Opinión
Martha Delgado Peralta

Lluvia en el desierto

Dubai, Emiratos Árabes Unidos. Sí, sí, ya sabemos… el calentamiento global es un fenómeno que afecta a todas las regiones del mundo. Durante las últimas semanas he participado en la filmación de un documental en español donde desde Islandia observamos el derretimiento del glaciar; en Mallorca donde se presenta ya la elevación del nivel del mar, y ahora en Dubai, donde existe un sobrecalentamiento del desierto. ¡Pero el desierto siempre ha sido caliente! ¿entonces cuáles son los impactos del cambio climático?

Desierto Dubai

Aquí en los Emiratos Árabes Unidos, el calentamiento global está intensificando las condiciones ya de por sí extremas del desierto. Aunque en este momento excepcional la Ciudad de México es quizás más caliente que Dubai (a la misma hora), en los últimos años las temperaturas han alcanzado niveles récord, como los 50.1°C registrados en Abu Dhabi en julio de 2023.

La desertificación está avanzando rápidamente, con las olas de calor, la desaparición de vegetación que contribuye a la expansión de áreas desérticas y la pérdida de tierras fértiles. Los fenómenos meteorológicos se han intensificado en la región. En abril de este año, el Centro Nacional de Meteorología de EAU reportó la mayor precipitación en 75 años. Las inundaciones jamás antes vistas son un fenómeno atribuido inicialmente a la siembra de nubes, pero que realmente se debieron al aumento de la temperatura de los océanos y al aire más cálido que retiene mayor humedad. Estos cambios plantean desafíos significativos para la infraestructura y la seguridad de las comunidades locales.

El aumento del nivel del mar es otra preocupación crítica en las ciudades costeras como Dubai y Abu Dhabi, donde el riesgo de inundaciones o cambios en el nivel del mar o en la intensidad de las mareas puede tener graves consecuencias para la población, y para la infraestructura monumental que han construido comiendo terreno al mar en los últimos 25 años. Además, la intrusión de agua salada en los acuíferos subterráneos agrava la escasez de agua dulce, un recurso de por sí limitado en la región.

Frente a estos desafíos, los EAU han implementado diversas estrategias innovadoras para adaptarse y mitigar los impactos del cambio climático. Una de las principales iniciativas es la inversión en tecnologías de desalinización más sostenibles, así como en la reutilización de aguas residuales tratadas. Los EAU tienen una capacidad de desalinización instalada de aproximadamente 14 millones de metros cúbicos de agua por día, que suministra más del 90% del agua potable para las áreas urbanas. Estas medidas buscan mejorar la eficiencia en el uso del agua y reducir la huella de carbono asociada con su producción.

La energía solar representa otra importante área de oportunidad. Con más de 300 días de sol al año, los EAU están aprovechando su enorme potencial para generar energía solar fotovoltaica y térmica. El Parque Solar Mohammed bin Rashid Al Maktoum de Dubai tendrá una capacidad total de 5,000 megavatios (MW) para 2030, en apoyo a la estrategia de este emirato de generar el 75% de su energía a partir de fuentes renovables para 2050.

En el ámbito agrícola, se están adoptando prácticas sostenibles como la hidroponia y la agricultura vertical, tecnologías que permiten cultivar alimentos utilizando un mínimo de agua y espacio, lo cual es crucial para garantizar la seguridad alimentaria en un entorno tan inhóspito como el desierto.

En diciembre pasado, Dubái fue sede de la COP28 de la ONU, donde se discutieron importantes estrategias globales para combatir el cambio climático. Una de las conclusiones más destacadas fue la necesidad de realizar acciones urgentes y colaborativas justamente para fortalecer la resiliencia urbana frente a los impactos climáticos. La Expo City, que fue construida para hospedar la Expo Dubai 2020 y donde se llevó a cabo la COP28, convertirá a esta región entre Abu Dhabi y Dubai en una ciudad sostenible que de inicio ya cuenta con acceso restringido a los autos, agua potable desalinizada, energía solar, movilidad no motorizada, una estación de metro y construcciones de baja intensidad energética. Estas lecciones y tecnologías desarrolladas en EAU pueden servir de modelo para otras regiones de México que enfrentan desafíos similares.

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