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Exlíderes israelí y palestino coinciden en que con Netanyahu no se avanzará en la paz

El exprimer ministro israelí y el ministro de exteriores palestino coinciden en que solo un cambio en el liderazgo permitirá avanzar hacia un futuro en la resolución del conflicto 

situación en Oriente medio 

Benjamin Netanyahu / X

El exprimer ministro israelí Ehud Olmert y el que fuera ministro de Exteriores Palestino Nasser al Kidwa coincidieron en que mientras Benjamin Netanyahu siga en el poder "no habrá avances" para la paz en la región y reprocharon a la comunidad internacional que no se haya involucrado antes.

Ambos líderes participaron de un debate organizado este jueves por el Real Instituto Elcano en Madrid para analizar la situación en Oriente Medio, cuando se cumple un año del ataque de Hamas a Israel y la posterior respuesta del Ejército israelí.

"Mientras Netanyahu esté en el poder y sea el primer ministro no habrá avances", dijo Al Kidwa (2005-2006), a lo que Olmert (2006-2009) añadió que "no hay desacuerdo" entre ellos en ese aspecto.

Según el exministro palestino, solo un cambio en el liderazgo permitirá avanzar hacia un futuro de resolución del conflicto. "Más guerra, más sangre, más lágrimas, más dolor, más agonía, no llevarán a ninguna parte. Tenemos que cambiar eso", apuntó.

Olmert firme crítico de Netanyahu, insistió en que hay que parar la guerra en Gaza de manera inmediata, y confió en que no se transforme en una guerra más amplia con Irán porque, en ese caso, involucraría a Estados Unidos y "sacudiría a todo el mundo".

Un plan para la paz

El fin de la guerra es uno de los puntos clave de la propuesta conjunta de resolución de conflicto en la región, que en una primera fase también incluye la liberación de rehenes israelís y prisioneros palestinos y tiene como idea troncal la solución de los dos Estados.

"No necesitamos amarnos, pero al menos necesitamos aceptarnos y empezar a aprender a coexistir juntos", resumió Al Kidwa, sobrino del histórico líder palestino Yaser Arafat. "O nos aniquilamos o convivimos", añadió.

El plan defiende la solución sobre la base de las fronteras de 1967, e incorpora la anexión del 4,4 por ciento del territorio de Cisjordania a Israel, donde están los principales asentamientos judíos, a cambio de la incorporación de una superficie igual al territorio palestino.

Otro de los puntos clave es su propuesta sobre Jerusalén. Según explicó Olmert, la parte externa sería la capital palestina y la del interior sería la de Israel, mientras que la Ciudad Vieja sería administrada por cinco Estados, incluidos Israel y Palestina, y todos los creyentes tendrían "acceso libre a los lugares sagrados".

Ambos reclamaron el apoyo internacional para poder avanzar y, en este sentido Olmert señaló que espera que el Gobierno español promueva en la UE una reunión de todos los ministros de Exteriores con ellos, que escuchen su propuesta de paz, hablen de manera franca y la respalden, dejando a un lado "el protocolo de la hipocresía democrática".

"Dejemos de ser caballeros porque queremos la paz", recalcó.

Embajador palestino advierte de escalada israelí

En paralelo, el embajador de Palestina en España, Husni Abdel Wahed, advirtió desde A Coruña (noroeste), de que Israel pretende seguir en una escalada del conflicto en Oriente Medio para involucrar a más países y "le encantaría que Estados Unidos participara", aunque también consideró que este país ya está siendo "partícipe" del "crimen" contra el pueblo palestino.

En una comparecencia este jueves ante los medios de comunicación antes de pronunciar una conferencia sobre cómo el pueblo palestino "ha sido privado de sus derechos más básicos, incluido el derecho a la autodeterminación", el diplomático dijo no entender cómo EU "pretende ser mediador" o "intermediario" mientras suministra armas a Israel y participa "en sus consejos de guerra".

"En la Justicia ordinaria, cuando una persona comete un crimen y hay alguien que le suministra armas, que le aconseja, que le da apoyo, entonces esta persona también es partícipe en el crimen", dijo, por lo que considera que Estados Unidos "abandonó su rol de garante de estabilidad y seguridad" al proteger "a quien agrede y comete un genocidio".