Opinión

La polarización social se profundizará

Es complicado negar que hoy la sociedad mexicana se encuentra mucho más dividida que hace cuatro años. Al comienzo del quinto año de gobierno, los altos niveles de polarización son innegables, como también lo es el papel que en ello ha jugado el presidente López Obrador. Como cada inicio de administración, en 2018 existían dos grandes visiones sobre lo que sería el tono y estilo del nuevo gobierno. Del lado de sus simpatizantes, la eufórica alegría se traducía en esperar políticas púbicas que beneficiarían a los históricamente menos favorecidos, en tanto que los detractores, con la natural zozobra que provocan los cambios, temía lo que llamaban una “venezuelización” del país.

El presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina

Cuartoscuro

Cuatro años y unos días han pasado desde la llegada al poder de Morena y López Obrador y nadie puede decir que hoy el país es el mismo que entonces. Mucho podría decirse sobre los resultados de las acciones gubernamentales, la ideología desde la que se gobierna, la popularidad de la que goza el presidente o los estilos y formas de una nueva clase política. Como en cualquier otro caso, las opiniones y los análisis serían tan variados como quienes las hicieran y en la mayoría de los casos el debate partiría desde la preferencia y simpatía por encima de la evidencia. De un lado se colocarían aquellos que apoyan al gobierno, avalan sus formas y respaldan sus resultados, mientras que del otro estarían los detractores, críticos de la manera de conducir la acción política y que rechazan lo hasta ahora logrado.

Hasta este punto, lo que hemos descrito resulta común para cualquier democracia. La democracia entraña, por definición, la existencia de mayorías y minorías y, con estas, de pluralidad y diferencias. Sin embargo, lo preocupante no es tener dos grandes visiones contrapuestas, sino lo que esto ha provocado en la sociedad. Hoy tenemos un México dividido en buenos y malos, chairos y fifís, conservadores y liberales, prensa libre y chayoteros. Esta división, generada y alentada desde el discurso presidencial, coloca a nuestro país en una situación de riesgo por fragilidad que representa tal polarización de cara al relevo presidencial que se materializará en las elecciones que se celebrarán en menos de 18 meses. ¿Qué sucederá en México a partir de octubre de 2024, cuando Andrés Manuel López Obrador ya no sea presidente? Sin importar quién obtenga el triunfo electoral, el resultado para la sociedad será el mismo: una mayor polarización, incluso, que la que hoy tenemos.

Tanto Morena y sus aliados, como los partidos de oposición, deben plantearse desde ahora cómo enfrentarán la división en la que se encuentra el país y que en 2024 se profundizará. Ninguno de los candidatos que hoy asoman sus intenciones electorales parece tener la fuerza necesaria para convocar a la unidad y restaurar la mínima armonía social necesaria para construir un mejor porvenir. Para la campaña presidencial, es probable que Morena y sus aliados abanderen una propuesta de continuidad no solo en lo ideológico y pragmático, sino también en el discurso de división, en tanto que resulta lógico asumir que la oposición pretenderá construir un proyecto alternativo basado en el contraste y, por lo tanto, remarcando las diferencias políticas no solo con el gobierno, sino incluso con sus simpatizantes. En cualquier caso, más división y polarización.

Lee también

En 2024 Andrés Manuel López Obrador dejará la presidencia, pero a su partida el discurso sembrado de odio, división, resentimiento y miedo terminará de germinar y dará amargos frutos que nadie quiera cosechar, pero que todos tendremos que comer. Desde ahora es necesario que unos y otros, tirios y troyanos, comiencen a reflexionar sobre lo que piensan hacer para volver a unir a la sociedad. No se puede esperar que todo sea armonía, pero tampoco se puede pretender que sea a partir de la división, la polarización y el encono que el país avance hacia un mejor destino.

Profesor de la UNAM y consultor político

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com