“El cambio no lo va a hacer un presidente, no lo hizo Fox, no lo hizo Morena, el cambio lo van a hacer ustedes”, dijo el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, en su cierre de campaña.

Ante 3 mil jóvenes reunidos en el Auditorio Blackberry de la Ciudad de México, arengando a los chavos con movimientos corporales de quien es rockero de corazón, el aspirante señaló que los milenials demostraron que sí les interesa la política.

“Les demostramos que no es que no nos interese la política, no nos interesa su política, aquí este país va a cambiar, va a ver el futuro”, señaló y arrancaba el grito de los asistentes, en su mayoría jóvenes universitarios que acudieron al llamado del “Máynez Capital Fest”, al estilo de los conciertos de rock.

Agradeció a los asistentes “por lo que han hecho, por demostrarle al país que decía que los jóvenes eran apáticos, que somos una generación de cristal los milenials, y que son una generación de cristal los centenials”.

Vestido completamente de negro, y sus tradicionales botas industriales color naranja que calzó a lo largo de toda su campaña, dijo que el festival fue para darles las gracias a los jóvenes de México.

Mi campaña no llenó de basura la Ciudad

Expresó visiblemente emcionado que su campaña “no la hicieron los espectaculares ni llenó de basura la ciudad, mi campaña, mi campaña la hiciste tú con tu cartel, mi campaña la hiciste tú en el pizarrón de tu escuela, mi campaña la hicieron las niñas y los niños, los adolescentes, los jóvenes”.

Prometió que “nunca más vamos a tener en la cárcel a un joven por fumar marihuana, nunca más en la cárcel una mujer por decidir sobre su cuerpo, nunca más permitiremos que desarrolladores inmobiliarios, constructores, proveedores de gobierno, medios de comunicación que pagan las campañas y se cobran a lo chino”.

Señaló que esos constructores de vivienda vertical y desarrolladores inmobiliarios “cancelan el derecho de las personas a la vivienda y cancelan los derechos de las personas para tener un país con dignidad”.

Un Máynez suelto, alegre, mezclado entre la chaviza, sin duda forma parte de una nueva generación de políticos y de hacer política, reprobada por las viejas mentalidades que rechazan lo diferente, o que quisieron arrinconar al país entre solo dos opciones.

Un candidato presidencial que aprovechó las ventajas que le dejaron las diatribas verbales de las mujeres candidatas presidenciales, que se levantó de la presión para que declinara, y también de la desgracia que sufrió en San Pedro Garza García, Nuevo León, que supo ser mucho más que un jingle publicitario.

Anoche en el Blackberry, luego de visitar las universidades 49 y 50 en Tlaxcala, también agradeció a las bandas de rock que lo prendieron de chavo, “a Mauricio, a RC, a Zuki por estar aquí, al Freestyle, que viva el Freestyle, a Porter”, a la cual llamó la mejor banda que escuchó en su etapa estudiantil.

Señaló que México será un país “donde la gente viva feliz y para vivir felices la música, los conciertos, el derecho a la felicidad van a ser una normalidad, muchas gracias, que Dios los bendiga.

Y se mezcló con el rock, los movimientos corporales que motivaron hasta los miembros de su campaña, una jornada extenuante para ellos por lo que significó ir contra estructuras millonarias, viejas creencias, y la cargada de los políticos de ayer.

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