“El simple hecho de que cuestionemos aquí y en España la celebración del quinto centenario de encuentro de dos mundos y que esto puede molestar al pueblo de México, es razón suficiente para atender las causas reales de dicha molestia. Hernán Cortés sólo es el personaje que escogimos para atribuirle nuestras inseguridades, debemos reconocer la complejidad del dilema y aceptar que no hay en nosotros, en nuestra historia, buenos ni malos”, señaló Antonio Cordero, autor del libro Hernán Cortés o nuestra voluntad de no ser, que se presentó la noche del miércoles en la Fundación Miguel Alemán.

La publicación, que es editada por Colofón, plantea la construcción de un monumento en el país a este personaje clave en la Conquista de la Nueva España.

“Creo importante que debiera haber un monumento, no un busto en un viejo hospital sino en un lugar más importante, quizá Paseo de la Reforma, que aunque causa aversión, considero que conocer esa parte española es algo que debemos aceptar”, comentó Antonio Cordero.

Durante la presentación y en donde estuvieron presentes el abogado Alejandro Carrillo Castro, Ernesto Velázquez Briseño, exdirector de Canal 22, y el académico Marcos Marín Amezcua, el autor reiteró que es importante redescubrir las capacidades que heredaron tanto indígenas como españoles a la identidad mexicana.

Velázquez Briseño aceptó que es imposible sostener la visión de que Cortés es la maldición de México, pero señaló que es exagerada la propuesta de restaurar la figura de Cortés haciendo en la calle un monumento.