Opinión

Luisa María y Andy, administrar la abundancia

Luisa María y Andy son amigos desde chamacos. Beatriz, la mamá de Luisa María, fue contralora del gobierno de la CDMX cuando Andrés Manuel era el jefe de Gobierno. Fue en el año 2000. Desde entonces las familias conformaron una alianza que ya brincó a la siguiente generación.

Ya tienen el control del partido en el poder, el nuevo partido hegemónico de México. No solo eso, corre como reguero de pólvora en las columnas políticas que ellos serán los finalistas en la carrera para elegir candidato presidencial de Morena en el 2030. Fueron ungidos sin encuesta, ni votación. Los morenistas se limitaron a complacer a su jefe máximo, Andrés Manuel, que sigue diciendo, aunque nadie lo crea, que se retirará de la vida pública del país. El jefe político mostró su juego, las cartas están sobre la mesa.

Todo esto sucede a una semana de que la doctora Sheinbaum rinda protesta como la primera presidenta del país después de ganar una elección en la que recibió más votos que nadie en la historia. Seis millones de votos más que AMLO. A pesar de todo esto, el protagonismo de las últimas horas es de López Obrador y herederos. Durante el evento de Morena la divisa fue proteger el legado de López Obrador. Una frase que se repitió como mantra, pero nadie dijo, al menos no en voz alta, que el partido respaldará el proyecto de Sheinbaum Pardo lo que tiene muchas lecturas, ninguna buena para el gobierno que arranca el lunes primero de octubre.

La titular de SEGOB, Luisa María Alcalde, presento los números sobre el caso de corrupción de Segalmex.

ROGELIO MORALES /CUARTOSCURO

¿La próxima presidenta tendrá mando sobre el partido? Los candidatos de Morena, de aquí al 2030, los designará Andy con, digamos, la asesoría de su padre desde su finca de Palenque. Al menos eso dicen los que saben. Hay alguna pregunta que nadie se hace pero que es pertinente. ¿Podrán Luisa María y Andy con el paquete? Nada en su hoja de servicios lo asegura. Transformar un movimiento en un partido y hacerlo sin rupturas importantes es muy complicado.

López Obrador menospreció a la oposición a la hora de diseñar el nuevo CEN de Morena. Cayeron en puestos claves jóvenes entusiastas que hasta hace poco no tenían edad para ir a los antros. La impresión es que Luisa María y Andy llegan a administrar la abundancia como juniors que se frotan las manos al tomar posesión de una empresa multimillonaria creada por sus abuelos y padres. La oposición está de capa caída, nadie lo niega, pero la política no extiende certificados de defunción.

La nueva dirigencia nacional de Morena, la conformación de su CEN es una de las muy pocas buenas noticias que ha tenido la oposición en meses. Andrés Manuel es un hueso duro de roer, se sabe y nadie lo discute, pero Luisa María y Andy qué. Jorge Romero y Santiago Taboada pueden ponerlos en jaque desde el PAN. Gente como Dante Delgado y Juan Zavala pueden hacer lo propio desde MC y ni qué decir de los mandos priistas que son un costal de mañanas.

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Glifos

Mientras los Millennials toman Morena, cosas importantes se dirimen a nivel internacional. La Casa Blanca propuso prohibir la venta e importación de vehículos que contengan partes y componentes tecnológicos particulares originados en China y Rusia. La guerra en el sector automotriz está en marcha. México será uno de los principales campos de batalla. Washington considera el empuje de la industria automotriz de China como una amenaza a su seguridad nacional, de ese tamaño. Si alguien pensaba que la renegociación del T-MEC sería un paseo dominical, lo tiene que volver a pensar, porque en muy pocos meses cada bando mostrará los colmillos. México no puede perder tiempo para diseñar una estrategia que incluya a los gobiernos de todos los estados, sin importar de qué partido sean, porque sus decisiones en materia de nuevas inversiones en el ramo automotriz pueden descarrilar las negociaciones.