Opinión

Pirata por las ballenas

Capitán Watson

Entiendo que hasta el momento no haya sido noticia viralizada en redes sociales o que particularmente sea situación de interés público en nuestro México lindo y querido (aunque debería serlo a raíz de que nuestros mares son santuarios balleneros), pero les cuento que uno de los defensores de ballenas más reconocido en el mundo desde el pasado 21 de julio se encuentra preso en Nuuk, capital de Groenlandia, a raíz de una orden de arresto internacional emitida por Japón, país que tiene en la mira su extradición aunque aún no se ha pronunciado formalmente por ello y mientras no lo haga (con plazo de 30 días posteriores a la detención) el Ministerio de Justicia danés está imposibilitado de pronunciarse al respecto.

Dado lo anterior y entratándose de territorio autónomo danés, desde varias partes del mundo se han estado enviando peticiones (a través de las representaciones diplomáticas correspondientes) dirigidas a la Primera Ministro Mette Frederiksen para la liberación inmediata del veterano activista, no siendo la excepción México, que con el respaldo de 11 organizaciones de la sociedad civil preocupadas y ocupadas en el tema y encabezadas por COMARINO, ayer mismo entregamos… mos… mos… una carta-petición con tal propósito directamente en la sede desde donde despacha su Excelencia, el Embajador danés Kim Hojlund Christensen, que no se salvó de un fuerte bloqueo al unirse espontáneamente más activismo animalista en esa zona de Polanco-CDMX y no sólo para reclamar la liberación del famosos Capitán sino exigiendo asimismo que ya le paren a la caza de ballenas, cruel entre las crueles. Baste observar las labores de cualquier buque-factoría, especialmente nipón, para entender tanta rebeldía e indignación mundiales. El activista por el que se interviene y que al parecer permanece incomunicado en la prisión Ny Anstalt tras ser arrestado en su propia embarcación denominada John Paul De Joria, es nada más y nada menos que el canadiense Paul Watson, co-fundador de Greenpeace y más tarde de Sea Shepherd Conservation Society y que ahora, ya fuera de ambas organizaciones a sus 74 años de edad se encuentra trabajando por su cuenta y riesgo… of course siempre a favor de las ballenas… desde la fundación que lleva su nombre. El puntual asunto por el que JAPÓN (tan honorable país para todo menos para el tema ballenero donde se ha lucido como EL GRAN MENTIROSO) data del 2010, cuando Watson y parte de su equipo interceptaron… como era y seguirá siendo su costumbre… un barco japonés que encontraron cazando ballenas ILEGALMENTE en el Pacífico Norte, causando dizque daños y lesiones en dos eventos diferentes. Según, Japón han estado persiguiendo su detención desde entonces. De obtenerse su extradición podría hacerse acreedor a 15 años de cárcel, por lo que se requiere la participación de toda persona posible para que unido el Planeta por el acusado se logre su contundente libertad, en el entendido de que como él mismo dijera en alguna ocasión: se reconozca en cada revolución social la pasión, la imaginación y el coraje de los individuos. Sumémonos entonces muchos más por la liberación de quien ha dedicado su vida a proteger a los indispensables y pacíficos pero bellos y admirados gigantes del mar, y que para más fue reconocido entre los 20 mejores ambientalistas del Siglo XX por la revista Time. Desde el 2015 reside en el hoy tan olímpico París, así que ojalá y también se una a este grito de libertad el presidente Emmanuel Macron, bajándole los humitos a Japón.

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