Escenario

“Somos, con poca modestia, como las películas de Chaplin”: Les Luthiers

El grupo argentino presentará su espectáculo Viejos hazmerreíres en el Auditorio Nacional, una antología en la que recogen temas como “Las majas del bergantín” o “Amor a primera vista”.

El grupo argentino presentará su espectáculo Viejos hazmerreíres en el Auditorio Nacional, una antología en la que recogen temas como “Las majas del bergantín” o “Amor a primera vista”.

“Somos, con poca modestia, como las películas de Chaplin”: Les Luthiers

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Han sido más de cinco décadas desde que la agrupación argentina de música humorística Les Luthiers (porque han estado unidos antes de llevar este nombre), que han utilizado la diversión como una sustancia terapéutica ante las tragedias de la humanidad. Un año de sus primeros 50, los músicos regresan a México para presentar en el Auditorio Nacional su espectáculo Viejos hazmerreíres, y hacer olvidar por tres noches las tragedias y problemas del mundo.

“El humor siempre va a ser sanador y nos va a ayudar a evadir la realidad por algunos momentos o enfrentarse a ella y nuestro espectáculo es uno que contiene humor refinado, donde podemos ejercer la alegría propia del ser humano. Nos da felicidad saber que podemos divertir al público”, explicó Marcos Mundstock.

Gerardo Masana fundó el grupo en 1967 en la ciudad de Buenos Aires, durante un periodo de gran auge de los coros universitarios en Argentina con algunos miembros del coro clásico universitario I Musicisti. En sus primeros años eran un septeto; pasaron a ser un sexteto tras la muerte de Masana en 1973 y un quinteto al marchar Ernesto Acher en 1986. Por décadas los argentinos han hecho reír al mundo ya varias generaciones:

“Siempre nos fue asombrando como nos venían a ver generaciones diferentes de la nuestra. Cuando empezamos nos veían nuestros abuelos, padres y éramos jovencitos de unos 20. Y ahora nos van a ver hasta nuestros nietos. Creo que nuestro humor es muy amplio, tiene muchas capas, unas muy ingenuas, otras más densas y hasta unas cultas”, expresó Carlos López Puccio, en conferencia de prensa realizada ayer en el Auditorio Nacional.

“Con los jóvenes de hoy hay todo un juego, les puede gustar la parte del rap, pero no hay que olvidar que somos unos viejitos protestando porque los jóvenes la pasan mejor que nosotros”, agregó.

Precisamente, la formación más duradera de Les Luthiers fue la de quinteto, con Carlos López Puccio, Carlos Núñez Cortés, Jorge Maronna, Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich, que se mantuvo sin cambios durante 29 años hasta el fallecimiento de Rabinovich en 2015. Asimismo, desde el año 2000 se agregó la labor de Horacio Turano y en 2012 Martín O’Connor como Luthiers suplentes cada vez que alguno de los miembros del quinteto titular debía ausentarse por causas de fuerza mayor.

“Hemos cambiado mucho, pero es en aprender el oficio y en ser más eficaces en lo que hacemos. Tengo entendido que el humorismo de calidad sigue siendo el mismo, tal vez cambió de formato, en una época, cuando la televisión era el centro de la sobremesa nocturna de la casa, había programas dedicados al humorismo y creo que eso no está más”, dijo en su turno Marcos Murdstock.

“Nosotros somos, con poca modestia, como las películas de Charles Chaplin”, que se inspiran en “prototipos, seres humanos, relaciones entre ellos, conductas humanas generales. Mal haríamos en inspirarnos con cosas nuevas porque ni siquiera en los comienzos nos inspirábamos en nombres y apellidos más allá de las épocas”, añadió Mundstock.

Para los integrantes es precisamente el humor lo que los “mantiene jóvenes”, un humor particular que ellos describen como “atemporal, no cambia con el humor y la época, por lo menos para el público que nos sigue, que es mucho”, afirmó Mundstock y añadió “creo que el humor no ha cambiado para nada, pero más podemos darnos cuenta de qué cambios hubo en la sociedad, con respecto del humor y otras cosas, cuando nosotros trabajamos para una feligresía fija”.

“No llegamos a tener la repercusión de la televisión, pero teatralmente, somos de los espectáculos seguidos por más gente. Siempre se ha aceptado el tipo de humorismo que practicamos nosotros, así que nos hemos cerrado y no hemos tenido que cambiar, salvo lo que fuimos aprendiendo”, comentó.

Los humoristas se pronunciaron ante las nuevas formas de hacer reír de la actualidad, en las que la gente no recurre a la televisión sino al Internet: “Creo que apareció una vertiente nueva del humor, con los memes y los chistes en internet. A nosotros no nos han modificado en absoluto, a veces se juega con el tema de la política, del futbol o situaciones cotidianas, que para nosotros son totalmente ajenas”, expresó Martín O’Connor.

A propósito Murdstock dejó en claro un propósito, “que nadie piense que hacemos humor político, lo que hacemos son prototipos, esos que hicimos hace 35 años los seguimos haciendo, independientemente de que solo hayan cambiado las caras y las costumbres”, explicó.

Los seis “luthiers” coincidieron en que, aunque seguirán en los escenarios, no tienen en mente volver a grabar un disco. López relató que empezaron a hacerlo cuando las producciones discográficas eran “la única manera de tener un alcance masivo”, pero hace unos años decidieron que no valía la pena seguir grabándolos porque son “un exponente muy parcial del espectáculo”. En las redes sociales o YouTube se puede ver todo, “tanto que los artistas musicales ya no graban discos, tampoco”, apuntó con humor.

Finalmente, también expresaron su opinión al respecto de aquella teoría sobre que aquellos que más ríen y hacen reír son los que más sufren por dentro: “Yo pienso que no es cierto”, dijo Murdstock en tajante tono de broma, “hay de todo. Hay humoristas, actores cómicos que son muy amargados, que la pasan muy mal en su vida, y hay otros que son felices. No hay normas. No tiene que ver el oficio con vivir de buen humor o no”, concluyó.