Recientemente, se realizó la Segunda Conferencia de Acción Política Conservadora CPAC en México convocada por Eduardo Verástegui, donde anunció la creación de un nuevo Partido Político llamado “Viva México”, independientemente de todo el viacrucis que aún tienen que recorrer para lograrlo, dejó claro que es una auténtica fuerza política que no sólo tiene bases claramente definidas como grupos católicos, cristianos, judíos y libres pensadores, sino que también se circunscribe en una alianza internacional conservadora en la que confluyen presidentes nacionales, legisladores, líderes de comunicación, entre otros.

Durante este acto, no sólo se lanzaron arengas en contra de la izquierda socialista globalista, el narco socialismo que impera en la mayoría de los países de Latinoamérica, la decadencia de occidente, la ideología woke y por supuesto la 4T, sino que también se puso en el banquillo dialéctico a la oposición mexicana que en reiteradas ocasiones se les ha denominado como la opoficción, es decir, la comparsa que han hecho dentro del sistema de partidos para montar un gran espectáculo que al final conduce a todos a profundizar en los objetivos de la izquierda. En cambio, “Viva México” no sólo se está planteando ser una oposición política, sino un levantamiento cultural, una corriente ideológica y una fuerza política que aspira a gobernar.

Esta antítesis de la partidocracia es necesaria en nuestra política y es natural también que en un modelo zurdocrático (Morena y aliados de izquierda socialista, MC de izquierda progresista, el PRI de centro izquierda y PAN de la izquierda globalista demócrata) la única forma de romper ese sistema sea sólo desde la derecha.

De las distintas organizaciones que buscarán conformar un partido político en 2025, seguro estarán las que buscan ser una rémora más del sistema como cada seis años y que sólo lo lograrán con la llamada telefónica de la futura Presidente a los Consejeros del INE, los que lo intentarán con los cuadros partidistas que no obtuvieron curul o cargo como el Frente Cívico, los perredistas y lo que queda de la Marea Rosa que, además de ser liderado desde otra expresión más de la izquierda, se diluirá y finalmente “Viva México” quedará como la única expresión en el país antisistémica, pero que cuenta con los ojos de muchos países del mundo que son la resistencia al globalismo y que seguramente harán sentir su presión si es que le hacen trampa y en un acto antidemocrático podrían obstruir su conformación como partido político.

El mejor ejemplo de ello es que se atreven a señalar temas que nos están dañando como sociedad, pero que nadie en la partidocracia se ha atrevido a mencionar, por ejemplo, los escandalosos efectos secundarios que esta generando la vacuna contra el COVID-19 en nuestro país, donde todas las marcas de laboratorios inocularon y que están siendo la causa de miocarditis, paraplejias, desordenes mentales, muertes repentinas, entre otros. Se podrían mencionar más ejemplos, pero con este basta y sobra para dar validez a la idea antisistémica.

Será importante seguirle la pista a Verástegui  en el futuro inmediato, seguramente estará dando mucho que hablar.