Opinión

El gobierno antidemocrático y reaccionario de la Cuatroté

Todos los que vemos cómo AMLO y su barredora política e ideológica van desmontando instituciones y organismos democráticos, que se construyeron a lo largo del tiempo, más allá de predilecciones y ambiciones políticas, que fueron ciudadanos responsables y con verdaderas proyectos democráticos como los que intervinieron en la creación del Instituto Nacional Electoral, nos entra un revoltijo de furia y de impotencia. Leer hoy a articulistas inteligentes que abordan el famoso Pan B de la Reforma electoral, lleno de inconstitucionalidades, propuesta por el presidente y su partido y que pasó ayer miércoles por la cámara de senadores, prueba hondas raíces antidemocráticas que han avalado los de MoReNa y sus lapas, el Partido Verde Ecologista y el Partido de los Trabajadores, que quieren seguir existiendo y sólo pueden lograrlo con el cobijo y el pago por el cobijo del partido de López Obrador. Esta mañana, en el diario El Financiero, Raymundo Riva Palacio apunta que el presidente tiene los cables cruzados y Leonardo Kourchenko titula su artículo al respecto “Joder la democracia”. En Reforma, Sergio Sarmiento lo llama “Golpe a la democracia” y Carlos Bravo Regidor escribió que “la democracia está en peligro”. En Excélsior, Pascual Beltrán del Río explica la manera en que Benito Mussolini llevó a cabo reformas electorales para asegurar la mayoría de su partido, que es justo lo que orquestó esta vez López Obrador. En sdnoticias ,Verónica Malo Guzmán expone “que hemos sido testigos de la traición a la Patria consumada en el Senado de la República”. Yo estoy de acuerdo con ella. Se traicionó a la democracia, que es el motor de eso inasible que es el Patria. El famoso ahorro que se hará con el Plan B de la Reforma se transformará (odio la palabra) en un enclenque presupuesto para que el INE no pueda asegurar en todos los rincones casillas electorales ni personal especializado, además de cambiar a la autoridad electoral por una a modo. En realidad, lo que quiere López Obrador radica en tomar el control absoluto de las elecciones. Es una manera ilegal de no soltar el poder. Una suerte de autogolpe en el que el organismo que cuidaba elecciones limpias fue dinamitado…pero esperemos a que se lleve este asunto a los tribunales. El INE tocará las puertas de todas las instancias de la ley.

Cuartoscuro

En el INE habían cerrado filas contra la reforma electoral. Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado NO votó por el Plan B de la reforma. Será que, como doctor en derecho, mantiene una férrea ética profesional o que también dispone de una plan B para acceder a la presidencia en el 2024.

La Reforma electoral, en su formato Plan B, es el más siniestro ataque a la democracia de este país.

En otra cuestión, también recibió San Lázaro el propósito del presidente López Obrador para sustituir al Conacyt. La iniciativa contiene una Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación y se manifiesta que la ciencia, la tecnología y la innovación son concebidos como “instrumentos al servicio de la humanidad, no simplemente como dispositivos óptimos para la competitividad empresarial y la productividad laboral (sic), en la generación y conservación de conocimientos, así como sus aplicaciones prácticas”. El documento establece que el Ejecutivo (qué otro) designará al director del organismo sustituto del Conacyt y que los apoyos a los becarios serán entregados sin intermediarios (sic de nuevo). Se asignarán becas a los estudiantes de maestría y doctorado de universidades públicas, lo mismo que a los que cursen posgrados especializados en asuntos de interés para el país. No sé qué harán con las Humanidades, eso no queda claro. Se trata de que el Estado ejerza la rectoría indispensable para el desarrollo nacional y el bienestar de la nación, dicen. Se especifica en la exposición de motivos que el Conacyt creó fideicomisos millonarios en sexenios pasados, durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Se transfirieron 45 mil millones de pesos a empresas privadas, nacionales y trasnacionales que no requerían de esos apoyos (dudo mucho que así hay ocurrido). Eso más o menos se cuenta en Aristegui Noticias, mientras yo me pregunto que habrá hecho la Cuarta Transformación con los fideicomisos del FONCA, que simplemente los desaparecieron. Las artes no le interesan a nuestro presidente. Los creadores continúan recibiendo becas, pero nunca reciben el dinero a tiempo. Y, si de pronto el habitante de palacio decidiera terminar esa ayuda a la que se vio comprometido, pues la acaba y se descompromete.

Escribió Jorge Javier Romero en Sin embargo, “que solo la fe obnubilada, el oportunismo monetario o el interés político acompasado pueden negar que el de Andrés López Obrador es un gobierno reaccionario”. Sus constantes ofensas a los intelectuales, a los periodistas y a cualquiera que no profese el culto al obradorismo, tachados conservadores y de derecha, son un oxímoron de sí mismo. El conservador es él en esa extraña figura del pensamiento que se refiere Donald Trump como un buen hombre, que desea a toda costa salvar a Pedro Castillo de haber organizado un autogolpe de estado, que envió por Evo Morales como si hubiera sido Túpac Katari, el líder de la rebelión aymara contra la dominación española, que admira al régimen cubano, aboga por Daniel Ortega , el dictador de Nicaragua, y por Nicolás Maduro, el dictador de Venezuela. Lindo ¿no? México es hoy el país que se abstuvo de expulsar a Irán de la ONU en defensa de los derechos de las mujeres de aquella nación. Impulsada la decisión por los Estados Unidos, en respuesta a las protestas de las iraníes, Juan Ramón de la Fuente votó en blanco igual que Congo, India y Tailandia. El otrora admirado rector de la UNAM, es hoy representante de la Cuatroté ante la ONU.