Guardia Nacional. Dónde tenga mejores resultados
Se formalizó, como parte del Plan C, el paso de la Guardia Nacional a la Sedena. La aplanadora morenista ni siquiera se despeinó, a pesar de que hay abundantes y atendibles argumento en contra. Yunes Márquez cumplió su parte del acuerdo.
La GN ya es en los hechos parte del Ejército mexicano. Ser parte del instituto armado es su seguro de vida para no estar sujeta a los caprichos y ocurrencias de los mandos civiles de la nación, que cada seis años descubren el secreto del polvo rojo de los ladrillos. El sexenio de López Obrador no fue la excepción. No le gustaba la Policía Federal y la aniquiló, no sin antes emprender una campaña negra para desacreditarla.
La Guardia Nacional debe estar donde pueda dar mejores resultados, en el tiempo más corto posible. Que esté donde proteja con efectividad a la población y devuelva la paz a muchas comunidades que la han perdido. Es un caso, suena exagerado, pero se ajusta a la realidad, de vida o muerte. Lo importante es que sea un cuerpo eficaz para cumplir la primera responsabilidad del Estado que es brindar seguridad a la población.
La reforma haría que la administración de la Guardina Nacional pase a la Secretaría de la Defensa Nacional, otorgándole nuevas facultades.
Para empezar bien lo lógico es reconocer que la estrategia de seguridad del gobierno de López Obrador, sintetizada en la frase “abrazos, no balazos”, fracasó. El cambio de gobierno, que se concreta el primero de octubre, es oportunidad de corregir lo que no funcionó y que permitió que el sexenio cierre con una cifra de 200 mil asesinatos, una catástrofe humanitaria. Hay que ver los problemas con una óptica distinta.
Después de seis años de abrazos, no balazos, hay más bandas criminales, están mucho mejor pertrechadas y son mucho más cínicas. La extorsión se expande sin freno, el consumo de drogas aumenta, y hay territorios donde el poder real, la decisión final, corresponde a la mafia y no a los poderes legítimamente constituidos.
Hay, como quedó dicho, muchos argumentos en contra del paso de la GN al Ejército como la nula rendición de cuentas en casos de abuso, prepotencia, desapariciones forzadas. ¿En qué ventanilla se recibirán y atenderán las quejas? ¿En casos de corrupción hay alguna oportunidad de que una denuncia prospere?
Lo que se pide de la Guardia Nacional es que dé resultados inmediatos, que se sienta. No hay que perder de vista que la ubicación de la GN es solo una parte de la estrategia nacional de seguridad, una parte anecdótica porque en los hechos, repito, es parte de la Sedena desde hace años. Es solo uno de los instrumentos con que cuenta el Estado. Se ha dicho, ya se verá que se cumpla, que habrá más trabajo de inteligencia, uso intensivo de nuevas tecnologías y una coordinación real con gobiernos estatales y municipales y que eso será precisamente la responsabilidad del coordinador del Gabinete de Seguridad que será García Harfuch. Por arriba de ellos, militares y civiles, estará la presidenta Claudia Shienbaum que tendrá en sus manos la decisión de proceder contra funcionarios coludidos con criminales. Es, a final del día, un caso de voluntad política.
Glifos
En Zacatecas se intensifica la presión para sujetar al gobernador David Monreal a un proceso de revocación de mandato. Eso sintetiza el fracaso de la administración en la entidad sobre todo porque ha fallado en brindar seguridad a la población. Quienes promueven la revocación sostienen que el saldo de las acciones del gobernador es desastroso. Los ciudadanos aprovechan que ya hay la figura de la revocación en la legislatura estatal. Se están juntando firmas para sustanciar la demanda. Van por 125 mil firmas de aquí al doce de diciembre, para ver si la virgencita les hace el milagro de sacudirse al gobernador.