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La Unión Africana pide diálogo en Somalia tras tensa destitución del primer ministro

El 27 de diciembre, el presidente, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo, echó a Mohamed Hussein Roble acusándolo de corrupto, y en medio de una enorme tensión por el reiterado aplazamiento de elecciones

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El primer ministro somalí, Mohamed Hussein Roble, en una imagen de archivo.

EFE / Andy Rain / Pool

El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, pidió este jueves un "diálogo" entre el primer ministro y el presidente de Somalia para encontrar "una solución política" a sus problemas, después de una escalada de tensiones.

Según un comunicado de la UA, Mahamat está siguiendo "con profunda preocupación" la "grave tensión política en Somalia", recrudecida el pasado día 27, cuando el presidente somalí, Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo, ordenó la suspensión de los poderes del primer ministro Mohamed Hussein Roble.

Después del movimiento del presidente -quien señaló al primer ministro como el presunto responsable de un caso de corrupción-, Roble y varios opositores acusaron a Farmaajo de haber intentado dar un golpe de estado.

El anuncio de Farmaajo provocó un fuerte despliegue militar en Mogadiscio, la capital, y efectivos de las Fuerzas Armadas trataron de impedir al primer ministro acceder a sus oficinas, situadas en el recinto de la residencia presidencial, conocida como Villa Somalia.

Por su parte, a través de Twitter, la oficina de Roble calificó la decisión del presidente somalí como "un intento fallido para apoderarse militarmente de la Oficina del primer ministro" y "una violación de la Constitución y otras leyes".

ELECCIONES APLAZADAS REPETIDAMENTE

Las elecciones presidenciales de este país del cuerno de África, aplazadas ya varias veces, se programaron nuevamente para el pasado 10 de octubre, pero tampoco se pudieron celebrar por desacuerdos políticos.

La cámara baja del Parlamento aprobó el pasado 12 de febrero extender por dos años el mandato del presidente Farmaajo -que había expirado cuatro días antes-, pero el Senado declaró anticonstitucional ese movimiento por carecer del consenso de ambas cámaras.

Esta situación desencadenó una gran crisis política, y el pasado 25 de abril los enfrentamientos entre facciones opuestas del Ejército -a favor y en contra de la extensión del mandato- dejaron al menos 13 muertos y 22 heridos en Mogadiscio, según confirmaron a Efe fuentes médicas.

TENSIONES RECURRENTES ENTRE AMBOS

A finales de abril, Farmaajo renunció a prorrogar su mandato y ordenó a Roble dirigir la preparación y desarrollo de los comicios.

Ya el pasado septiembre, una nueva escalada de tensión entre ambos ocasionó que Farmaajo suspendiera los poderes de Roble para nombrar y destituir funcionarios públicos, una medida que el primer ministro rechazó, acusando a Farmaajo de "malinterpretar" artículos de la Constitución.

El aplazamiento sistemático de las elecciones supone una distracción respecto a problemas notables para el país, como la lucha contra el grupo yihadista Al Shabab, que controla áreas rurales del centro y sur y quiere instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador) en Somalia.

Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab.

COMBATE MORTAL CONTRA AL SHABAB

Este mismo jueves, 13 personas fallecieron -entre ellos cuatro civiles- en un combate entre el grupo yihadista Al Shabab y el ejército de Somalia en la estratégica ciudad de Balcad, ubicada a unos 30 kilómetros al norte de la capital somalí, confirmaron fuentes policiales a Efe.