrojaron una bomba sobre la casa de la familia Al Sakani, donde dormían Sabreen, su marido y la hija de tres años del matrinomio, Malak.

Sabreen fue a dar al hospital, donde los médicos le practicaron una cesárea de emergencia para dar a luz a la niña.

La madre no logró salvarse. Los doctores trabajaron para reanimar a la bebé. "Nació con dificultad respiratoria grave", dijo uno de los médicos.

Ese mismo médico escribió las palabras "bebé de la mártir Sabreen al Sakani" en un trozo de cinta adhesiva y la pegó a su cuerpo. Luego la pusieron en una incubadora.