Opinión

La diversidad jurídica del derecho administrativo mexicano

El 18 y 19 de septiembre se llevó a cabo el Tercer Seminario de Derecho Administrativo en la Cuarta Revolución Industrial convocado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas y la Facultad de Derecho de la UNAM, donde se analizó el uso de las tecnologías disruptivas desde distintos enfoques como las perspectivas del derecho administrativo, el combate a la corrupción, la contratación pública, la justicia administrativa, la mejora regulatoria y la administración pública.

El seminario convocó a administrativas de gran talla, como: López Olvera, Yuri Pavón, Alfredo Delgadillo, Roldán Xopa, René Ortega, Vargas Zempoaltecatl, Sergio Martín, Darío Ángeles, Sandra Pawoli, Vanessa Díaz, Josefina Cortés, Carlos Villanueva, Erick Zavala y García Huante.

En mi intervención señalé que en nuestro país, por su posición de encrucijada, pertenece a Iberoamérica y forma parte de la región de Norteamérica con un intenso intercambio de toda índole con los Estados Unidos y Canadá, además de ser el centro de concentración de actividades de países del Pacífico y Europa, convergen varias tradiciones jurídicas, que nos ha permitido construir un ordenamiento normativo con una enorme riqueza y diversidad. Este fenómeno lo he denominado la “amazonia” del derecho.

Por qué editar en México, un libro que se refiere al Derecho Real de España en 1833, cuando ya habíamos pasado a ser una nación independiente.

En México, una tercera generación de cultivadores del derecho público, específicamente, el administrativo se ha manifestado desde finales del siglo XX con base en el libro de los magistrados en retiro, Humberto Delgadillo y Manuel Lucero, en cuya obra se inició un proceso de revisión de los clásicos Gabino Fraga, Carrillo Flores, Serra Rojas y Olivera Toro y de la segunda generación Acosta Romero, Carrillo Castro y Nava Negrete. En este punto de partida de la transformación del derecho administrativo en nuestro país se hizo énfasis en la centralidad de la persona humana y la importancia de agregar las dimensiones de la eficacia, eficiencia y economía (las tres Es), así como la confianza, la credibilidad, la certidumbre, la confiabilidad y el combate a la corrupción (las cinco Cs) a la aplicación del principio de legalidad en crisis.

En 2003 Valls y Matute publicamos la primera edición del libro Nuevo Derecho Administrativo, en editorial Porrúa, y en los años subsecuentes se publicaron los libros de Luis José Béjar, Roldán Xopa, Daniel Márquez, René Olivos, Juan Ramírez, entre otros, en diversas editoriales, y en la última década la editorial Tirant lo Blanch impulsó varias obras en esta rama jurídica en temas especializados que incluyen autores como López Olvera, Alberto Gándara, Jorge Estrada, Yuri Pavón, Darío Ángeles, Alejandro Romero, David Villanueva, Eber Betanzos, Javier Vargas, Silvia Rocha, Nancy González, Alina Nettel, Rodriguez Maldonado, entre muchísimos más. También se han publicado diversos manuales como Oliva Garza, Eréndira Salgado, Hamdan Amad y Filiberto Otero. La editorial Porrúa, que mantiene la publicación de los autores clásicos y de la segunda generación mencionados, publicó libros de temas selectos como el relacionado con el sector eléctrico de Josefina Cortés y una colección de derecho administrativo de las entidades federativas en el que participaron autores de la tercera generación como Manlio Fabio Casarín, David Cienfuegos, entre otros.

El listado de autores, que no son todos, muestra que hay un impulso muy importante en las últimas dos décadas en el estudio de derecho administrativo general y especial y hay estudios exploratorios de relevancia en la frontera del conocimiento como lo digital y la inteligencia artificial. Existe una gran diversidad jurídica que proporciona amplio material para la investigación. La proliferación de seminarios y congresos es un síntoma de la inquietud por alinear la investigación con lo que ésta sucediendo en la realidad de la gestión pública y los espacios de oportunidad normativa para avanzar en procesos de mejora regulatoria colectiva.

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Esto último fue el centro de debate en el Tercer Seminario de Derecho Administrativo en la Cuarta Revolución Industrial. Lo digital es un reto y las tecnologías disruptivas generan, paradójicamente, amplios espacios de innovación administrativa, pero también de incertidumbre jurídica. Ambos aspectos deben ser atendidos en razón a que el rezago en el desarrollo digital es una de las causales primordiales del aumento de la desigualdad social en América Latina. Las cifras son preocupantes si se compara el aprovechamiento de la inteligencia artificial en nuestra región con lo que sucede en el Estados Unidos, China y Europa.

Los informes del Banco Mundial y la CEPAL muestran bajos índices en cuanto a la tecnológica y las sociedades conectadas al mundo virtual y sociedades digitalizadas, que favorezcan la inclusión en los beneficios de la inteligencia artificial. Lo que se identificó en el seminario es que, en las dimensiones académicas, servicio público, consultoría y foro la evolución del derecho administrativo, en esta tercera generación que he referido, es suficiente para emprender el reto de regular los aspectos técnico-operativos y prevenir los riesgos para los derechos humanos de las tecnologías disruptivas.