En un fortín se ha convertido la Cámara de Diputados este jueves por el despliegue de servicios secretos de Estados Unidos y de militares mexicanos que inspeccionan por dentro y por fuera el Palacio Legislativo de San Lázaro para garantizar la seguridad de Claudia Sheinbaum y sus invitados que atestiguarán la investidura de la primera Presidenta de México.

Los exteriores del recinto legislativo también reciben una remozada con pintura en sus barrotes y en los pasos de cebra de los accesos vehiculares.

Desde julio pasado, equipo de asesores y secretarios particulares de la aún presidenta electa comenzaron los trabajos de reconocimiento, que incluye basamento, el paso subterráneo hacia la recién reinaugurada Garita, que también conecta con la Cámara de Diputados por un puente peatona, ubicado en Congreso de la Unión y la calle Zapata.

La “casa del pueblo”, como suele decirse del recinto legislativo, donde despachan 500 representantes populares, hoy está cercada y sólo quienes trabajan y viven en los alrededores pueden acceder a la calle Zapata, principalmente, aunque debidamente identificados.

Todos los anillos han sido reforzados para la solemne ceremonia del próximo 1 de octubre.