Opinión

El desaire a Felipe VI

Algo en verdad inexplicable ocurrió entre las dos cancillerías de nuestro país, una todavía en funciones, a cargo de Alicia Bárcena y otra que hoy 1 de octubre, estará a cargo de Juan Ramón de la Fuente con el gobierno de la doctora Sheinbaum. Y digo inexplicable porque mientras se invitó a la toma de posesión de Sheinbaum al jefe del gobierno español Pedro Sánchez, se omitió la invitación al jefe del estado español, el Rey Felipe VI, lo que es de suyo una contradicción, o se invita a los dos o no se invita a ninguno.

Rey Felipe VI

EFE

Como era de esperarse, tal despropósito, molestó seriamente al Rey Felipe VI, quien ordenó que ante esa descortesía no asistiera ninguna autoridad representante de España a la ceremonia, ni siquiera el embajador de ese país en el nuestro.

Lo que originó el problema fue una carta que el presidente López Obrador envió en el año 2019 al Rey de España Felipe VI, solicitándole respetuosamente que en nombre el Reino de España, pidiera perdón a México por los actos de barbarie cometidos por España durante la Conquista, que tuvo lugar entre los años 1519-1521. El Rey no hizo ningún caso a esa petición, eso molestó al presidente de México, quien durante todo su mandato ha tenido diversos desencuentros con España e incluso con algunas empresas españolas establecidas en México.

Sin embargo, a raíz de la victoria de Sheinbaum en las pasadas elecciones, López Obrador dijo que la doctora ya como nueva presidenta tendría oportunidad de reanudar las mejores relaciones con España y levantar la pausa, pues ella sabe mucho de la historia de México, el mundo y lo que significa la relación histórica, cultural y económica con aquel país.

Es incomprensible que ante una oportunidad magnífica para suavizar las relaciones con España, lejos de hacerlo, su canciller le metió más leña al fuego, por lo que iniciará su gobierno con un problema diplomático mayor, que bien pudo haberse evitado.

Y desde luego que será un problema diplomático importante ya que España es el principal socio comercial de México en toda Iberoamérica y es el segundo país inversor, después de Estados Unidos, tanto por el número de empresas españolas en México como por volumen que representa 80 mil 651 millones de dólares. Tenemos en México, según datos de la Secretaría de Economía, cerca de 7 mil empresas españolas que invierten en nuestro país. México, por su parte exporta a España un sinnúmero de productos químicos, hierro, acero, minerales, petróleo, textiles, ropa, automotores, partes y productos electrónicos.

Por donde se le vea será necesario restablecer las relaciones con España que nunca se han roto, simplemente entraron en pausa por el presidente López Obrador, como también lo hizo con el gobierno de los EU. Imagínese, que necesidad había de dejarle a la nueva presidenta problemas diplomáticos de este tamaño.

México es ya la economía número 12 del mundo y es muy importante aprovechar todos los foros donde el país pueda beneficiarse con su participación, sobre todo si tomamos en cuenta las dificultades económicas que deberán afrontarse por el próximo gobierno y la oportunidad histórica de aprovechar las grandes ventajas que tiene México al compartir una frontera de más de 2 mil kilómetros con la economía más grande del mundo, cuyo mercado demanda productos y servicios mexicanos que generan miles de empleos en nuestro país.

@fer_martinezg

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