Opinión

Donald Trump y el regreso del mercantilismo

Donald Trump y el regreso del mercantilismo

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Tras el anuncio del presidente norteamericano, Donald Trump, sobre la decisión de no extender la exención de impuestos a las importaciones de acero y aluminio  a la Unión Europea, Canadá y México, anunciadas en marzo, se han detonado una serie de reacciones económicas, políticas y académicas —propias de las guerras comerciales— cuyas dimensiones pueden reducirse a una estrategia de negociación o llegar a grandes proporciones.

En la historia económica mundial existen diversos ejemplos de guerras comerciales, como la que inició el Congreso de Estados Unidos en 1930 al subir aranceles a determinados productos, cuyas represalias de los países afectados derivaron en una severa contracción del comercio global, que profundizó la Gran Depresión.

Hoy ese escenario no está descartado, y las proyecciones sobre la recuperación del comercio mundial se ven ensombrecidas por el riesgo de una escalada proteccionista que Donald Trump anunció desde su campaña. La salida del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), la suspensión indefinida de su participación en las negociaciones de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) con la Unión Europea, las condiciones para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la reciente imposición de medidas arancelarias son decisiones que materializan el lema “America First”, expresión práctica que marca un giro desde el multilateralismo hacia el bilateralismo y el unilateralismo, y de libre comercio al mercantilismo o neomercantilismo.

Los argumentos de seguridad nacional y el del calamitoso déficit comercial, son meros eufemismos que describen la racionalidad de su política comercial y el cambio de paradigma, que impulsan principalmente Peter Navarro, asesor económico de la Casa Blanca  y su Secretario de Comercio, Wilbur Ross. La razón se explica porque a pesar de que el año pasado tuvieron un déficit de más de 800,000 millones de dólares, la economía de norteamericana se basa mayoritariamente en los servicios, y depende en gran medida de los servicios financieros, los medios de comunicación, el transporte y la tecnología. En términos de importación y exportación de servicios registró un superávit de 243,000 millones de dólares. De hecho, las empresas del sector de servicios emplean cinco veces más personas que las empresas que fabrican bienes.

Es el regreso al mercantilismo el que motiva todos estos movimientos. Recordemos que en Europa predominaron estas ideas económicas y políticas entre los siglos XVI y XVIII que dejaron grandes experiencias. Si bien buscaban el crecimiento de la industria nacional, con el doble objetivo de aumentar las exportaciones y limitar al máximo posible, llegando, incluso a la prohibición absoluta de las importaciones. La idea de fondo era extraer de los otros países la máxima riqueza posible, conocida como el juego de suma cero, donde todo lo que uno gana es a costa de lo que el otro pierde.

El neomercantilismo es un proteccionismo en niveles donde se busca una balanza de pagos positiva o superávit, la protección de los productores nacionales desalentando las importaciones de consumo, barreras estructurales para prevenir la entrada de empresas extranjeras en los mercados internos, la manipulación del valor de la moneda frente a las divisas extranjeras y las limitaciones a la propiedad extranjera de empresas nacionales.

Actualmente China, Japón y Singapur se describen como “neomercantilistas” y paradójicamente, la guerra inicia con sus principales socios comerciales China, Canadá y México y con los que tiene déficits comerciales. Sin duda se vaticina una era turbulenta en las relaciones internacionales y se deben aprovechar las malas experiencias del pasado —que derivaron en grandes crisis y guerras mundiales— para que prevalezca la cordura, el derecho internacional y la fortaleza de los organismos de comercio internacional.

Senadora de la RepúblicaMichoacán de Ocampo@RocioPinedaG