La inestabilidad económica que están enfrentando los habitantes de la frontera México-Estados Unidos se ha originado por diversos factores. En columnas anteriores he expuesto la apreciación del dólar y cómo ha impactado a la región; sin embargo, hay otros que se escapan ante la atención que ha concentrado la fluctuación del tipo de cambio, pero que también son importantes.

Desde 2014 se comenzó a informar en los medios de comunicación sobre el cierre de un número de sucursales de los bancos Bank of America, Citigroup, Chase, J.P. Morgan, Rabobank yWells Fargo, en la frontera estadunidense. De acuerdo al congresista de este país, Henry Cuéllar, se reportó el cierre de un 17% y 13% de las sucursales en Laredo y El Paso, Texas, y del 50% y 80% en San Ysidro y Calexico, California, respectivamente. Además del cierre de sucursales, algunos bancos cancelaron cuentas bancarias como lo hizo Chase, que cerró en una de sus sucursales 4,500 cuentas domiciliadas en México.

Detrás de estos cierres se encuentra el endurecimiento de las leyes federales en Estados Unidos desde noviembre de 2014, las cuales obligan a los bancos a monitorear más intensivamente las cuentas de negocios con depósitos en efectivo, con la finalidad de evitar el lavado de dinero de origen ilícito.

De acuerdo con una investigación realizada por el senador estadunidense John McCain, los bancos han optado por cerrar cuentas y sucursales ante el costo que representa realizar dicho monitoreo y por el temor a ser sancionados por su gobiernosi no cumplen con estas leyes.Como ejemplo, Chase ha tenido que pagar miles de millones de dólares en multas en los últimos años, debido a que no mantuvo controles adecuados de acuerdo a lo establecido en las leyes.

El resultadode esta situación ha sido una reducción de la oferta de servicios bancarios y financieros para particulares y negocios de ambos países en la frontera. Para los estadunidenses, además de ver reducido el número de sucursales, también les ha dificultado la obtención de fondos para negocios que utilizan dinero en efectivo, como los de rancheros y agricultores. Para los mexicanos, se ha cerrado una fuente importante de capital y un medio para realizar transacciones financieras, restringiendo la actividad económica y comercial de la región, justo en un momento en el que es necesario apuntalar la economía fronteriza.

Hasta el momento, el cierre de cuentas se ha enfocado en negocios que manejan dinero en efectivo como los que se dedican al cambio de dólares y de pesos; de manera contra producente, esto puede obligar a este segmento a alejarse de los medios financieros transparentes.

Es importante que los gobiernos legislen y regulen sus respectivos sistemas financieros, sin embargo, es necesario que la reglamentación no sea perjudicial para las propias entidades, pues como mencionó el propio senador McCain, es prioritario que las entidades bancarias que operan en la región fronteriza continúen ofreciendo sus servicios, ya que son necesarios para la actividad económica de la región.

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