En días anteriores fuimos testigos de un fenómeno meteorológico que provocó fuertes lluvias en la denominada frontera pluvial, que va desde Chihuahua hasta Tamaulipas en la frontera México-Estados Unidos, y que llevó a la creciente subida del río Bravo, por lo que la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), con su contraparte estadunidense, la IBWC, ha puesto en marcha los trabajos necesarios para evitar inundaciones en las zonas de mayor riesgo.

Varios fenómenos han impactado la región en las últimas semanas: primero, dos fuertes tormentas, una en Piedras Negras, Coahuila, y otra en Ciudad Mier, Tamaulipas, provocaron el aumento del nivel del Río Bravo, pero gracias a la pronta acción de estas instituciones binacionales, se les pudo hacer frente de manera satisfactoria. En el primero de los casos, el agua fue almacenada en la presa internacional Falcón, mientras que el segundo trajo un flujo importante de agua proveniente del río Álamo, mandando el agua para Reynosa, por lo que no se tuvieron mayores efectos.

Sin embargo, apenas en días pasados, el río Bravo se desbordó en diversas zonas de Tamaulipas por lo que la CILA emitió una alerta del incremento del caudal y de la peligrosidad que representa cruzarlo. De la mano de Protección Civil, se acordonaron diversas áreas en las inmediaciones de los puentes internacionales de Nuevo Laredo, y se informó del inicio del desfogue de 85 metros cúbicos por segundo de la presa La Amistad, con el propósito de captar nuevas avenidas de ríos y arroyos.

Este tipo de fenómenos suelen ser cada vez más recurrentes debido a los efectos del cambio climático; uno de los más recientes ocurrió el año pasado, en septiembre de 2017, cuando intensas lluvias azotaron a los municipios fronterizos de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, provocando el desbordamiento del río Bravo en el tramo ubicado entre el Puente Internacional 1 “Puerta de las Américas” y el Puente Internacional 2 “Juárez-Lincoln”, el cierre de carreteras y caminos e incomunicando a cientos de personas en la zona.

Esto demanda, por un lado, un trabajo constante de las instituciones binacionales en la materia para evitar catástrofes ambientales humanas, colaborando de la mano de los tres niveles de gobierno de lado mexicano, y los cuatro de lado americano.

Así también demanda la necesidad de establecer programas binacionales encaminados a la construcción de infraestructura de calidad, acorde con los fenómenos que se han estado desarrollando recientemente, y que priorizan, en primera instancia, la seguridad de las poblaciones fronterizas, así como de todas aquellas personas que diariamente cruzan por la frontera más transitada y más dinámica a nivel mundial.

Finalmente, debemos resaltar la importancia de la CILA, y su contraparte estadunidense, la IBWC, en el proceso de instrumentación de proyectos de infraestructura binacionales, pues es gracias a sus normatividades estrictas y rigurosas, que se garantiza la seguridad ambiental de la frontera México-EU.

Fuentes de Consulta: http://www.hoytamaulipas.net/notas/355738/Sin-riego-de-desbordamiento-del-rio-Bravo-en-Nuevo-Laredo.html

https://www.debate.com.mx/mexico/Se-desborda-el-rio-Bravo-por-las-intensas-lluvias-20170929-0022.html

https://elmercurio.com.mx/la-region/se-desborda-el-rio-bravo-alerta-en-la-frontera

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