Escenario

Edgar Nito y el amor en los tiempos del huachicol

El cineasta mexicano presentó en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato su ópera prima, ganadora en Tribeca

El cineasta mexicano presentó en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato su ópera prima, ganadora en Tribeca

Edgar Nito y el amor en los tiempos del huachicol

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Cuando el 18 de enero, de este año, México puso al pueblo hidalguense de Tlahuelilpan bajo el foco de atención debido a la explosión que se dio en medio de la práctica del huachicoleo, el cineasta Edgar Nito ya tenía cuatro años en su ópera prima. El nombre de su filme se llama Huachicolero y con él se convirtió en el Mejor Director de las Nuevas Narrativas en la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Tribeca, en Nueva York.

A dos meses de recibir ese premio el cineasta presentó el filme por primera vez en México, en un evento estelar como parte de la edición 22 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF, por sus siglas en inglés) con una fuerte ovación. En la presentación, el cineasta no sólo estuvo acompañado por su elenco sino también tuvo entre el público a figuras como Amat Escalante o el legendario director Terry Gilliam.

El realizador compartió con Crónica, algunos detalles de este filme que coinciden con el contexto real de México, pero que en la ficción nos cuentan la historia de Lalo, un adolescente que descubre el poder del dinero mientras trata de declarar su amor a Ana, su compañera de escuela. En su comunidad la gente ve normal ganar dinero vendiendo gasolina clandestina, la que roban de los ductos de las refinerías mexicanas (huachicol), en un contexto de violencia del cual es difícil escapar.

“El tema del huachicol es algo que no se escuchaba cuando yo era más joven. Fue hasta hace cuatro años cuando comienza a sonar el nombre de esa actividad y que llega a mí, como una plática de boca en boca, en mi casa en Irapuato. Entonces decidimos contar lo que pasaba, sin embargo no había mucha información, nunca nos vimos con ningún criminal y sólo nos documentamos de lo que escuchábamos y veíamos en las noticias”, expresó el realizador.

“Es curioso, también me inspiró un poco la idea que se aborda en mucha de la música regional de México, específicamente del narcocorrido, en la que se maneja la idea que muchas personas prefieren vivir como ricos por tres años, en medio del narco, a vivir una vida de pobre. Es una premisa que se centra en el conseguir el beneficio rápido sin pensar en el panorama en general, por eso es que manejamos la historia centrados en un personaje adolescente, que es una edad en la que no ves las cosas con claridad”, agregó el cineasta.

El filme es protagonizado por Eduardo Banda, un niño que hoy tiene 17, que no estaba familiarizado con la actuación: “Cuando me llegó la invitación yo pensé que me estaban bromeando (...) Cuando Edgar me encontró yo estaba dando mantenimiento a un teatro. Justo ese día se estaba realizando el casting de la película y mi papá se acercó y me preguntó si quería probar. Yo no tenía idea de nada. Me empezaron a grabar, me preguntaron cosas y luego me pidieron que me presentara al otro día. Así llegué”, dijo el joven actor.

Desde ese momento, Eduardo se convirtió en uno de los pilares del filme, “aunque no tenía escenas con Lalo, Edgar nos pidió que lo conociéramos. En una ocasión me pidió que pasara un par de horas con él, mientras me enseñaba lugares de Irapuato. Eso nos creó química y confianza en el set”, compartió el actor Leonardo Alonso, quién da vida a un policía que investiga el robo de combustible.

Y es que para Edgar Nito era importante encontrar a un personaje adolescente con la sinceridad que encontró en Lalo, ya que funcionaba para darle fuerza al mensaje principal de la película más allá de hacer una denuncia social del tipo de delito que aborda o la violencia de un lugar, “lo que ocurre con la historia es que muestra las consecuencias lógicas de cuando alguien toma una mala decisión”, agregó el director.

Finalmente, enfatizó que el filme no tiene tintes políticos, “nos mantenemos con la postura fresca con la que comenzamos a trabajar en el 2017, cuando se planteó una historia de algo que no era conocido. El destino hizo coincidir con lo sucedido hace unos meses, pero hay que dejar en claro la diferencia. Nosotros proponemos una ficción que nació hace casi cuatro años, el hecho de que coincida con los hechos reales no sabemos si será a beneficio de la película o no, porque no somos mercadólogos”, dijo el productor.

“Hay que decir que vivimos en un país en el que no sólo es un problema el huachicol sino que hay una serie de problemas igual de profundos. En la película ocurre la historia de un niño que por alcanzar un estatus, tan sencillo como conseguir un celular, toma una decisión que marca su vida. No pretendemos cambiar a nadie, pero si queremos que sea un mensaje sobre el valor de la vida”, concluyó el cineasta. Luego Leonardo Alonso agregó, “aunque hay que decir que ya cambió la vida de un niño, la de Lalo”.