Personaje polémico y coyuntural, Luis Echeverría Alvarez fue el ex presidente de México más longevo de la historia y considerado el padre del populismo en México.

Apenas el 17 de enero pasado había cumplido 100 años de edad y anoche murió en su casa ubicada en Cuernavaca, Morelos.

Con una historia política controvertida, Echeverría Álvarez fue presidente de México desde el 1 de diciembre de 1970 hasta el 30 de noviembre de 1976, y se le tribuye la responsabilidad de una segunda represión estudiantil el 10 de junio de 1971, conocida como "el halconazo" con un saldo de al menos 17 muertos y decenas de desaparecidos.

De hecho fue el único expresidente mexicano que fue llevado ante la justicia por los cargos de genocidio y crímenes de lesa humanidad e incluso se le giraron órdenes de aprehensión y se dictó un arresto domiciliario, pero debido a su edad no pisó la cárcel.

En 2009 fue exonerado de todos los cargos por falta de pruebas.

Evocado de manera frecuente en la actualidad, Echeverría era considerado el padre del llamado “populismo” tan cuestionado en este gobierno por los detractores del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien no pocos consideran un símil de Echeverría por sus políticas públicas y sociales.

“¿Podemos comparar al gobierno de AMLO con el echeverrismo’ la respuesta es sí porque Echeverría marcó la pretransformación. Después de la ideología de la revolución se marcó el nacimiento de un populismo y cada sexenio fue buscando diferentes rumbos desde Solidaridad hasta Bienestar”, explica el polítólogo Ulises Corona

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, explica que ese proceso de transformación de los programas sociales cada vez más estrictos complejos y amplios van desde la Conasupo hasta el banco del Bienestar y gas bienestar, por eso el echeverrismo si tiene mucho paralelismo con la llamada Cuarta Transformación.

“No estoy diciendo es que sea un retroceso sino que es un buen complemento a las políticas publicas del echeverrismo”, explica

Recuerda que en el echeverrismo el poder era único, indivisible y un gran ejercicio de las políticas públicas. “Era un nacionalismo a ultranza, parecería que estoy describiendo a este sexenio pero es un paralelismo a ultranza y concentración de las políticas públicas.¡ Si al presidente se le ocurre decir arriba y adelante! Le queda perfecto…”, ironiza al recordar la frase célebre de Luis Echeverría.

Y es que a Echeverría, se le consideraba el padre del populismo contemporáneo, que ha sumido a México en sus peores crisis económicas.

Durante el gobierno de Echeverría se registró la llamada "guerra sucia", una guerra de baja intensidad dirigida a frenar a los movimientos de oposición armada surgidos después de la masacre de 1968, lo que derivó en la desaparición forzada de cientos de personas y disidentes a su gobierno.

Ello lo llevó a convertirse en el primer expresidente mexicano en recibir dos órdenes de aprehensión por presunto genocidio e incluso cumplir una prisión domiciliaria pero al final fue absuelto de toda responsabilidad en 2009.

CLAROSCUROS

Su gobierno es de claroscuros pero se le recuerda más por los pasajes negros y la inflación galopante que dejó como herencia derivado de sus políticas públicas y un incremento incesante al salario mínimo de los trabajadores que al final quedó pulverizado por la devaluación e inflación que dejó al terminal su sexenio.

De hecho, fue durante su mandato que se registró la primera crisis económica desde el inicio del llamado "Milagro Mexicano".

Además, se lanzó a la compra de empresas al borde de la quiebra para sostener los empleos, pero a costa de ineficiencias y corrupción.

En su gobierno se abandonó el tipo de cambio fijo que existía desde 1954, de $ 12.50 por dólar, al final de su sexenio llegó a los $ 25.50 por dólar.

La deuda externa aumentó de los manejables 6,000 millones de dólares que había heredado Díaz Ordaz a más de 20,000 millones.

Eso aunado a la crisis internacional provocada por la escasez de petróleo, que aumentó de forma considerable el gasto público, emitiendo papel moneda sin valor y contratando deuda.

En contraste, en su gestión la economía mexicana creció a un nivel de 6.1 %, promovió el desarrollo de puertos marítimos como Puerto Madero y Lázaro Cárdenas, y creó el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, (Infonavit)

También durante su gestión se creó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), hoy tan atacado por el presidente López Obrador y el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE).

Asimismo creó el Colegio de Bachilleres y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Fondo nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE), entre otras instituciones.

Echeverría ingresó al PRI en 1946, fue oficial mayor de la Secretaría de Educación Pública pero más bien se le recuerda como subsecretario de Gobernación que luego fue nombrado secretario de Gobernación por el presidente Gustavo Díaz Ordaz. Desde ese cargo saltó a la candidatura presidencial en 1970 hasta 1976.