Opinión

¡Jerry, el éxito no se compra en la NFL!

Me gustaría iniciar con esta pregunta algo ociosa, pero sumamente intrigante: ¿qué habrá pasado por la cabeza de Jerry Jones, el dueño de los Vaqueros, cuando desde su lujoso y cómodo palco en el Estadio AT&T veía como la ofensiva de su equipo era una inoperancia extrema aun cuando es dirigida por el quarterback mejor pagado de la historia, y por ende, el jugador que más dinero gana en la NFL actualmente? De verdad habría sido muy interesante saber qué demonios pasaba por la mente de Jones al mirar cómo, en el colmo de la inefectividad, el coach McCarthy decidía sacar del juego a Dak Prescott.

Dak Prescott, quarterback de Dallas.

Si, a una semana de haber firmado su histórico contrato, Dak regresó a ser el mismo mariscal de siempre, ese que comete errores y no responde en los momentos más apremiantes.

Es verdad, apenas es la semana dos de una campaña de 17 juegos, pero el juego del domingo era especial para muchas personas alrededor del equipo, era el escenario ideal para demostrar que la inversión hecha por Jones era la correcta y con un claro objetivo de llegar al Super Bowl, que a fin de cuentas es lo único por lo que el dueño de los Vaqueros sigue abriendo así la billetera con sus jugadores.

En el papel y el presupuesto del equipo era un juego muy ganable ante los Santos, en casa y el apoyo de la afición. La realidad fue una cubetada de agua helada, un 44-19 que bien hacen pensar a Jones si acaso fue un error haber gastado de esa manera.

De cualquier manera, aunque es muy sencillo apuntar hacia Prescott como el principal responsable de la inoperancia ofensiva del ataque vaquero, la realidad es que quizá mucho de la responsabilidad estaría sobre la espalda del coach Mike McCarthy, quien no en pocas ocasiones ha sido señalado como esos entrenadores que al parecer ya no evolucionan, que se casaron con su estilo y no lo cambiarán.

Es un hecho que pase lo que pase Prescott y compañía de jugadores super bien pagados, como el receptor Cee Dee Lamb, continuarán en el equipo, no obstante, este debe ser el último año del coach McCarthy.

Jones suele ser muy indeciso a la hora de cambiar entrenadores en jefe, y mucho se ha comentado que McCarthy ya no era del todo de su agrado, pero lo ha mantenido para no hacer un cambio radical en lo que él ve como una ventana, aunque sea chiquita, para llegar al Super Bowl, pues cambiar de coach en este momento sería iniciar bajo una nueva filosofía.

En fin, ya veremos cómo se reponen, aunque debe ser rápido, pues el domingo entrante enfrentan a unos heridos y peligrosos Cuervos de Baltimore que buscan quien se las pague después de caer ante los Raiders.

UNA DIFÍCIL DECISIÓN EN MIAMI

Lo que todos vimos la noche del jueves en Miami con la conmoción cerebral sufrida por Tua Tagovailoa a más de uno nos hace pensar que ahora si podría significar el retiro de este jugador que, por mala fortuna, ha sido recurrente en este tipo de lesión. Mucho se dijo que después de las dos conmociones sufridas en el 2021 el mismo Tua llegó a pensar en el retiro al meditarlo y platicarlo con toda su familia; ahora parece algo más serio y determinante, porque hemos visto muchas veces golpes de esa clase en este deporte, donde los jugadores quedan tendidos en el campo, muy sacudidos, quizá inconscientes por un momento, pero ver que en cada uno de esos golpes convulsionen como lo ha sucedido a Tagovailoa, es de llamar la atención.

Ese tipo de lesión en quarterbacks nos vienen muchas a la mente; las de Roger Staubach, que al final fueron las que lo inclinaron a despedirse del futbol americano, pues él reconoce que aún estaba en excelente forma física; las de Joe Montana, que lo sacaban casi cargando con la mirada perdida, las de Troy Aikman y aquella ante Arizona que se hizo famosa, porque después de un golpe en la cabeza siguió jugando, lanzó un pase para anotación, y de todo eso no recordaba nada; o la Steve Young, también ante los Cardenales, en que quedó inconsciente sobre el terreno y fue el detonante de su retiro. Nunca volvió a jugar después de ese golpe.

Y qué decir de la sufrida por Michael Irvin, el receptor de los Vaqueros, quien señaló que su miedo fue total cuando tras el golpe notó que no tenía sensibilidad en las piernas. En ese momento lo decidió: se retiraría.

Al momento, Tagovailoa señala que seguirá, pero que tan real y seguro es esa decisión cuando todos hemos visto la fragilidad de su cabeza ante casi cualquier contacto. Quizá no veamos a Tua con Miami durante meses. No debemos especular nada, pero seguro será una decisión conjunta muy difícil para él, su familia y el equipo mismo.

La directiva y el staff de coacheo se están protegiendo desde ya, no en vano se dio a conocer que han contratado al quarterback Tyler Huntley, quien en su momento fue sustituto de Lamar Jackson en Baltimore y es un buen suplente con el clásico estilo de los mariscales de gran movilidad. Ni dudar que en un par de semanas sea el pasador titular de los Delfines de Miami.

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