Opinión

El muro

El muro

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La relación entre México y Estados Unidos ha tenido altas y bajas en toda su historia.

En la actualidad, la opinión pública se ha polarizado ante la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, por su postura respecto a los mexicanos y su intención de reforzar el muro en la frontera.

La idea del muro ha sido considerada como una ofensa a México, también como una amenaza a la relación comercial, política y social que existe entre ambos países, pero el muro también puede ser considerado como un símbolo, cuyo significado cambia y que no representa el quiebre de la relación entre los dos países.

Para iniciar la reflexión debemos considerar qué significa la frontera y el muro.

La frontera se definió en el siglo XIX en el Tratado Guadalupe-Hidalgo, delimitaba geográficamente el territorio mexicano y el estadunidense.

Esta línea imaginaria fue inteipretada por algunos como un punto de división o una barrera.Para otros, era un acuerdo que ayudaba a establecer hasta dónde llegaban las facultades y recursos de cada gobierno y sus habitantes y no representaba un obstáculo para la movilización de bienes y personas entre los dos territorios.

Fue a fines del siglo XX que el muro físico fue construido en la frontera, debido al crecimiento del fenómeno migratorio.

La intención era regular el flujo de personas de uno y otro lado de la línea fronteriza.

Ya en el siglo XXI, la idea del muro tuvo otro significado: el de seguridad.

Después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, la administración del presidente George W.

Bush impulsó la construcción del muro en gran parte de la frontera con México, respaldándose en el argumento de evitar la entrada de terroristas a Estados Unidos.

México, por su parte, no participó en ninguna negociación respecto a su construcción y cooperó con el gobierno estadunidense, al definir políticas conjuntas de seguridad.

Hoy en día, el argumento del presidente Trump ha planteado la construcción del muro como una herramienta para detener la migración y las drogas provenientes de México, fomentando así el malestar del lado mexicano, al ser señalados directamente como responsables.

Sin embargo, a pesar de la inconformidad que pueda generar su construcción, la decisión será unilateral, México no participará en la negociación, participarán únicamente las autoridades y organizaciones civiles estadounidenses.

Desde el legislativo encargado de aprobar o rechazar el presupuesto y el impuesto fronterizo, las personas que negociarán con el gobierno para vender sus tierras, así como las constructoras y compañías cementeras que han entrado al debate en los últimos días.

Mé xico debe demostrarle a Estados Unidos la importancia de la relación binacional, y que la postura del presidente Trump lo único que genera es el daño de la relación entre los dos países, cuando no hay cambios sustanciales en los temas que atañen a ambos.

Continuar con esa postura puede llevar a la pérdida de confianza y la comunicación continua entre las dos naciones, elemental en cualquier proceso de negociación

Cpi@prodigy.net.mx