Se normalizará función de juzgadores cuando se frene avance de reforma: líder de jueces federales
Sin toga ni birrete que los identificara, más bien con una manta grande con logo y colores de un prestigiado medio impreso, los operadores de justicia oficializaron su rechazo a cambiar la intricada cotidianidad de la impartición de justicia
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Desde este miércoles se relentiza aún más el acceso a la justicia federal por paro nacional de labores.
Sin toga ni birrete, como medida de seguridad para no ser identificados en su función de jueces y magistrados, se oficializó en los primeros minutos de este miércoles el paro parcial de labores de estos servidores públicos del Poder Judicial de la Federación (PJF) en protesta contra la reforma constitucional que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador y quienes aclararon que sus actividades se normalizarán cuando se frene la aprobación del dictamen que, reiteraron, lesiona derechos laborales y profesionales de este gremio.
Poco antes del anuncio oficial de la suspensión de actividades, integrantes de la asociación nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, que encabeza su directora nacional, Juana Fuentes, hubo manifestaciones de algarabía en las escalinatas del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), ubicado justo a espaldas del acceso principal del Poder Legislativo que hoy y en los próximos primeros tres años del nuevo gobierno federal conducirá Claudia Sheinbaum, y con músculo suficiente para vencer cualquier inconformidad a establecer nuevos marcos jurídicos.
Los manifestantes, sin apoyo ciudadano, quizá por una falta de empatía social, entonaron consignas: “¡Si el pueblo se informa, no pasa la reforma!”. “¡Si el pueblo se informa, no pasa la reforma!” “¡Si el pueblo se informa, no pasa la reforma!”
Juana Fuentes leyó arropada por su gremio un documento: “Esta reforma no sólo amenaza la justicia; amenaza la estabilidad misma de nuestra nación. Sin una justicia independiente, las inversiones se verán afectadas, la confianza en nuestras instituciones se desmoronará, y los derechos humanos quedarán a merced de una maquinaria estatal centralizada y autoritaria. Nos encaminamos hacia una crisis constitucional sin precedentes, una crisis que, de no ser detenida, dejará cicatrices profundas en nuestro tejido social”, resaltó.
En medio de esa disputa política hay miles de personas que esta misma noche-madrugada también estará en velo desde una celda, desde un MP, afuera de juzgados o tribunales esperando una sentencia.
Mientras, jueces y magistrados pidieron a la Comisión de Justicia Interamericana la medida cautelar de suspensión de la reforma al PJF. Les queda esperar también.