En la reciente conferencia matutina presidida por Andrés Manuel López Obrador, se reavivó el llamado urgente a reformar el sistema judicial mexicano. El presidente destacó la imperiosa necesidad de abordar la arraigada corrupción que, según él, permea en el poder judicial, en una sesión marcada por una franca exposición de los desafíos y problemas que enfrenta el país en este ámbito.

En un discurso enérgico, el mandatario enfatizó que la corrupción está profundamente enraizada en el poder judicial, y señaló que tanto la delincuencia organizada como la denominada "delincuencia de cuello blanco" han cooptado esta institución, socavando su deber fundamental de impartir justicia equitativa para todos los ciudadanos. Aunque reconoció la existencia de jueces, magistrados y ministros honorables, AMLO subrayó que la corrupción prevalece de manera generalizada en el sistema judicial mexicano.

Entre los casos específicos que mencionó el presidente se destacan situaciones de dilación en la resolución de expedientes y decisiones judiciales que favorecen a intereses privados en detrimento del bienestar público. Estos ejemplos fueron citados como evidencia de la urgencia de reformar el sistema judicial.

Parte fundamental de la propuesta del presidente es una renovación en la selección de jueces, magistrados y ministros. AMLO propone un proceso más transparente y participativo que involucre a la sociedad civil y a las instituciones educativas de derecho. Esta medida busca garantizar que los integrantes del poder judicial sean seleccionados de manera objetiva y competente, con un compromiso firme con el servicio público y la imparcialidad judicial.

Además, el presidente destacó la estrecha relación entre la estabilidad económica y la confianza de los inversionistas con un sistema judicial sólido y libre de corrupción. En este sentido, enfatizó que un verdadero estado de derecho es fundamental para el desarrollo económico y social del país.

Si bien no se proporcionaron detalles específicos sobre los plazos para la aprobación de estas reformas, aunque se presume que sea aprobada durante el presente gobierno en septiembre, AMLO reiteró su compromiso de continuar luchando contra la corrupción y promover un sistema judicial más transparente y justo para todos los mexicanos. Esta postura refleja el firme compromiso del gobierno actual de abordar los desafíos sistémicos y estructurales que enfrenta México en materia de justicia y corrupción.