Opinión

Hasta la última gota

El presidente López Obrador exprimirá hasta la última gota del caso García Luna. No le ha dado los réditos políticos que quería, pero le sigue buscando. Perseverante es.

El presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina

Cuartoscuro

Para darle otra vuelta a la tuerca realizará una conferencia mañanera en el que fue el bunker del secretario de Seguridad y al que solo iban, según él, dueños de medios y periodistas machuchones.

El jueves hará una caravana con los reporteros que cubren la mañanera. Los llevará al bunker que así dejará de ser reducto exclusivo para influyentes.

El caso de García Luna no ha dado los objetivos políticos esperados entre otras razones porque los villanos del pasado no pueden tapar el sol con un dedo de los tormentos del presente.

Pero el presidente es ingenioso y algo se le ocurrirá para entretener a los reporteros y camarógrafos que se animen a acompañarlo; pues su objetivo, quedó dicho, es exprimirle hasta la última gota al caso García Luna.

¿Regresará Tomás Zerón?

Dicen los que saben que en el equipo del subsecretario Alejandro Encinas hay optimismo de que el gobierno de Israel conceda la extradición de Tomas Zerón, quien llevó buena parte de la investigación del empantanado caso Ayotzinapa.

Zerón se refugió en Israel pensando que hasta allá no llegaría el largo brazo de la ley, pero sí llegó. La argumentación mexicana es que Zerón no es un perseguido político sino un servidor público que cometió atropellos graves. Hay videos donde participa en la tortura de uno de los detenidos.

Que Zerón regrese, si esa posibilidad se concreta, no significa que por fin la verdad se sepa. Hay otros detenidos importantes vinculados directamente, funcionarios, policías, sicarios y hasta militares y no hay avances definitivos.

La participación de Zerón está relacionada con lo que dio en llamarse la verdad histórica, que creó una narrativa para salir del paso, pero que no sirvió para llegar al fondo de asunto.

Guerrero, acusaciones graves

El encanto personal de la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, no alcanza para librarse de las graves acusaciones que ha recibido su gobierno de aliarse con bandas del crimen organizado.

Medios locales han publicado testimonios de personas que aseguran que en diversos operativos contra bandas del crimen organizado, los elementos de las fuerzas públicas se hacen acompañar de civiles armados de bandas antagónicas, lo que es una complicidad inadmisible.

Decir que “no es verdad” es notoriamente insuficiente. Se requiere una investigación expedita de organismos que no estén involucrados y en caso de encontrar irregularidades actuar de inmediato con sanciones ejemplares.

La inseguridad se enseñorea en amplias franjas del estado. Un factor decisivo para imponer el Estado de Derecho es marcar límites claros entre los policías y delincuentes. Si no se distinguen unos de otros no hay salvación.

¿Y los ciudadanos?

La decisión de MC de no participar en las elecciones de gobernador en el Estado de México y Coahuila provocó desconcierto entre la clase política.

La explicación de la decisión es vaga y las reacciones destempladas.

Juan Zepeda, que sería el candidato mexiquense, dijo que no van porque PRI y Morena ya acordaron los resultados: el Edomex para Morena y Coahuila para el PRI.

De inmediato surgió la pregunta: ¿Qué alianza saldrá ganando en el Edomex con la ausencia del MC, la que abandera Delfina Gómez o la de Alejandra del Moral? La verdad es que en Coahuila ni pintaban.

En el análisis de Zepeda se olvida a unos actores importantes, los ciudadanos, a los que trata como dóciles marionetas de los partidos.

Acaso el tiempo revele todos los secretos de esta decisión.

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