Con el objetivo de evitar sanciones o la imposición de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos que reclama el freno en el ingreso a su territorio del acero y aluminio originarios de China, Rusia. Irán y Bielorriusia, el gobierno de México informó que para no entrar en controversia con su principal socio comercial, exigirá a los importadores de la aleación y el metal presentar la certificaciòn de origen de éstos para no ver afectada su exportación a EU.

El gobierno mexicano acordó con EU aplicar la medida en el marco de la norma denominada “fundido y vertido” para el acero, en el que se especifica que las importaciones de productos de acero procedentes de México podrían ser merecedoras a aranceles del 25%, en virtud de la “Sección 232”, a menos que se documente que el acero ha sido fundido y vertido en México, en Estados Unidos o en Canadá, los tres socvios del T-MEC.

Información de la agencia Reuters destaca que la misma medida para el acero aplicará para el Aluminio y para que las importaciones de este metal procedente de México libre la aplicación de aranceles del 10% de la sección 232, no deben contener aluminio primario fundido o colado en China, Rusia, Bielorrusia o Irán.

De acuerdo con la norma presentada por el presidente estadounidense Joe Biden, los importadores de estos productos en EU tendrán que presentar un certificado de análisis al Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras nacional en el que conste el país de origen de los metales.

El gobierno del presidente Andrès manuel Lòpez Obrador aceptó las condiciones de la norma estadounidense, por lo que exigirá a los importadores de productos de acero y aluminio a través de sus fronteras, proporcionar la información sobre el país de origen de estos productos.

El presidente Joe Bide, que se aferra a buscar la reelección por el Partido Demócrata, corteja los votos de los sindicalistas y, en particular, de la asociación United Steelworkers en su intento de mantenber su apoyo, oponiéndose a una absorción por parte de la japonesa Nippon Steel de U.S. Steel, con sede en Pittsburgh.

Los nuevos requisitos de importación se producen en un contexto de creciente preocupación por el exceso de capacidad industrial de China, que inunda los mercados mundiales con exportaciones en un contexto de débil demanda interna.

Sobre esta medida, la representante comercial de EU, Katherine Tai, subrayó ma través de un comunicado que "las políticas y prácticas no de mercado de China son todo menos justas y han conducido a la crisis global de exceso de capacidad no de mercado que plantea una amenaza existencial para nuestras industrias de acero y aluminio orientadas al mercado", sentenció.